
Durante la década de los ’90, el BCRA sólo tenía dólares en el activo y base monetaria en el pasivo. Tras el paso del Kirchnerismo el BCRA sólo tenía títulos públicos en el activo y deuda remunerada en el pasivo. La diferencia implicó la quiebra del BCRA y la destrucción de la moneda.
La estrategia fue simple. Para disponer de los dólares del BCRA, el Gobierno continuamente le colocaba bonos a cambio de sus reservas.
En dos décadas, los títulos públicos en poder del BCRA sumaban USD 142.000 millones a finales de 2023. La mayoría de los bonos lo llamaron “Letras Intransferibles”.
A precios de mercado la deuda pública en el activo del BCRA pasó de USD 30.000 millones a finales de 2023, a USD 72.000 millones a finales de 2024
Como los bonos cotizaban con paridades cercanas al 30% en el mercado, durante los años kirchneristas, el BCRA valuaba su activo a valor nominal (100 por ciento).
Durante el Gobierno de Cambiemos y en la actualidad, los bonos se valúan a precio de mercado, siguiendo las prácticas de todo Banco Central. A precios de mercado la deuda pública en el activo del BCRA pasó de USD 30.000 millones a finales de 2023, a USD 72.000 millones a finales de 2024.

La estrategia terminó vaciando todas las reservas internacionales del BCRA. Para finales de 2015 y finales de 2023, el BCRA ya no tenía reservas propias. No llegaron a cero porque estaban infladas contablemente con el swap chino y los encajes del sector privado.
Argentina debería tener reservas internacionales en el BCRA por no menos de USD 140.000 millones, es decir, todos los dólares expropiados durante el Kirchnerismo. Esto implica que el BCRA debería tener reservas por el 20% del PBI, como Brasil, pero en realidad quedó con reservas netas en cero, como Cuba.

No está de más recordar que, para dilapidar las reservas, se tuvo que cambiar la Carta Orgánica del BCRA, porque la entidad tenía prohibido financiar al Estado, por eso no registraba títulos públicos en su balance durante los noventa.
En 2012, el Congreso Nacional aprobó una nueva Carta Orgánica que habilitó el saqueo de las reservas por títulos públicos. Actualmente, la “deuda intrasector público” suma un total de USD 212.000 millones, de los cuales el BCRA posee USD 142.000 millones.
Para dilapidar las reservas, se tuvo que cambiar la Carta Orgánica del BCRA, porque la entidad tenía prohibido financiar al Estado, por eso no registraba títulos públicos en su balance durante los noventa
El resto de la deuda intrasector público (USD 70.000 millones) se debe a la expropiación de los ahorros de las AFJP (2008) y a la obligación impuesta al Anses y los Bancos Públicos para comprar más deuda pública al Tesoro y quedarse con sus pesos o dólares.

El endeudamiento de la entidad
En los noventa, el BCRA no tenía deuda remunerada. Tras el fin de la convertibilidad, el BCRA comenzó a emitir deuda remunerada, primero con la excusa de comprar dólares y luego para retirar del mercado los pesos emitidos para financiar al Estado.
A finales de 2023, el stock de Leliqs sumaba el equivalente a USD 71.000 millones y pagaba intereses por el 10% del PBI. Para entonces, el déficit cuasifiscal ya era dos veces el déficit del Tesoro Nacional.
A finales de 2023, el stock de Leliqs sumaba el equivalente a USD 71.000 millones y pagaba intereses por el 10% del PBI
Pero también el BCRA se endeudó con China por USD 18.000 millones, al menos para inflar contablemente las reservas, que como vimos, fueron vaciadas.
Entre las Leliqs y el swap chino, el BCRA tenía una deuda remunerada por casi USD 90.000 millones a finales de 2023.

Durante 2024, el nuevo Gobierno logró sanear buena parte del pasivo del BCRA. La deuda remunerada del BCRA ahora suma USD 27.500 millones, entre Bopreal y el swap chino.
El acuerdo con el FMI
El BCRA compró más de USD 25.000 millones desde el cambio de Gobierno, pero las reservas sólo aumentaron en USD 7.300 millones, principalmente gracias a los dólares del blanqueo.
El BCRA no logra acumular reservas porque la mayor parte se utiliza para pagar en efectivo los vencimientos de la deuda pública
El BCRA no logra acumular reservas porque la mayor parte se utiliza para pagar en efectivo los vencimientos de la deuda pública.
En números, el Gobierno ya canceló deuda por USD 15.500 millones entre intereses y capital, dólares que compró con el superávit primario y el resto mediante la colocación de deuda al sector privado.

El Gobierno explica que el acuerdo con el FMI busca recomponer reservas genuinas del BCRA. En otras palabras, revertir lo que hizo el Kirchnerismo.
Con los dólares del FMI se pretende comprar la deuda pública en tenencia del BCRA. De esta manera, el BCRA recupera reservas y el Tesoro no aumenta la deuda pública porque únicamente cambia de acreedor.

En definitiva, en 2024, el Gobierno saneó el pasivo del BCRA. En 2025, mediante el acuerdo con el FMI, se busca sanear el activo. Dicho de otra forma, se pretende eliminar las Leliqs y recomponer las reservas.
Cuando el Gobierno logre el acceso al crédito (índice de riesgo país menor a 350 puntos básicos), podrá dejar de pagar en efectivo el servicio de la deuda pública y comenzar a refinanciar los vencimientos de capital.
En 2024, el Gobierno saneó el pasivo del BCRA. En 2025, mediante el acuerdo con el FMI, se busca sanear el activo
En ese escenario, el BCRA podrá acumular los dólares que compra en el mercado de cambios y terminar de sanear su activo.
Por último, el BCRA debería tener prohibido, por Carta Orgánica, no sólo financiar al Tesoro, sino también emitir deuda remunerada: los dos caminos que usaron varios gobiernos para saquear al BCRA.
El autor es director de la consultora Econométrica
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