
En política, y sobre todo en campañas electorales, no abundan las sorpresas. Lo que sí sobra son los sorprendidos. La última elección de Ecuador se constituye como un nuevo ejemplo de que toda campaña política es un proceso minuciosamente planificado en el que se van cumpliendo etapas para llegar a un objetivo final.
Dentro de la estrategia, todo. Fuera de ella, nada.
A la vez, los comicios del 9 de febrero fueron una especie de sobria redención a una herramienta tan vapuleada últimamente como las encuestas, sobre todo de las que se hacen profesionalmente y no con objetivos publicitarios.
De acuerdo a la Ley electoral ecuatoriana, para ganar en primera vuelta se necesita obtener la mitad más uno de los votos válidos, o lograr el 40 por ciento o más de los votos y una ventaja de 10 puntos sobre el perseguidor más cercano.
A partir de “Fake encuestas” muchos sectores descontaban una victoria holgada de Daniel Noboa, el actual presidente, en un margen cercano a los números necesarios para imponerse en esa primera ronda. Incluso el propio Noboa se encargó de fortalecer esas versiones y publicar “datos manipulados”.
Sin embargo, un trabajo de la consultora TresPuntoZero, propiedad de Shila Vilker, vaticinaba un empate técnico entre el actual Presidente y su principal rival Luisa González. Casi un calco del que, en definitiva, sería el resultado final: 44,2 por ciento para Noboa y 44 por ciento para Luisa Gonzalez.
Esos números tuvieron un impacto directo en ambos bunkers sobre el cierre de la noche de elección, principal hito de campaña que da inicio a la definición en la segunda vuelta.
Del lado de Noboa, todo fue silencio y decepción. Lo que se adivinaba como un gran festejo concluyó con un Presidente recluido y sin brindar declaraciones. Un auténtico escenario de derrota.
En la vereda de enfrente todo fue algarabía, González dialogó con los periodistas y brindó un mensaje de impacto nacional con una convocatoria a la unidad de los ecuatorianos en un contexto de híper polarización, capitalizando plenamente lo que para la enorme mayoría de analistas representó un enorme paso de cara a la segunda vuelta electoral.
La política también son estados de ánimo. El clima imperante de uno y otro lado empezaba a trazar la ruta hacia el ballotage.
El presente de Ecuador es preocupante. La economía pasa por un momento decididamente malo, con aumento del desempleo. La inseguridad se ha transformado en un problema sin control, al punto que sólo en el mes de enero fueron asesinadas más de 700 personas. Los apagones modifican la estructura del país y sus ciudadanos llegan a pasar hasta 14 horas diarias sin electricidad. El sistema sanitario está en crisis y la falta de medicamentos aumenta. Todos estos factores confluyen para que miles de ecuatorianos decidan abandonar el país por vías irregulares ante la falta de oportunidades. Muchos de ellos son deportados desde Estados Unidos.
Así, el contraste con el gobierno de Rafael Correa se hace sentir fuerte, la experiencia y el equipo son necesidades urgentes para un país en crisis y sin esperanza.
De este modo fue configurándose el encuadre electoral. La elección se polarizó por completo ante la continuidad que representaba un gobierno desgastado que no pudo resolver los problemas, sino que los profundizó, o el cambio que representa Luisa González.
A su vez, la candidata logró discutir el presente e instalar cuestionamientos hacia el oficialismo en la agenda pública. Este aspecto es esencial en las campañas electorales contemporáneas.
En consonancia con esta atmósfera de cambio, los números que marcan el camino a la segunda vuelta ya empiezan a evidenciar una ventaja para Gonzalez. Una nueva encuesta de TresPuntoZero muestra a la candidata de la Revolución Ciudadana creciendo -superando el 50 por ciento de las preferencias- y a Noboa con un techo del 46%, coincidiendo con el aumento al rechazo de su gestión y a la caída en la aprobación de su gobierno.
El 13 de abril los ecuatorianos tendrán la última palabra, pero sobre todo la oportunidad de elegir si van por un cambio o si todo sigue igual.
ultimas
Vocería de cartón
Su función no es defender las inconductas políticas de la presidenta Dina Boluarte y menos las suyas, como lo ha hecho en el caso Qali Warma

El nuevo orden financiero global: qué puede aprender Argentina del modelo estadounidense
La contabilidad distribuida, impulsada por blockchain, no es solo una tendencia, sino una revolución que redefine la transparencia, la eficiencia y la seguridad del ecosistema financiero

Las crisis políticas de Milei
En su primer año de gestión, el gobierno enfrentó paros generales, reveses legislativos y una ofensiva opositora. Pese a los intentos de bloqueo, la Casa Rosada logró sostener su programa económico

IA en 2025: realidades alcanzadas y mitos desmentidos
En un mundo donde la inteligencia artificial avanza rápidamente, es esencial comprender sus verdaderas capacidades y limitaciones. Cuáles son los errores que persisten y es necesario aclarar para comprender los verdaderos alcances de la herramienta

Antes de acusar a Israel...
Ese país tiene las FDI y el MOSSAD que hacen operaciones como las de los beepers. Pero también es la única democracia plural de Medio Oriente
