Hace un par de días, informaron que desde Trujillo, capital de la región La Libertad, un grupo de médicos del Hospital Víctor Lazarte Echegaray, de EsSalud, lograron salvarle la vida a una bebé de 10 meses que tenía un crucifijo de metal alojado en su esófago.
Este objeto se halló en la cavidad de la menor luego que sus padres, preocupados por su estado de salud, la llevaron de emergencia al mencionado nosocomio, en donde se le realizó una radiografía de tórax.
Los padres desconocen cómo el crucifijo llegó a alojarse dentro del cuerpo de su pequeña. Presumen que habría sido tragado en un descuido. “Es como volver a comenzar, es una bendición, un milagro, por haber salvado a mi hijita. Nosotros no sabíamos qué hacer en ese momento”, declaró Mari Carmen Sejami Rosas, madre de la bebé, para América Noticias.
El equipo de pediatras tuvo que realizar toda una proeza médica para extraer el objeto del esófago de la pequeña. Informaron que tuvieron que esperar entre 6 a 8 horas debido a que la intervención quirúrgica tenía que realizarse en ayunas.

¿Cuáles son los objetos más encontrados en los cuerpos de bebés y niños?
Desde el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN), mejor conocido como Hospital del Niño, informaron a la ciudadanía sobre los objetos más comunes que se encuentran dentro de los menores, ya sea en sus fosas nasales, oídos o dentro de su organismo.
La doctora Mary Francis Oropesa, médico gastroenteróloga del instituto, alertó a los padres y madres que no permitan que sus hijos, entre los 6 meses y 4 años, manipulen sin supervisión monedas, llaves, agujas, pilas, clavos, agujas, alfileres y hasta cepillos de dientes, ya que son comúnmente hallados en alguna de sus cavidades antes mencionadas.

Según explicó la especialista, lo más peligroso que puede ingerir un menor son las pilas botón, que suelen encontrarse en relojes, y aquellos que son punzocortantes.
En cuanto a las pilas botón, al tener un diámetro reducido, es muy fácil que se atasque en el esófago superior y provocar una perforación. Inclusive, si este objeto no es retirado a tiempo, hay casos en que llegan a liberar un líquido corrosivo y perforar la mucosa del conducto.
Por tal motivo, Oropesa exhorta a los responsables de la salud de los más pequeños del hogar a que no dejen pasar el tiempo y buscar que el objeto en cuestión sea extraído en el lapso de 24 horas, a través de una endoscopia y con anestesia general.
“Si esto pasa en el oído, puede producir un huequito en la membrana timpánica, por lo tanto va a ser un niño que va a tener una audición baja o pérdida de la audición”, agregó.