Argentina: ¿naufragio educativo? Las generaciones en riesgo

La aparente crisis desnuda la fragilidad de un país que no quiere resignarse a perder su capital más valioso: el conocimiento

Guardar
¡En un mundo de competencia
¡En un mundo de competencia extrema, los niños argentinos requieren ser tratados como un capital social insustituible! (Freepik)

Hoy en día, las escuelas argentinas enfrentan el dilema de mantener contenidos básicos o adecuarse a un mundo en el que la alfabetización digital es tan relevante como la lectoescritura convencional en su momento; incluso viendo la distancia entre las instituciones rurales y urbanas, así como entre los colegios públicos y privados, se va incrementando, lo que obliga a los docentes a enfrentarse a aulas diversas.

Es entonces donde subyace la nueva ecuación a la que hay que darle respuestas inmediatas: la “IA” (inteligencia artificial) en las aulas, pensándola más como una aliada, que como una amenaza. La aparición de la IA en la vida diaria, da paso al debate respecto a de qué manera podemos incorporarla a la educación sin que reemplace el pensamiento crítico.

Estudiantes de la Escuela Técnica
Estudiantes de la Escuela Técnica N° 3 “María Sánchez de Thompson”, de Palermo, desarrollaron un kit tecnológico que permite analizar la potabilidad del agua y lo llevaron a una escuela rural de Campo La Paz, en Salta.

En universidades de Argentina ya se están utilizando plataformas que sugieren bibliografía personalizada, corrigen exámenes y crean simulaciones de laboratorio y, en algunas escuelas secundarias, ciertos profesores emplean instrumentos de IA para crear lecciones interactivas o para respaldar el proceso de aprendizaje en alumnos con dificultades de comprensión.

No obstante, advertimos un riesgo doble: que la inteligencia artificial se vuelva una herramienta solo para aquellos que tienen acceso a dispositivos y conexión, (lo que aumentaría la desigualdad) y que se use como un atajo que debilite la habilidad de los estudiantes para razonar y ser creativos.

Por eso vamos a necesitar políticas claras tendientes a capacitar a los maestros en el uso crítico de estas tecnologías, asegurando un “acceso igualitario” y, ante todo, instruir a nuestros chicos para que sepan diferenciar entre información fiable y manipulación (digital).

La aparición de la IA
La aparición de la IA en la vida diaria, da paso al debate respecto a de qué manera podemos incorporarla a la educación sin que reemplace el pensamiento crítico. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Tenemos claro que las niñeces se desarrollan en un contexto que es absolutamente diferente al de las generaciones pasadas, hoy los niños crecen en medio de pantallas, con acceso a contenidos globales desde la infancia y expuestos continuamente a estímulos que configuran su atención y sus relaciones sociales.

Agreguemos que las dificultades económicas hacen que la cosa se enmarañe; numerosas familias tienen que trabajar más para compensar, lo cual disminuye el tiempo de compañía en casa.

Ciertamente, el reto es doble: por un lado, asegurar que los niños tengan acceso a experiencias culturales y educativas enriquecedoras, y al mismo tiempo salvaguardarlos de los peligros de la “hiperconectividad”. No solo la escuela, sino también las políticas públicas que garanticen un desarrollo integral de los educandos, incluyendo una nutrición apropiada, áreas para jugar, atención a la salud y apoyo emocional, seguirán siendo fundamentales.

¡En un mundo de competencia extrema, los niños argentinos requieren ser tratados como un capital social insustituible!

La inflación, la precarización laboral y los obstáculos para planear un futuro estable en este escenario, y el papel de la familia como apoyo educativo y emocional se vuelve más importante que en cualquier otro momento; los padres y las madres debemos conciliar extensas horas de trabajo con la necesidad de guiar a nuestros hijos durante su aprendizaje, en donde no podemos abandonarlos ni relegarlos.

Vemos muchas circunstancias en donde la resiliencia de las familias argentinas es notable: se organizan en redes comunitarias, participan en cooperadoras escolares, buscan alternativas de formación extracurricular y sostienen valores de solidaridad, pero todo bajo la presión económica que erosiona la capacidad de brindar un entorno seguro y estable.

A todo esto, qué les podemos pedir a los políticos de turno, (mirando los últimos resultados electorales), si no que dejen de lado la confrontación estéril y lleguen a acuerdos respecto a la educación y al futuro de los jóvenes, en donde sea necesario que los líderes entiendan que la inversión en educación no es un gasto, sino el fundamento para el progreso económico y social del futuro que nos golpea la puerta.

Que las medidas que se tomen aseguren que todos los alumnos dispongan de acceso a dispositivos, conexión y capacitación en habilidades digitales; capacitar a profesores en inteligencia artificial, formar a los docentes para que incorporen estas herramientas de manera crítica y creativa; el rol también de los sindicatos abriendo sus puertas para acompañar todos estos procesos y brinden apoyo y capacitaciones; sumar programas de respaldo a la infancia con espacios para jugar, atendiendo a la salud mental y a la nutrición como derechos fundamentales.

Y por último, que se generen incentivos a la investigación y la innovación, estableciendo conexiones entre universidades, empresas e instituciones gubernamentales con el fin de crear empleos de alta calidad.

Los gobernantes de todos los niveles, tienen que estar a la altura de las circunstancias para que el futuro de Argentina sea positivo, y bien lejos del “naufragio educativo”.

*El licenciado Alexis Chaves es politólogo y analista parlamentario.