Un nuevo acto de violencia sacudió las calles de Santa Anita la madrugada de este jueves. Un chofer de una combi fue asesinado frente a su familia en un caso relacionado con el cobro de cupos a transportistas informales.
El crimen ocurrió en la avenida Santiago de Chuco, a escasos metros de la municipalidad del distrito, en una zona altamente concurrida y de gran circulación vehicular.
El conductor, identificado como Luis Alberto Chávez Ramos, manejaba una combi informal que cubría la ruta entre el óvalo Santa Anita y diversas zonas de la ciudad. La víctima no estaba sola en el vehículo, pues con a él viajaban su esposa, su hija de seis años y varios pasajeros.
Sin embargo, la tranquilidad de su jornada fue abruptamente interrumpida cuando un grupo de delincuentes se acercó al vehículo y, sin mediar palabra, comenzaron a disparar, de acuerdo con información del programa Buenos días Perú de Panamaericana Televisión.
Según testigos, los delincuentes dispararon al menos siete veces contra la víctima, quien, a pesar de los esfuerzos de los pasajeros y de los vecinos que intentaron socorrerlo, perdió la vida a consecuencia de las heridas. Tras el ataque, los malhechores se dieron a la fuga, pero el impacto de la tragedia dejó una profunda conmoción en la zona.
El crimen, que en principio parecía un hecho aislado, se conecta rápidamente con el creciente problema del cobro de cupos en el transporte informal. De acuerdo con el citado medio, la banda que perpetró el crimen estaría vinculada a una organización extorsionadora que opera en la zona, conocida como “DESA”.
A través de grupos de mensajería, estos criminales amenazan a los conductores de vehículos informales y exigían pagos mensuales a cambio de “protección” para sus unidades.
Los chats interceptados por las autoridades muestran que, antes de este asesinato, la organización cobraba 100 soles por inscripción y 10 soles diarios a los conductores informales. Sin embargo, tras el asesinato de Chávez Ramos, los extorsionadores no solo subieron la tarifa de inscripción se burlaron públicamente del hecho al enviar imágenes de la escena del crimen a otros conductores.
Los miembros de la Policía Nacional del Perú (PNP) se encuentran investigando el caso y comenzaron a revisar las cámaras de seguridad en la zona para identificar a los responsables del ataque. Además, se ha identificado que el vehículo de la víctima pertenecía a la línea 505, que cuenta con tanto vehículos formales como informales.
Canales de ayuda
La ola de extorsiones en el Perú afecta a miles de ciudadanos. Las víctimas pueden comunicarse con los siguientes números para recibir asistencia de las autoridades:
Línea 111: Un servicio gratuito y confidencial para denunciar de manera inmediata cualquier acto de extorsión. Además, ofrece apoyo oportuno por parte de la Policía Nacional del Perú.
105: Línea de la Policía Nacional del Perú. El uso indebido de esta línea conlleva una multa de hasta S/19.800 o la cancelación del servicio.
¿Cuáles son las modalidades de extorsión?
- Extorsión telefónica: Los delincuentes llaman a las víctimas, generalmente haciéndose pasar por autoridades o familiares, y exigen dinero bajo amenazas de daño o secuestro.
- Cobro de cupos: Grupos criminales extorsionan a pequeños empresarios, conductores de transporte público o trabajadores informales al exigir pagos periódicos a cambio de “protección” para continuar con sus actividades sin ser atacados.
- Extorsión a través de redes sociales: Los delincuentes obtienen información personal de las víctimas a través de las redes sociales y luego las amenazan con difundir datos comprometidos si no pagan una suma de dinero.
- Secuestro extorsivo: Este tipo de extorsión involucra el secuestro de personas con el objetivo de obtener un rescate.