Debate militar en Estados Unidos: órdenes legales o ilegales

Desde que asumió el mando, el Jefe del Pentágono, Pete Hegseth, ha reemplazado o pasado a retiro a más de veinte generales o almirantes, poniendo en marcha lo que puede ser considerado el mayor cambio de mandos en décadas

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El secretario de Defensa de
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, habla durante una reunión del gabinete con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca en Washington, D.C. (Foto: REUTERS)

Hace un mes, el 9 de noviembre, el Pentágono realizó una tercera purga de altos jefes militares, la que se sumó a otras dos realizadas en los meses posteriores a la asunción de Trump.

Desde que asumió el mando, el Jefe del Pentágono, el ex comentarista de la cadena Fox y oficial de la Guardia Nacional, Pete Hegseth, ha reemplazado o pasado a retiro a más de veinte generales o almirantes, poniendo en marcha lo que puede ser considerado el mayor cambio de mandos en décadas.

Tanto en el ámbito político como militar se han planteado dudas sobre las intenciones políticas de estos reemplazos. Estas surgen acerca de si hay o no una intencionalidad respecto del alineamiento político de los militares reemplazados. Entre estos, se encuentran cuatro jefes que trabajaron próximos al anterior Jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley, pese a que este no ahorró críticas públicas con respecto a la conducción de las operaciones militares en Ucrania durante el gobierno de Joe Biden.

El actual Jefe del Pentágono ha negado que estas acciones puedan tener efectos sobre la cohesión y la unidad de las Fuerzas Armadas. El sistema militar estadounidense cambia los Jefes de Estado Mayor -las máximas autoridades de las fuerzas- periódicamente y sin que ello suceda junto con el recambio presidencial, para dar independencia política a estas decisiones.

Cabe señalar que a comienzos de octubre, Trump y el secretario de Guerra, Peter Hegseth, dieron un mensaje a favor del cambio cultural, la preparación para la guerra y la participación en la seguridad interior.

Pete Hegseth, secretario de Defensa
Pete Hegseth, secretario de Defensa de los Estados Unidos. (Foto: REUTERS)

El sistema militar estadounidense está integrado por cinco fuerzas armadas: a las tres tradicionales en casi todos los países del mundo (Ejército, Armada y Fuerza Aérea), sumó desde el siglo XIX una cuarta, que son los Marines, es decir la infantería de marina, y entrado el siglo XXI se creó la quinta, la Espacial. Sobre estas cinco se estructura el sistema de reservas, que es convocado periódicamente para adiestramiento y que ha cumplido funciones en teatros de operaciones como Afganistán e Irak.

Pero también la estructura militar estadounidense está integrada por la Guardia Nacional. Funciona organizada en cada estado y responde al gobierno nacional. Se trata de personal que no está movilizado en forma permanente, se instruye militarmente de forma regular y es convocada para atender emergencias internas y disturbios sociales, como fue en los gobiernos de Kennedy y Johnson.

Toda esta estructura militar es supervisada por el Estado Mayor Conjunto, cuya jefatura la ejerce el militar de mayor graduación y que al mismo tiempo es asesor del presidente en lo militar. En términos de efectivos, el Ejército cuenta con 485.000 hombres, 336.000 guardias nacionales y 189.500 reservistas; la Armada tiene 347.000 miembros, mientras que el cuerpo de marines cuenta con 182.000 efectivos, la Fuerza Aérea con 329.000 y la Espacial con 2.500.

El cambio cultural fue uno de los ejes del mensaje de la administración Trump a los mandos militares, desde comienzos de la actual gestión presidencial. Cabe señalar que en la reunión a comienzos de octubre estaban presentes los generales de cuatro, tres, dos y una estrella, que en total son ochocientos. La reunión fue convocada con menos de un mes de anticipación y estuvo presente la casi totalidad de los jefes que mandan bases en el exterior.

Hegseth planteó que flexibilizará reglas disciplinarias y mandará a revisar las definiciones de lo que su jurisdicción considera un “liderazgo tóxico, acoso, se debilitarán las protecciones, y hostigamiento para quienes hagan cumplir las normas, sin temor a represalias o dudas”. Concretamente dijo: “Alguien que cometió infracciones perdonables, en mala fe o menores, no puede ser impedido de ascender de por vida por eso. De lo contrario, sólo intentará no cometer errores”.

En su mensaje criticó los estándares de aptitud física y aseo y los militares transgénero: “Tuvieron que emitir declaraciones desconcertantes de diversidad, inclusión y LGBTQE+. Les dijeron que las mujeres y los hombres son lo mismo, o que los hombres que piensan que son mujeres es algo completamente normal”.

Trump, por su parte, fue recibido sin los aplausos que esperaba y así lo hizo saber. Acostumbrado a multitudes ruidosas de seguidores que le festejan sus bromas y aplauden sus ataques, no recibió este tipo de respuesta de este auditorio y se mostró impasible. El presidente agregó: “Si no son verdaderos guerreros, saldrán de las Fuerzas”.

Cabe señalar que ha dispuesto reducir en un 20% la cantidad de generales. Trump dijo que “Estados Unidos está bajo una invasión desde adentro”, en referencia a la inmigración ilegal, y que se está cometiendo el error de enfrentar esa amenaza analizando “resucitar obsoletos acorazados, desaparecidos tras la Segunda Guerra Mundial y que ya no fabrica ninguna armada”.

El Pentágono ejecuta la mayor
El Pentágono ejecuta la mayor purga de altos mandos militares en décadas bajo la administración Trump y Pete Hegseth. Foto: Reuters

En esa misma oportunidad, Trump anunció que “el propósito de nuestro Ejército es proteger nuestra república”. Sobre Rusia, agregó: “Envíe un submarino nuclear, el arma más letal jamás creada. Son indetectables” y destacó también que tiene ubicado un buque anfibio frente a sus costas y que aviones estadounidenses están participando en acciones en el marco de la OTAN, para impedir las violaciones al espacio aéreo europeo con drones por parte de Moscú.

Mostrando que está liderando e intensificando la acción militar, sostuvo: “Estamos veinticinco años por delante de ellos [los rusos] y de China en el tema del armamento atómico”, aunque enseguida alertó: “El rápido avance de enemigos que están agrupándose podrían lograr que en cinco años nos igualen”.

Cabe señalar que semanas atrás, el presidente estadounidense cambió el nombre de la cartera militar: sacó el de Defensa, que se había impuesto tras la Segunda Guerra Mundial, y volvió a llamarlo de Guerra, que hasta los años cuarenta era el que se refería concretamente al Ejército. Con ello quiso dar un mensaje en cuanto al espíritu militar. Dijo también que “juntos, en los próximos años, vamos a transformar a nuestras Fuerzas Armadas en algo más fuerte, más recio y más rápido”.

Al finalizar, Trump exhortó a “vigilar el enemigo interior” y que para ello se debe “resucitar el espíritu guerrero”. Concretamente sostuvo: “Las ciudades gobernadas por los demócratas de la izquierda radical, San Francisco, Chicago, Nueva York y Los Ángeles, son lugares peligrosos; y las vamos a poner en orden, una por una, como ya se ha hecho en Los Ángeles y Washington o Portland”.

Confirmó que la Guardia Nacional será el instrumento principal para desarrollar esta tarea y agregó: “Le dije a Pete [Hegseth] que deberíamos usar algunas de estas peligrosas ciudades como campo de entrenamiento para nuestro Ejército”. Cabe señalar que gobernadores y alcaldes demócratas han cuestionado, incluso en la Justicia, estos despliegues militares. Trump dijo que “hoy, bajo mi dirección, cada servicio [fuerza] se asegurará de que todos los requisitos para cada combatiente se ajusten exclusivamente al más alto estándar masculino. La era del liderazgo políticamente correcto y excesivamente sensible termina ahora mismo”.

En la presidencia de Biden se llegó a nombrar a un almirante transexual, Rachel Levine, al frente del principal organismo sanitario de la Armada. Hegseth dijo también “durante demasiado tiempo, hemos ascendido a demasiados uniformados por razones equivocadas: en función de su raza, en función de cuotas de género o en función de supuestos primeros logros históricos”.

En febrero, a menos de dos meses de gobierno, el presidente relevó sin dar explicaciones al Jefe del Estado Mayor Conjunto, Charles Brown, de la Fuerza Aérea, y también al Jefe de la Armada, al Subjefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea y otros jefes militares. El fentanilo fue planteado en dicha reunión como parte del enemigo interior.

Situaciones como el actual despliegue militar frente a las costas de Venezuela parecen combinar, aunque de forma no explícita, el concepto de enemigo interior y exterior al mismo tiempo. La intervención militar estadounidense fuera del propio territorio por esta causa, va ganando terreno en los Estados Unidos.

Charles Brown, quien era jefe
Charles Brown, quien era jefe del Estado Mayor Conjunto, fue destituido por Trump

Ahora, el Departamento de Guerra de EEUU ha hecho público que pedirá la pena de muerte para quienes inciten a los militares a desobedecer las órdenes provenientes de la Casa Blanca, a través de sus cadenas de mando. Tras la exhortación de media docena de congresistas a los militares para que no obedecieran las supuestas decisiones ilegales del presidente, Trump, a través de la red social Truth Social, acusó a dichos parlamentarios de realizar una “sedición del más alto nivel”, mientras que la Casa Blanca se mantuvo en silencio. Los calificó de “traidores” y reclamó que fueran “arrestados y juzgados”.

Los legisladores tienen todos pasado en las Fuerzas Armadas o los organismos de seguridad. El mensaje de los legisladores demócratas, dado a conocer el 24 de noviembre, había advertido que las “amenazas a la Constitución” pueden provenir “también de aquí mismo, en casa” y destacó que las leyes estadounidenses permiten y exigen rechazar órdenes manifiestamente ilegales.

El contenido de esta declaración no menciona órdenes específicas, pero su oportunidad aparece vinculada a las acciones que se vienen realizando contra el narcotráfico en las aguas frente a Venezuela, sobre las cuales han surgido críticas dentro y fuera de Estados Unidos. El Comandante Sur de este país, el almirante Alvin Holsey, designado en noviembre de 2024, pasará a retiro en diciembre de este año.

Algunos medios vincularon su reemplazo anticipado con desacuerdos con la agenda “anti-woke” de Trump, pero otros lo hicieron con la legalidad de las acciones contra las embarcaciones venezolanas que supuestamente trafican droga. Al mismo tiempo, el Jefe de Operaciones de la Armada, el almirante Frank Bradley, testificó ante la justicia militar que los náufragos muertos en el ataque a una “narco-lancha” estaban dentro de las operaciones legales establecidas.

El Departamento de Guerra estadounidense confirmó la apertura de una investigación formal contra el senador Mark Kelly, demócrata de Arizona, por graves violaciones al código de justicia militar. Cabe señalar que es el de mayor graduación de los seis jefes que firmaron el documento. Se trata de una grabación que fue difundida por ellos mismos. Funcionarios del Pentágono sostienen que la idea es volver a llamar al servicio activo a Kelly para poder someterlo así a una corte marcial. Esta propuesta generó una reacción positiva en Trump, quien estaría dispuesto a respaldar el proceso. Por su parte, Hegseth calificó al video como “despreciable, temerario y falso”, calificando a sus firmantes como “los seis sediciosos”.

El Departamento de Guerra dice estar revisando las declaraciones de Kelly, que en su opinión estarían dirigidas explícitamente a las tropas en sus distintos grados. Advierten que para las autoridades militares, las declaraciones podrían interpretarse como un llamado a la desobediencia, sin que se haya mencionado una orden real, específica o ilegal que justificara el mensaje. En respuesta al video, un grupo de legisladores republicanos y veteranos de guerra difundió su propio mensaje, subrayando las consecuencias de desobedecer órdenes legales, sosteniendo que “cualquier militar que rechace una orden legítima puede enfrentar una corte marcial”, de acuerdo a lo expresado por el congresista Jack Bergman, que es teniente general retirado.

Se ha abierto un debate sobre el cumplimiento de órdenes legales o ilegales en las Fuerzas Armadas estadounidenses que debe ser atendido por Trump y su Jefe del Pentágono, Pete Hegseth, con prioridad.

El autor es Director del Comité de Fuerzas Armadas y Política Exterior del CARI