Ituzaingó: la batalla victoriosa en Brasil que cruza nuestro presente

Junto a Maipú y Ayacucho, el combate marcó el nacimiento de nuevas naciones en Sudamérica

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Cuando mencionamos en nuestro diario devenir “Ituzaingo o Ituzaingó” pensamos en el partido bonaerense ubicado al oeste de la capital Buenos Aires. Según Wikipedia, Ituzaingó es la ciudad cabecera del partido homónimo de la provincia de Buenos Aires. Anteriormente era parte del partido de Morón. Hoy viven aproximadamente 180.232 bonaerenses o ituzainguenses.

Es probable que el origen del partido haya sido a partir de la creación de la estación de tren Ituzaingó. Manuel Eustaquio Rodríguez Fragio, estanciero, natural de Santiago de Compostela (Galicia, España), era vecino del pueblo de Merlo. Don Manuel negoció con el Ferrocarril del Oeste la apertura de una estación intermedia entre Morón y Merlo, cedió tierras propias para su construcción que dio inicio en 1872. Aunque el servicio de trenes recién comenzó a rodar el 4 de enero de 1874, poco a poco, la estación Ituzaingó fue desplazando al nombre original del pueblo de Santa Rosa.

El partido de Ituzaingó estuvo hasta 1995, bajo la jurisdicción del de Morón; hasta que sancionada la ley provincial N° 11.610 (Anexo II), fue designado partido autónomo.

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Al norte de la provincia de Corrientes, hallamos la capital del departamento homónimo. El municipio comprende las islas: Apipé Chico, San Martín, Rivadavia, y Progreso. Fue fundada el 12 de agosto de 1864 por Bernardino Valle. Ituzaingó es la sede argentina de la represa hidroeléctrica de Yacyretá-Apipé. (Wikipedia). La Ituzaingó correntina posee aproximadamente 33.964 ituzainguenses.

Los porteños se suman como tantas ciudades argentinas, con la calle Ituzaingó desde calle Paracas hasta calle Bolívar en el pintoresco barrio de Barracas. Viene a mi memoria una calle Ituzaingó (al 800) en la ciudad de Concordia, Entre Ríos. Es evidente que Ituzaingó ha trascendido del pasado al presente.

¿Qué ocurrió en Ituzaingó y por qué trasciende de la historia a nuestros días?

El 20 de febrero de 1827, en plena contienda bélica con el Imperio del Brasil, se libró la batalla de Paso del Rosario o Ituzaingó. El Brasil, heredero del Reino de Portugal, nos declaró la guerra el día 10 de diciembre de 1825 (estamos en el bicentenario), completando la invasión de la Banda Oriental, bautizándola: provincia Cisplatina.

Para las Provincias Unidas, esta actitud “era inaceptable” (Félix Luna). El primer mandatario y primer presidente, Bernardino Rivadavia, tuvo que afrontar esta situación, que llegaba en el peor momento. El país seguía siendo un caos, dividido entre los caudillos del interior y los porteños de Buenos Aires. La flota brasileña se adueñó del río de La Plata y bloqueó el puerto de Buenos Aires. La reacción argentina iba a tomarse su tiempo en organizarse en forma seria y profesional.

Nuestros hermanos orientales, enseguida mostraron la intención de volver a integrarse a las Provincias Unidas. Buenos Aires siempre se encargó de combatir y no reconocer la acción del general Gervasio Artigas frente al avance portugués. Cierto es también que nuestro país, nunca contó con los fondos suficientes para atender todos los frentes militares, que se iban abriendo en este vasto territorio.

El general Carlos María de Alvear, a cargo del ejército Republicano, ha iniciado una campaña sorprendente amenazando en el sur del Brasil, todas sus líneas de comunicaciones que conectan a ese país con la Banda Oriental.

Muerte del coronel Brandsen
Muerte del coronel Brandsen

Esta gran unidad militar, es una mezcla de héroes de la independencia con acabada experiencia militar como Juan Lavalle, Ángel Pacheco, Federico Brandsen, Isidoro Suárez, Félix Olazábal, casi todos oficiales del Ejército de Los Andes… algunos recién llegados de Ayacucho (1824), con soldados de leva, forzados a combatir, reunidos en casi catorce regimientos de caballería de Línea y otras unidades de infantería y artillería.

Muy complicado logísticamente, sin buena cartografía y en medio de un calor abrazador, Alvear se mueve dubitativo como caballo de ajedrez negro, amenazado entre piezas blancas. Necesita urgentemente hallar campos de pasturas para levantar la caballada. 7700 hombres, (5700 a caballo, en estado muy precario) y 16 cañones serpentean de noche, hasta el río Santa María hasta el paso (del Rosario).

El general brasileño Felisberto Caldeira Brant, marqués de Barbacena, se apresura también con marcha nocturna, en tres columnas a sorprender al general Alvear. Como un artículo de reglamento militar, los argentinos han quedado de espalda al río, indefensos. 6300 hombres, (3700 a caballo) y 12 cañones marchan a ultimar a los republicanos. En un cajón, del puesto comando de Barbacena se encuentran las partituras de una marcha compuesta por el emperador Pedro I, para festejar la primera victoria imperial…

Astutamente Alvear, posicionó una fuerza adelantada con los infantes del batallón 5 de Cazadores a órdenes de Olazábal (el héroe de la batalla de Pichincha, Ecuador), la artillería de Chilavert y un elemento de caballería a órdenes de (oriental) Lavalleja. Éstos no estaban en los planes de Barbacena.

La batalla de Ituzaingó. Se
La batalla de Ituzaingó. Se libró en el estado de Río Grande do Sul. (José Wasth Rodríguez)

La batalla de Ituzaingó fue una victoria completa, que obligó a los infantes brasileros a posicionarse sobre las quebradas del relieve. Una vez que la caballería imperial abandonó el campo de batalla, los regimientos de caballería argentinos continuaron cargando para envolver a los infantes. En esta acción cae el jefe del Regimiento 1 de Caballería, teniente coronel Brandsen, al frente de su unidad. También fallece el Comandante Manuel Besares, Jefe del 3er Escuadrón de la misma unidad. Horas antes Brandsen, había discutido duramente con Alvear, la imposibilidad de sortear esta quebrada a caballo.

Barbacena se retira del campo de batalla, antes de que la infantería argentina complete la derrota imperial. 200 muertos (entre estos, el mariscal Abreu), 150 prisioneros o heridos y 800 extraviados, son las bajas brasileñas. 147 muertos y 256 heridos, los argentinos (casi todos, soldados de caballería).

Las partituras capturadas de los cajones del comandante brasileño, se transformaron en la Marcha Ituzaingó, utilizada por primera vez en los actos del 25 de mayo de 1827. Hoy día, constituye uno de los tres atributos que ostenta el presidente de la República Argentina: bastón de mando, banda presidencial y marcha “Ituzaingó”.

La persecución y la explotación de la victoria, no pudo llevarse adelante por el estado de la caballada. Al respecto hay muchas versiones, en las que todas critican al general Alvear. La guerra continuó hasta 1828, donde la precaria situación de la Argentina la llevó a negociar con Brasil y Gran Bretaña, surgiendo tiempo después, la República Oriental del Uruguay.

Al cumplirse 198 años de la victoria de Ituzaingó recordamos a aquellos que ofrendaron su vida, cumpliendo su deber, defendiendo (junto a soldados orientales) una porción del que fuera nuestro territorio. Bien se dice que Maipú, Ayacucho e Ituzaingó, son batallas que dieron a luz a nuevas naciones. Y en las tres, participaron nuestros soldados argentinos, con coraje y heroísmo.

Ahora, sabemos mejor por qué Ituzaingó trasciende en nuestro presente…