El nuevo orden financiero global: qué puede aprender Argentina del modelo estadounidense

La contabilidad distribuida, impulsada por blockchain, no es solo una tendencia, sino una revolución que redefine la transparencia, la eficiencia y la seguridad del ecosistema financiero

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Fotografía de archivo de una ilustración que muestra un Bitcoin simbólico. EFE/EPA/PABLO GIANINAZZI

La tecnología avanza a un ritmo implacable y con ella, el sistema financiero global se encuentra en una transición de los modelos tradicionales hacia modelos descentralizados. La contabilidad distribuida, impulsada por blockchain, no es solo una tendencia, sino una revolución que redefine la transparencia, la eficiencia y la seguridad del ecosistema financiero. Sin embargo, en Argentina seguimos debatiendo regulaciones obsoletas mientras el mundo ya traza su próximo movimiento estratégico.

Estados Unidos nos da una lección clara: la eliminación de la SAB 121 por parte de la SEC (Comisión de Bolsa y Valores) abre la puerta para que los bancos custodien cripto activos, reconociendo su importancia en la economía moderna. Mientras tanto, la orden ejecutiva de la administración Trump enfatiza el liderazgo estadounidense en blockchain e inteligencia artificial. Esto no es solo una declaración política, sino una demostración de cómo se construye un futuro financiero basado en la innovación y la regulación inteligente.

En contraste, Argentina sigue atrapada en la incertidumbre. La falta de una estrategia clara nos deja relegados en un mercado donde las oportunidades desaparecen rápidamente. La consolidación del ecosistema cripto es evidente: el inminente fin del juicio de la SEC contra Ripple podría sentar precedentes regulatorios clave, y la tokenización de activos avanza con el respaldo de gigantes como BlackRock y Ondo Finance. La pregunta es: ¿seguiremos siendo espectadores o asumiremos un rol protagónico?

El sector de Finanzas Descentralizadas (DeFi) es una prueba de esta evolución. Con una capitalización superior a los USD 3.13 trillones, sus beneficios son innegables: eliminación de intermediarios, acceso a productos financieros globales y reducción de costos. No obstante, los riesgos existen y solo una regulación bien diseñada podría mitigarlos. Adoptar estándares como la ISO 20022 no es una opción, es una necesidad para garantizar interoperabilidad y cumplimiento normativo.

La modernización financiera en Argentina requiere decisiones concretas. Debemos seguir de cerca las políticas estadounidenses, establecer una reserva estratégica de cripto activos y fomentar la tokenización de bonos soberanos. Pero más importante aún, es imperativo que el sector público y privado trabajen en conjunto para implementar pilotos con blockchain en pagos de subsidios y control de gastos.

El tiempo de debate terminó: es momento de actuar. Argentina tiene la oportunidad de liderar en el mundo de la contabilidad distribuida, pero solo si somos capaces de abandonar el miedo a la innovación y abrazar un futuro donde la tecnología y la regulación pueden coexistir para fortalecer nuestra economía.

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