Probemos otra vez

No es hora de imágenes o retórica. Se quedan en la superficie de los problemas de esta sociedad del siglo XXI

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El Comité Nacional de la
El Comité Nacional de la UCR

En esta hora de desesperaciones encontradas, entre gobierno y oposición, lógicamente dividida, creo que los radicales debemos abocarnos y centrarnos en asociarnos, como fue siempre, con los que creen y defienden la Constitución Nacional. No con tono doctoral, sino con compromiso ideológico. Los partidos son corrientes de opinión que interpretan con conceptos a ella, dentro de ella. Pero la verdadera ideología es ella, como se autoconvenció Yrigoyen. A los radicales retóricos les resulta difícil admitirlo, porque se les atraviesa la imagen de Hipólito Yrigoyen o los discursos de Raúl Alfonsín. No es hora de imágenes o retórica. Se quedan en la superficie de los problemas de esta sociedad del siglo XXI. Lo único sensato es salvar el sistema agrupándonos con los que piensan parecido. Eso fue Cambiemos y JxC. ¿Por qué? Porque somos los únicos que creemos en el sistema. Milei no es populista, un concepto hecho para patinar. Un populista no se juega a una propuesta económica dura y dogmática, como la de él y en la perspectiva de disolver o destruir el Estado, el Banco Central, por ejemplo. Populistas son los kirchneristas a raíz de Laclau, no de Néstor.

En Entre Ríos y 8 provincias más optamos por la alianza explicada y por integrar esos gobiernos. No así CABA, que ha cambiado de postura y ahora promueve 2015. Mauricio Macri, después de su oportunismo entusiasta con Milei, ha ido dándose cuenta de que no hay tal coincidencia como él creyó y en la que creyeron cientos de miles de radicales ante la segunda vuelta e incluso ante los primeros pasos, requeridos de instrumentos legales, para cambiar la realidad heredada. Así como 9 provincias reúnen al PRO y a la UCR, las autoridades del partido en la provincia de Buenos Aires organizan un gran encuentro que les dé brújula a los radicales, muy divididos, en la provincia clave. Pero no hay otro camino que el que han planteado Maximiliano Abad y Miguel Fernández.

Este es un sendero que tomará CABA, también. Su Gobierno, el PRO y el sector que maneja a la UCR, se recuesta sobre una idiosincrasia capitalina. Ya que la Capital es la ciudad con mayor cantidad de personas independientes, centristas y que valoran propuestas serias en materia económica. CABA, según mi experiencia militante de 40 años, es la cabecera de playa de los criterios capitalistas en Argentina. La tendencia descrita no garantiza un triunfo. Pero son los argumentos tácitos que daban triunfos a la UCR local si solo participaba Fernando De la Rúa. Si no, era un partido del 22 al 25%. Tampoco es mecanismo de triunfo en la Provincia, pero reconstituye coherencia y territorialidad consciente. El mileismo está creciendo de la nada en la Provincia, pero en clave menemista que picotea al PJ. El desarrollo y progresividad de la administración de LLA irá demostrando su falta de sinceridad y coherencia que surge de sus propias bases, para nada anarquistas, hasta el vértice de orientación y poder, que no tiene nada de liberal o anarquista y mucho de conservadorismo visceral que ya, curiosamente, ni tienen los conservadores auténticos, sino estos desesperados del pataleo. Hay que impulsar en el partido la sensatez, no la pureza, ciertamente impotente. Hay que defender la sensatez reagrupante porque si no es el sistema el que colapsa. Es fundamental no herir ni insultar a nuestros posibles aliados, que ya lo han sido, y recordar, con humildad, en nuestro sincero entusiasmo con la fórmula de Patricia Bullrich. La sensatez tiene que ser coherente y programática.