El aeropuerto Charles de Gaulle de París, en Francia, fue testigo de un momento inusual y conmovedor cuando una mujer peruana decidió bailar al ritmo de la música de ‘Chacalón’ para expresar su felicidad y nostalgia por su tierra natal.
Un video viral en TikTok capturó este momento único, que resonó en miles de corazones peruanos dentro y fuera del país.
No se olvida del Perú

La elección de la canción ‘Viento’, escrita por Víctor Casahuamán y popularizada por el legendario ‘Papá Chacalón’, fue un homenaje a las raíces y la identidad peruana.
El gesto de la mujer peruana en el país europeo resonó profundamente entre la comunidad peruana en el extranjero, recordándoles que, aunque estén lejos de casa, llevan consigo el espíritu y la cultura de su país.
La música y el baile se convirtieron en un vínculo poderoso que les recordó quiénes son y de dónde vienen, reforzando su sentido de identidad y pertenencia.
¿Quién fue Chacalón?

La historia de esta mujer en Francia también sirvió como recordatorio de la importancia de figuras como este ícono cultural en la cultura peruana. Lorenzo Palacios Quispe, conocido por varios seudónimos como Chino, el ídolo de la cumbia, El ángel del pueblo, o El faraón de la cumbia, dejó una huella indeleble en la historia musical del Perú.
Desde temprana edad, el músico mostró un talento innato para el canto y el baile. Criado en los asentamientos humanos de San Pedro y San Cosme, aprendió a enfrentar la escasez económica con determinación y creatividad, incluso recurriendo a la música para sobrellevar las dificultades de la vida cotidiana.
Inicios en la música

Su carrera musical comenzó a tomar forma en la década de 1960, cuando se unió a la banda Los Amigos del Barrio, donde destacó por su voz única y su pasión por la música andina. Sin embargo, fue en la década siguiente cuando su nombre comenzó a resonar en todo el país, especialmente entre los sectores populares de Lima.
A lo largo de los años, el artista se convirtió en mucho más que un cantante; se convirtió en un símbolo de la música chicha y en un defensor de los más desfavorecidos. Su compromiso con las causas sociales lo llevó a componer canciones como “Niños pobres del mundo”, que le valió el reconocimiento de la UNESCO en 1987.
El doloroso adiós

Pero la vida de Palacios Quispe estuvo marcada también por la tragedia. En 1994, después de una larga batalla contra el cáncer, falleció a la edad de 44 años. Su muerte dejó un vacío en el corazón de sus seguidores, pero su legado musical sigue vivo hasta el día de hoy.
Aunque este referente cultural ya no esté físicamente entre nosotros, su música sigue siendo un recordatorio eterno de la fuerza y la resistencia del pueblo peruano. Su legado perdura en cada nota, en cada letra y en cada corazón que late al ritmo de la cumbia chicha, recordándonos que, mientras su música siga sonando, Chacalón estará siempre presente en nuestras vidas.