El tesoro oculto en la crisis del sistema de salud: la monetización de datos como alternativa sostenible

Son una fuente de información sumamente valiosa para laboratorios, centros de investigación y farmacéuticas y podrían significar una salida al problema financiero

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La crisis en el sistema
La crisis en el sistema de salud (EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda)

La salud en Argentina ha atravesado grandes transformaciones a lo largo de la historia. Desde el crecimiento de la red hospitalaria pública en el siglo XX, con sus íconos como el Hospital de Clínicas o el Garrahan, pasando por el auge de las obras sociales y la expansión de la medicina prepaga, hasta llegar a la actualidad: un momento crítico en que los recortes presupuestarios amenazan la calidad y la viabilidad de la atención médica. El problema financiero no es exclusivo de nuestro país, sino que se repite en numerosos sistemas de salud latinoamericanos. Y la pregunta que surge es: ¿existe una salida más allá de exigir mayores aportes al Estado y, por ende, a los contribuyentes?

En la búsqueda de soluciones alternativas, una idea se ha hecho cada vez más potente: la monetización de datos de salud. Parece paradójico que en un ámbito tan sensible como el sanitario, donde la privacidad y la confidencialidad son pilares indiscutibles, exista un enorme potencial económico latente. Sin embargo, cuando esos datos se anonimizan adecuadamente —siguiendo estrictos protocolos para proteger la identidad de los pacientes—, se convierten en una fuente de información sumamente valiosa para laboratorios, centros de investigación y farmacéuticas.

El caso de la empresa estadounidense Datavant es una muestra de cómo un modelo de “marketplace de datos” puede funcionar. Al asegurar la protección de la información personal, crea un puente seguro entre quienes poseen los datos (clínicas, hospitales, laboratorios) y quienes los necesitan (investigadores, universidades, laboratorios farmacéuticos, aseguradoras, etc.). Este tipo de plataformas no solo genera beneficios económicos para los proveedores de datos, sino que acelera el desarrollo de nuevos medicamentos y tratamientos al permitir el acceso a grandes volúmenes de información relevante.

En América Latina comienzan a surgir iniciativas similares que apuntan a este modelo. Cromodata, por ejemplo, busca posicionarse como un referente regional en la construcción de un ecosistema que conecte a los actores de la salud con los inversores y las compañías farmacéuticas, respetando la privacidad de los pacientes y las regulaciones locales. La oportunidad que ofrece este mercado es enorme y muchos inversores ya están mirando con atención la posibilidad de formar parte de una industria que no solo promete rentabilidad, sino que contribuye a la innovación médica.

La monetización de datos y
La monetización de datos y el sistema de salud

Para las clínicas, laboratorios y hospitales que hoy enfrentan fuertes presiones financieras, la monetización de datos puede convertirse en una fuente de ingresos alternativa que no compite con su misión principal: brindar atención de calidad. De hecho, se trata de un círculo virtuoso: al generar nuevos ingresos, las instituciones pueden mejorar sus recursos, actualizar equipos, financiar proyectos de investigación propios y, en última instancia, brindar un mejor servicio a sus pacientes.

La realidad es que nuestra región se encuentra en un punto de inflexión. La crisis del sistema de salud exige soluciones creativas e innovadoras. De nada sirve continuar con el discurso de “más dinero o nada”: hace falta un cambio de perspectiva que permita descubrir los tesoros ocultos en la propia actividad diaria. Y en ese sentido, los datos —debidamente protegidos, anonimizados y gestionados— se perfilan como la próxima frontera de crecimiento para un sector que no puede darse el lujo de seguir perdiendo oportunidades.

Sin descuidar la privacidad ni la ética, la monetización de datos de salud ofrece un futuro posible y sostenible. Invertir en este nuevo paradigma significa sumarse a una tendencia global que, más temprano que tarde, terminará de consolidarse también en América Latina. Y quienes sepan reconocer el valor de la información en el momento adecuado, tendrán una posición privilegiada para impulsar la próxima gran transformación de la salud en nuestra región.

Matías Karlsson es ingeniero informático, especialista en tecnología, emprendedor, mentor, docente y CTO de Traditum, empresa de tecnología del sector salud