
Tras filtrarse un chat en el que minimiza a un detractor y asegura que el escándalo le ha traído “publicidad”, la controversia sobre la apropiación cultural sigue generando un encendido debate en Perú por las declaraciones de la diseñadora Anís Samanez sobre el uso de los diseños Kené del pueblo Shipibo-konibo, en las que expresó su indignación y desacuerdo con pagar a los artesanos por ofrecerle sus conocimientos.
Ahora, la modista peruana se encuentra en medio de graves acusaciones en su contra pese a sus recientes disculpas públicas, pues Milka Franco, integrante del Colectivo Shipibo Muralistas, salió al frente como representante de la comunidad a la que la rubia se refería en estos comentarios, revelando que Samanez la amenazó y agredió verbalmente por teléfono.
La diseñadora, quien había afirmado que los diseños le pertenecían por ser peruana, también fue desmentida por Franco tras exponer un relato de una versión de lo sucedido que contrasta con las afirmaciones de Samanez.

Acusa a Anis Samanez de maltrato verbal
En un comunicado lanzado este 4 de diciembre, Milka Franco contó que contactó telefónicamente a Samanez en las últimas horas para aclarar la situación de la controversia de sus declaraciones. Según la artesana, en lugar de brindar una explicación cordial sobre los hechos, la diseñadora optó por un trato agresivo y despectivo.
Puntualizó en que el pronunciamiento se da principalmente por el mal trato que ella y el colectivo recibieron de parte de la diseñadora especializada en ‘slow fashion’.

Samanez mintió y nunca fue a la selva, según Milka Franco
La integrante del colectivo Shipibas Muralistas también explicó los pormenores de la relación con Anis Samanez, aclarando que la diseñadora nunca visitó la selva ni la comunidad Shipiba, sino que se acercó al colectivo de Shipibas Muralistas en Barranco, Lima.
Pagó solo 400 soles por artesana
La amiga de Stephanie Cayo mencionó en dos oportunidades que el monto exacto requerido por los artesanos Shipibo-konibo para colaborar con ellos ascendía a 5 mil dólares, el cual aseguró a RPP haber aceptado, pues “siempre he pagado lo que me dijeron”. Sin embargo, según Milka Franco, el monto original era 5 mil soles.
Según comunicó la artesana, Samanez rechazó la propuesta, argumentando que solo quería inspirarse, no comprar los diseños. A pesar de las discrepancias, algunas integrantes del colectivo aceptaron trabajar con Samanez por un precio mucho menor, S/. 400 por bordados, en total cobrando S/.1200 por una semana de trabajo.

Teme por amenazas de Samanez
La postura de Franco es clara: no permitirán que se siga minimizando el valor de su patrimonio cultural. “Nadie puede aprovecharse de nadie por las necesidades de las familias de pocos recursos, tampoco del patrimonio cultural de un pueblo indígena. No nos merecemos malos tratos de todo tipo”, afirmó.
También admitió estar preocupada por si las amenazas dichas por la diseñadora en las últimas horas lleguen a ser verdad.

Minimizó escándalo y ninguneó a un detractor: “Me ha traído publicidad”
El influencer indígena ‘Moiguiquita’ publicó un video en TikTok que tuvo como objetivo incentivar la concientización en torno al arte indígena y al patrimonio cultural que este constituye, a raíz de la polémica en torno a la diseñadora. Rápidamente se hizo viral por un elemento en particular: una impactante captura de un chat que el usuario tuvo con Anis y que borraría las disculpas públicas que pidió.
Luego de que el usuario la acusara de “expropiación cultural”, la rubia contraatacó en tono sarcástico y provocador, menospreciando a su detractor. “Jajaja, creo que alguien tiene que ir a una biblioteca”, escribió junto a un irónico emoji mandando un beso. “Enséñame y explícame con fundamento eso y te creo”, agregó desafiante.
