
En Argentina, cuando hablamos de financiar el crecimiento, no hablamos de teoría: hablamos de sobrevivir. Y cuando decimos “crédito pyme”, hablamos de un puente vital. No es un lujo. Es un derecho. Es la diferencia entre contratar y despedir, entre crecer o cerrar. En diciembre de 2024, emitimos una Obligación Negociable en el mercado de valores por $1.000 millones, avalada por varias SGRs. Esa operación fue un hito para Alprestamo y una muestra clara de cómo el sistema de garantías permite que empresas como la nuestra puedan seguir apostando al crecimiento con herramientas reales y sólidas.
Nuestro negocio nació como una pyme. Éramos cinco personas, un producto mínimo viable y una idea grande: que millones de personas pudieran acceder a productos financieros con un clic. Hoy operamos en 6 países, tenemos más de 7 millones de usuarios y trabajamos con más de 100 instituciones. Pero eso solo fue posible gracias al financiamiento pyme. Y en particular, al apoyo de las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) que creyeron en nosotros cuando nadie más lo hacía.
Por eso, cuando la Cámara Argentina de Fintech expresó su preocupación por la derogación del régimen de aportes a las SGR, no dudamos ni un segundo: Alprestamo apoya el comunicado, con fuerza y convicción.
Un sistema que funciona y sostiene al país productivo
Las SGR permiten que empresas aporten capital a un fondo de riesgo que, a su vez, garantiza préstamos a pymes sin garantías reales. Es una herramienta eficiente, federal y multiplicadora, como muestran los datos más recientes:
- En 2024, las SGR emitieron avales por más de $2,9 billones, triplicando el volumen de 2023 ($708 mil millones).
- En marzo de 2025, el total de créditos garantizados por el sistema superó los $2,5 billones, el nivel más alto registrado desde 2020.
- Más de 33.000 Mipymes accedieron a crédito en 2024 gracias a avales de SGR.
- A noviembre de 2024, más de 41.000 empresas tenían avales activos, un crecimiento del 27% interanual.
Este volumen no es simbólico: es vital. Las pymes utilizan estos créditos para sobrevivir. Literalmente. Pagan sueldos, compran insumos, invierten en maquinaria, lanzan nuevos productos o simplemente mantienen las puertas abiertas.
Lo vivimos en primera persona: cuando recorríamos las primeras semanas como PyME, pedimos un préstamo avalado por una SGR para financiar nuestro MVP. Eso hizo posible que pudiésemos crecer, contratar, lanzar versiones en nuevos países y escalar hasta llegar a millones de usuarios. Sin ese respaldo, hubiese sido imposible acceder al financiamiento que requiere una empresa en etapa inicial.
Una herramienta que debe escalarse, no eliminarse
El modelo de las SGR es virtuoso. Permite que inversores privados apalanquen con garantías el crédito a pymes. Ese círculo virtuoso genera inversión, empleo y desarrollo. Así lo demuestra la experiencia de cientos de empresas del ecosistema. Y hoy, como representantes de una compañía que surgió con ese respaldo y se convirtió en referente regional, sentimos la responsabilidad de alzar la voz.
Somos parte de esa Argentina que apuesta todos los días por hacer, por construir, por crecer. No queremos volver a un país donde el crédito es para pocos y las reglas del juego se cambian sin escuchar al que produce.
Apoyamos a las SGR porque sin ellas no hubiésemos llegado hasta acá. Porque sabemos que sin crédito no hay innovación. Sin pymes no hay país. Y sin diálogo, no hay futuro.
Hoy, más que nunca, necesitamos un sistema financiero moderno, inclusivo y colaborativo. Y necesitamos reglas claras que no se cambien de un día para otro, dejando al ecosistema pyme en la incertidumbre.
Invitamos a todos los actores del sistema a repensar esta medida. A defender lo que funciona. A sumar más innovación, no menos.
Y a construir juntos una economía donde crecer no sea una excepción, sino la norma.
El autor es CEO y Cofundador de Alprestamo
Últimas Noticias
El cerebro humano gasta 20 watts, la IA necesita una ciudad
La inteligencia artificial promete productividad y crecimiento, pero trae una factura eléctrica en rápido ascenso. ¿Podrán las redes eléctricas —y la política energética— sostener la próxima ola de modelos generativos?

El diseño como reflejo de una época
Los biomateriales surgen como respuesta innovadora y sostenible frente al modelo industrial del siglo XX

Black Friday: el termómetro del comercio impulsado por IA
La inteligencia artificial se consolida como clave, optimizando la conversión y personalización de la experiencia de compra

El otro padre de la IA pone fecha al fin del trabajo humano tal como lo conocemos: 2042
Jürgen Schmidhuber, pionero que co-creó la memoria LSTM, la tecnología detrás del reconocimiento de voz y los traductores automáticos, sostiene que la humanidad es una etapa de transición hacia formas de inteligencia más avanzadas. Su pronóstico: los empleos tradicionales, especialmente el de oficina, cambiará de raíz en pocas décadas, pero como paso hacia una economía de abundancia

Del “abran las escuelas” a la educación en el hogar: contradicciones de una sociedad que se rompe en sus grietas
Entre los anuncios se advierte que se ampliará el homeschooling mientras se acaba de habilitar a adolescentes desde los 13 años a “invertir en la bolsa de valores”




