Inversiones responsables en la era post Silicon Valley Bank: un nuevo paradigma para América Latina

Las empresas latinoamericanas tenemos la oportunidad de consolidarnos como líderes en innovación y sostenibilidad. Para lograrlo, es clave que adoptemos un enfoque responsable y estratégico, priorizando la rentabilidad y el impacto a largo plazo.

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Una imagen de hace dos
Una imagen de hace dos años del headquarters de Silicon Valley Bank en Santa Clara, California, EEUU (REUTERS/Brittany Hosea-Small/File Photo)

La caída del Silicon Valley Bank, hace dos años, marcó un punto de inflexión en las inversiones de capital de riesgo. En América Latina, este nuevo contexto refuerza la importancia de un enfoque responsable, con las fintech como motores clave de la inclusión financiera y el desarrollo económico.

Este mes se cumplen dos años de la caída del Silicon Valley Bank (SVB), lo que se estima que fue la mayor quiebra bancaria desde la crisis financiera de 2008 en Estados Unidos y la segunda más grande en la historia de ese país. Este hecho, que sacudió los cimientos del mundo de las inversiones de capital de riesgo y marcó el fin de una era de crecimiento a cualquier costo, sumado al resurgimiento de políticas proteccionistas y nacionalistas, nos obliga a repensar el futuro de las inversiones en América Latina.

Lecciones del colapso de SVB

SVB manejaba aproximadamente USD 209.000 millones en activos y tenía alrededor de USD 175.500 millones en depósitos totales, con una gran proporción de ellos sin asegurar. La rápida retirada de depósitos, con USD 42.000 millones retirados en un solo día, fue clave en su colapso.

Este mes se cumplen dos años de la caída del Silicon Valley Bank (SVB), lo que se estima que fue la mayor quiebra bancaria desde la crisis financiera de 2008 en Estados Unidos y la segunda más grande en la historia de ese país

El impacto de este evento generó una fuerte aversión al riesgo en los mercados financieros globales, afectando diversas clases de activos, incluyendo las inversiones de capital de riesgo. La crisis se convirtió en un llamado a la acción para recordarles a los inversores la importancia de la sostenibilidad y la rentabilidad a largo plazo.

Si bien el año pasado, según la Asociación de Capital Privado de América Latina (Lavca), el ecosistema de capital de riesgo registró un crecimiento del 7,14% en la región, los inversores ahora están priorizando empresas con modelos de negocio probados, flujos de caja positivos y prácticas de gobernanza sólidas. La era de valoraciones estratosféricas y crecimiento desenfrenado a expensas de la rentabilidad parece haber quedado atrás.

¿Qué significa esto para América Latina? Si bien la región no está exenta a que la incertidumbre global pueda generar una disminución en el flujo de capital de riesgo, también representa una oportunidad para que las empresas regionales demuestren su resiliencia y potencial.

En este nuevo contexto, las inversiones responsables adquieren una relevancia aún mayor. Esto implica no solo buscar retornos financieros, sino también considerar el impacto social y ambiental de las inversiones. La tecnología tiene el poder de fomentar el acceso a los servicios financieros y de generar un impacto positivo en las comunidades más vulnerables.

El sector financiero de la región viene mostrando cierta estabilidad. Y, a pesar de los desafíos, el ecosistema fintech en América Latina sigue en expansión, impulsado por la creciente demanda de servicios financieros digitales. Las fintech tenemos el potencial de promover la inclusión financiera y el desarrollo económico en la región.

En Argentina, según el tercer Informe de Crédito Fintech, presentado por la Cámara Argentina Fintech y el ITBA, las fintech incorporaron a más de 700.000 personas al crédito formal en el último año, alcanzando un total de 6,4 millones de titulares de crédito en el país. Además, las fintech otorgan uno de cada cinco préstamos en Argentina, consolidándose como actores clave para el desarrollo de personas y empresas.

Si bien la región no está exenta a que la incertidumbre global pueda generar una disminución en el flujo de capital de riesgo, también representa una oportunidad para que las empresas regionales demuestren su resiliencia y potencial

A nivel regional, el 57,32% de las fintech están enfocadas en atender a personas y empresas no bancarizadas o sub-bancarizadas, reflejando el compromiso del sector con la inclusión financiera, según un estudio del BID. El crecimiento del ecosistema en países como el nuestro experimentó un aumento del 333% en el número de empresas desde 2017.

El futuro de América Latina

A pesar de los desafíos, somos optimistas sobre el futuro de América Latina. La región cuenta con un ecosistema emprendedor vibrante y en constante crecimiento, así como con un talento humano excepcional.

En este nuevo paradigma, las empresas latinoamericanas tenemos la oportunidad de consolidarnos como líderes en innovación y sostenibilidad. Para lograrlo, es clave que adoptemos un enfoque responsable y estratégico, priorizando la rentabilidad y el impacto a largo plazo.

Desde hace siete años, conectamos a personas y empresas que necesitan productos financieros con bancos y empresas del sector, ofreciendo una amplia oferta de servicios en un solo clic. Estamos comprometidos con ser parte de este futuro, ayudando a quienes estén construyendo un mañana más próspero y equitativo para América Latina.

El autor es CEO y cofundador de Alprestamo