
Lawrence H. White se graduó de economista en la Universidad de Harvard y obtuvo un PhD en Economía en UCLA. Actualmente enseña Teoría y Política Monetaria en la George Mason University, y es profesor visitante de la Universidad Francisco Marroquín. Anteriormente enseñó en la Universidad de Nueva York, la Universidad de Georgia y la Universidad de Missouri - St. Louis.
Se especializa en la teoría e historia de la banca y el dinero. Representa junto a George Selgin y Kevin Dowd una corriente moderna de la Free Banking School, o Escuela de la Banca Libre.
En un artículo ya clásico que lleva el título de “La Banca Central: una recapitulación”, el autor sistematiza las debilidades principales de una autoridad monetaria central. No se trata, en particular, del Banco Central de la República Argentina (BCRA), sino que son cuestionamientos abstractos a la naturaleza del monopolio de emisión que constituye cualquier autoridad central.
Aunque el artículo no es reciente, puede permitir comprender desde un enfoque técnico, los cuestionamientos que la Escuela Austríaca, y en particular Javier Milei, a las autoridades monetarias. La siguiente síntesis respeta los subtítulos del documento original, con un resumen adaptado a este medio.
- Los riesgos prácticos de la banca central
Los bancos centrales son organismos burocráticos con incentivos erróneos, al no estar sujetos a la disciplina del mercado. Esto les permite ignorar ineficiencias regulatorias y solo reaccionar ante crisis evidentes.
Además, los bancos comerciales presionan al banco central para obtener privilegios legales que les garanticen mayores rentas. Estas rentas provienen de restricciones como:
- Límites a las tasas de interés.
- Restricciones para crear nuevos bancos.
- Limitaciones a la apertura de sucursales.
- Prohibición a empresas no bancarias de prestar servicios financieros.
- Préstamos a tasas preferenciales.
Este proceso genera ineficiencia, reduce la competencia y frena innovaciones bancarias que podrían beneficiar a los consumidores.

- Expansión monetaria y ganancias gubernamentales
El banco central genera ingresos mediante la emisión de dinero, conocido como señoreaje. Dado que la emisión tiene un costo de producción casi nulo, la diferencia entre su valor de cambio y el costo de impresión es un ingreso directo para el gobierno.
La tentación de aumentar la oferta monetaria sin límites genera inflación, que actúa como un impuesto oculto al reducir el poder adquisitivo. Los gobiernos prefieren este tipo de impuesto porque no es coercitivo ni fácilmente detectable.
La tentación de aumentar la oferta monetaria sin límites genera inflación, que actúa como un impuesto oculto al reducir el poder adquisitivo
Para mantener la demanda de su dinero, los bancos centrales imponen medidas que restringen la competencia, como:
- Exigir reservas obligatorias.
- Limitar tasas de interés sobre depósitos.
- Prohibir el uso de monedas extranjeras o metales preciosos.
- Manipulación macroeconómica con fines políticos
Los gobiernos pueden utilizar la política monetaria para mejorar su imagen y aumentar sus chances de reelección. Esto ocurre cuando:
- Los votantes reaccionan a los niveles de inflación y desempleo al elegir a sus líderes.
- El banco central reduce el desempleo temporalmente con inflación inesperada.
- Los gobiernos presionan al banco central para estimular la economía antes de elecciones.

A largo plazo, esto genera ciclos de inflación y crisis. Si el público anticipa esta estrategia, la inflación termina siendo una profecía autocumplida.
- Política económica errática y destructiva
El banco central carece de la información necesaria para ajustar correctamente la oferta monetaria. A diferencia de un empresario, no recibe señales claras sobre cuánta liquidez debe emitir.
En un sistema de dinero convertible, como el patrón oro, la escasez de reservas obliga a los bancos a moderar la expansión. En cambio, bajo dinero fiat, el banco central puede expandir la base monetaria sin consecuencias inmediatas, aumentando el riesgo de inflación crónica.
- Independencia del banco central y reglas monetarias
Algunos economistas proponen darle independencia o imponer reglas estrictas al banco central. Sin embargo, la independencia no elimina las presiones políticas ni corrige los incentivos distorsionados.
Algunos economistas proponen darle independencia o imponer reglas estrictas al banco central. Sin embargo, la independencia no elimina las presiones políticas
Las reglas monetarias, como una expansión fija de la oferta de dinero, pueden ayudar pero no garantizan estabilidad. Con el tiempo, los bancos centrales suelen encontrar mecanismos para evadirlas. La estabilidad monetaria es posible sin banca central
La alternativa es un sistema monetario basado en el mercado libre, donde la oferta de dinero y servicios bancarios se ajusta a la demanda, sin intervención estatal.
Regimen monetario libre
Las principales características de este modelo son:
- Una unidad monetaria común emergería sin intervención gubernamental. Carl Menger demostró que el dinero surge naturalmente cuando los comerciantes eligen el bien más líquido como medio de intercambio. Históricamente, el oro y la plata cumplieron ese rol sin regulación estatal.
- Competencia entre emisores de dinero. Sin banco central, los bancos competirían emitiendo dinero, al igual que cualquier empresa compite ofreciendo mejores productos. Así, los consumidores elegirían los medios de pago más eficientes y seguros. En un mercado libre, los bancos competirían para ofrecer: mayor seguridad contra falsificaciones, convertibilidad fácil entre distintos activos, y depósitos con mejores rendimientos y servicios adicionales.

- La reserva fraccionaria no es fraudulenta. La reserva fraccionaria, donde los bancos mantienen solo una parte de los depósitos como reservas, permite un uso más eficiente del capital. Siempre que cumplan sus compromisos, no hay fraude. La competencia disciplinaría estas prácticas, la cual permite un uso más eficiente del capital y ha existido históricamente en sistemas bancarios estables. Mientras los bancos puedan cumplir sus compromisos con los depositantes, la reserva fraccionaria no representa un problema. En un mercado libre, los bancos serían disciplinados por la competencia y la vigilancia de sus clientes.
- Cámaras compensadoras como reguladoras.
- En sistemas libres, las cámaras compensadoras han actuado como reguladoras privadas. Certifican solvencia y facilitan pagos entre bancos, reduciendo el riesgo sistémico.
- Eliminación del pánico financiero y las corridas bancarias
- Contrario a lo que suele afirmarse, los sistemas libres han operado sin corridas generalizadas. La clave es permitir mecanismos de autorregulación, como: fondos de reserva para emergencias, suspensión temporal de pagos en casos extremos, y convertibilidad flexible de depósitos en activos.
La clave es permitir mecanismos de autorregulación, como: fondos de reserva para emergencias, suspensión temporal de pagos en casos extremos, y convertibilidad flexible de depósitos en activos
- Prestamista de última instancia innecesario. En sistemas libres, las cámaras compensadoras han cumplido el rol de prestamista de última instancia, aportando liquidez a bancos solventes con problemas transitorios.
- La cantidad de dinero se autorregula. En un sistema de banca libre, la cantidad de dinero se ajusta automáticamente a la demanda. Similar a como ocurre en un patrón oro. Si un banco emite en exceso, pierde clientes, forzándolo a corregir. Así, el mercado disciplina la creación de dinero.
- Integración con los mercados de capital globales. Un sistema sin bancos centrales facilitaría la integración financiera global, permitiendo que una moneda internacional surgiera naturalmente, sin intervención estatal. Podría establecerse una moneda global basada en estándares de mercado, eliminando las distorsiones del nacionalismo monetario.
Conclusión
La banca central genera distorsiones al regular ineficazmente el sistema financiero, expandir la oferta monetaria para financiar al gobierno y manipular la economía con fines políticos. Como alternativa, un sistema de banca libre permitiría que la competencia disciplinara a los bancos y que la cantidad de dinero se ajustara naturalmente a la demanda, sin intervención gubernamental.
El autor es Director del Centro Vera Smith, para el estudio del dinero privado, creado en el marco de las actividades de la Escuela de Negocios de la UFM
ultimas
Chancay: ¿Por qué es importante que los megaproyectos no descuiden la sostenibilidad?
Esta megaconstrucción ubicada al norte de Lima también presenta algunos cuestionamientos

Los movimientos populares marcharon pidiendo por la salud del Papa
El viernes 7 de marzo marcharon desde la avenida 9 de Julio a la Catedral de Buenos Aires

El riesgo de un “Argentexit”: implicancias de un acuerdo con EEUU
El anuncio de Javier Milei sobre una posible salida del Mercosur genera dudas sobre las consecuencias diplomáticas y comerciales

Sobre el atraso o adelanto cambiario
Mientras los cambistas proponen ajustar el tipo de cambio para equilibrar costos, el Gobierno defiende la estabilización a través de la solvencia fiscal y una política monetaria prudente para crear un marco de competitividad sostenible

La batalla por el PJ
El desafío abierto de Milei a Kicillof lo posiciona como su principal rival en una polarización que incomoda a La Cámpora y pone en riesgo la unidad del peronismo
