El miércoles 26 de marzo, el gato Pugsley, un Maine Coon plateado de tan solo dos años, se consagró oficialmente como el poseedor de la cola más larga de un gato doméstico vivo, según lo anunciado por Guinness World Records (GWR). Con una impresionante longitud de 47 cm, Pugsley claramente destacó por su tamaño, pero también generó una serie de anécdotas curiosas en torno a su cola.
Su dueña, Amanda Cameron, relató que, desde su primer chequeo veterinario, la cola del felino siempre había sido objeto de atención. “La primera vez que lo llevé al veterinario, entró y dijo: ‘Esa cola es MUY larga’”, recuerda Cameron.
La longitud de la cola de Pugsley fue notoria desde su primera visita al veterinario. En aquella ocasión, incluso el especialista se mostró sorprendido por el tamaño. Sin embargo, no fue hasta seis meses después, durante una segunda visita, que la cola de Pugsley fue medida oficialmente, y resultó ser más larga que la del entonces campeón del mundo. “Así que se lo conté a mis hijos, y por supuesto, su primera reacción fue preguntar si existía un récord Guinness para eso”, comentó Cameron. A su sorpresa, Pugsley superó dicho récord.

Un gato travieso, pero cariñoso
Aunque su cola sea una característica llamativa, la personalidad de Pugsley también ha atraído la atención. Descrito como un gato curioso, travieso y extremadamente creativo, la familia Cameron disfruta de su carácter único. Amanda explicó que el felino es “muy creativo cuando se trata de nuevas formas de ser travieso”, pero a la vez, mantiene una relación cercana y amorosa con los miembros de la familia. A pesar de su naturaleza traviesa, Pugsley es “amable, cariñoso y ama a su mamá”.
Pugsley es conocido por sus travesuras, que incluyen jugar a buscar y traer objetos, especialmente cuando se supone que debería estar descansando. “Es el gato más expresivo de la familia, gracias a su cola de récord”, añadió su dueña, describiendo cómo el gato se convierte en el centro de atención de todos cuando se mueve o descansa, exhibiendo su cola distintiva. Cameron también destacó que Pugsley tiene una naturaleza relajada, que lo convierte en una especie de “celebridad local” cuando la familia sale a la ciudad.

La vida con Pugsley y su peculiar cola
El gato convive con tres compañeros felinos de la misma raza, Winnie, Dutchess, y Gomez, este último también nombrado en honor a un personaje de la familia Addams. Según su dueña, Gómez es “extremadamente cariñoso y romántico”, mientras que Pugsley se muestra más curioso, travieso y siempre dispuesto a experimentar nuevas formas de jugar. La familia disfruta mucho de la convivencia con estos gatos, y el comportamiento de Pugsley sigue siendo fuente de risas y cariño. “Es muy sensato, incluso en situaciones nuevas que podrían asustar a algunos gatos”, añadió Amanda.
Sin embargo, no todo es sencillo con una cola de tal longitud. Pugsley parece ser muy consciente de su característica física, algo que le ocasiona ciertos inconvenientes, especialmente cuando se emociona. Cameron, añadió que su gato a menudo le da en la cara con su cola cuando está en busca de comida.

Pese a haber alcanzado este récord mundial con tan solo dos años, Pugsley probablemente siga creciendo, destacó su dueña, lo que deja abierta la posibilidad de que la longitud de su cola siga aumentando en el futuro. Mientras tanto, la familia disfruta de cada momento con este singular Maine Coon, esperando descubrir qué otros récords podría alcanzar a lo largo de su vida.
Así, Pugsley, un felino con un nombre cargado de historia y una cola que lo convierte en una figura entrañable y única, ha dejado su huella en los registros mundiales.