Escenario para que la inflación pueda pasar la barrera del 2% mensual

En diciembre 2024 la tasa anualizada de suba del Índice de Precios al Consumidor fue del 38% y el Gobierno proyecta que se reduzca a menos de 20% para finales del año

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Nuestro escenario base prevé una
Nuestro escenario base prevé una nueva desaceleración de la inflación este año (Foto: EFE)

Las autoridades continuarán apostando a la desinflación durante 2025, en un año marcado por las elecciones de medio término. Nuestro escenario base prevé una nueva desaceleración de la inflación este año, pudiéndose quebrar la barrera del 2% mensual en la primera parte del año.

En efecto, no sólo recientemente se anunció la reducción en el crawling peg al 1% mensual, sino que se advierte una política salarial más dura, donde las autoridades no avalarían paritarias que superen la inflación, cuestiones que se suman a las políticas fiscal y monetaria restrictivas y una brecha que se mantiene intervenida.

El escenario no está exento de desafíos. Los precios de los servicios continúan evolucionando por encima de los bienes, por lo que las autoridades buscan balancear la corrección de tarifas de electricidad, gas y agua, mientras resta alinear los precios de los demás servicios a una expectativa de inflación menor.

En el último mes de 2024, el IPC se incrementó 2,7% mensual, siendo el menor registro para este mes desde 2018 (2,6%). El dato mensual evidenció una ligera aceleración respecto a noviembre, cuando había marcado 2,4% mensual. En particular, esta dinámica se explicó por el comportamiento de la núcleo, que aumentó 3,2% mensual, ubicándose medio punto porcentual por encima del mes previo.

El mayor impacto fue por el alza de la carne (8,8% en GBA), que estimamos aportó 0,6 puntos al registro de diciembre y explicó poco más de un quinto de la suba del mes.

Por su parte, los precios regulados continuaron incrementándose por encima del nivel general, con un alza del 3,4% mensual el último mes del año pasado. En detalle, destacaron los aumentos en comunicaciones (5%), gastos de prepagas (3,8% en GBA) y transporte público (26,8% en el Noreste).

En sentido contrario, los precios estacionales mostraron una contracción por segundo mes consecutivo (1,4% mensual, aportando -0,2 p.p. al nivel general), una dinámica llamativa para el mes en cuestión. De hecho, los aumentos en los servicios vinculados al turismo (como restaurantes y hoteles con una suba del 4,6% y servicios recreativos y culturales del 5,9%) fueron compensados por bajas en las verduras (13,3% en GBA) y las frutas (0,3% en GBA), mientras que las prendas de vestir y calzado continúan exhibiendo aumentos acotados (1,6 por ciento).

El dato mensual evidenció una
El dato mensual evidenció una ligera aceleración respecto a noviembre, cuando había marcado 2,4% mensual

De este modo, 2024 terminó con una inflación del 117,8% interanual, casi 100 puntos porcentuales por debajo del año anterior que había exhibido 211,4% interanual. Incluso, vale resaltar que el registro mensual de diciembre en términos anualizados resulta del 38%. Así, el 2024 exhibió un claro camino de desaceleración inflacionaria, en un marco de fuerte ancla fiscal y monetaria, junto con un ritmo de deslizamiento cambiario del 2% mensual (crawling peg) y con una actividad económica en recesión.

En el detalle, la inflación núcleo marcó una suba algo menor al nivel general (105,5% interanual), mientras que los estacionales exhibieron una variación muy por debajo (87,3%), limitados en un año de demanda retraída.

En sentido contrario, los precios regulados destacaron con un alza del 205,9%, en un marco de significativo ajuste. En particular las tarifas de servicios públicos fueron las que más se acomodaron, entre los que resaltan electricidad, gas y otros combustibles (430% en GBA) y transporte público (308,1% en GBA), aunque también algunos servicios como prepagas (226,4% en GBA).

En definitiva, la ligera aceleración de diciembre se explicó fundamentalmente por los precios de la carne, que explicaron más de un quinto del registro del mes, factor que no debería repetirse a futuro. En términos anuales, la inflación se desaceleró marcadamente, finalizando el año con el registro más bajo para un diciembre desde 2018.

Aún más, el Índice de Precios Mayoristas subió 0,8% mensual en diciembre, desacelerándose desde 1,4% del mes anterior, un indicio más del actual camino de moderación de precios. Hacia delante, el equipo económico apuesta a un escenario que requiere mantener la desaceleración en el marco electoral, tema que abordaremos a continuación.

Bajar la nominalidad antes de octubre

Nuestro escenario base contempla una inflación en torno al 23% interanual en 2025, en línea con la intención de las autoridades de sostener el sendero de moderación de la inflación en el marco electoral. En esta dirección, tanto la política cambiaria como la salarial comenzaron el año operando en este sentido.

En primer lugar, el crawling peg es un claro inductor de la desinflación. Por ello, tras tres meses de inflación en torno al 2,6% mensual en promedio y con los precios de los bienes promediando el 1,9% mensual en el período, las autoridades han comunicado que reducirán el ritmo de deslizamiento del tipo de cambio al 1% mensual desde el primero de febrero. La contracara es el proceso de apreciación cambiaria, que continuaría durante el año.

El crawling peg es un
El crawling peg es un claro inductor de la desinflación. La contracara es el proceso de apreciación cambiaria, que continuaría durante el año (Foto: Reuters)

Vale mencionarse, además, que a fines de diciembre venció el Impuesto PAIS, que podría admitir una moderación adicional del registro inflacionario por el lado de los bienes o insumos importados.

Por su parte, si bien la brecha cambiaria es una de las variables a monitorear, el equipo económico está dispuesto a contenerla. En este contexto, actualmente rige la restricción cruzada entre el MLC y el CCL, el Banco Central mantiene una intervención directa en dólares financieros (“emisión cero” desde julio del año pasado), y se sostiene la intervención indirecta vía la oferta de divisas del dólar blend (20% de las exportaciones). A esto se suma que el BCRA ha estado comprando divisas en lo que va de enero. Si alguna de estas variables sufre modificación, la brecha podría entrar en tensión, presionando sobre los precios de la economía.

En tercer lugar, las autoridades sostendrán la ortodoxia fiscal. Esta fue el ancla del programa económico y no lo querrán poner en riesgo. En este sentido, para los salarios del sector público las autoridades ofrecieron una suba del 1% mensual para el primer cuatrimestre del 2025 (en línea con la pauta que intentan cristalizar), tras pérdidas que rondaron el 20% real en 2024.

Más allá de que las negociaciones siguen en curso, porque la propuesta no fue aceptada por ninguno de los gremios más representativos (ATE y UPCN), no prevemos una recomposición del salario del sector para el nuevo año. Además, según las propias autoridades se avanzaría en la reducción de los subsidios energéticos en este año (0,4 puntos del PBI), si bien el impacto en precios se estima limitado.

Política de ingresos

En cuanto a la política de ingresos, las autoridades están mostrando mayor presencia en las negociaciones paritarias del nuevo año. Han afirmado que no homologarán acuerdos con aumentos que superen a la inflación, buscando establecer las expectativas en un nivel más bajo. En este sentido, se comienzan a ver ciertas paritarias formales acompañando la pauta salarial (que inician con un 1%), aunque con un contenido real algo distinto.

En detalle, tanto Camioneros, como la UOM y Encargados de edificios pautaron aumentos del 1,8% mensual para enero y 1,5% para febrero. Incluso, la UOM acordó una suba del 1% para marzo. Por su parte, Comercio muestra un alza mayor (2,4%), aunque su acuerdo es previo, se cerró en noviembre.

Más allá del aumento porcentual
Más allá del aumento porcentual acordado, algunos gremios lograron subas reales superiores

No obstante, más allá del aumento porcentual acordado, algunos gremios lograron subas reales superiores. A modo de ejemplo, la paritaria de Camioneros incluye el pago de un bono de $600.000 en cuatro cuotas entre enero y abril. Para un conductor de primera categoría, en enero el aumento resultante sería de 24,1 por ciento.

Las partes también establecieron una cláusula de revisión en el mes de marzo. Por su parte, la UOM acordó subas acotadas y descendentes de cara al primer trimestre, aunque logró un aumento del 5,5% mensual retroactivo a noviembre como colchón ante la postura más dura de las autoridades para el 2025.

De esta forma, la política económica se encuentra enfocada en continuar por el camino de la desaceleración inflacionaria. En nuestro escenario base, el IPC podría quebrar la barrera del 2% mensual en la primera mitad de año. No obstante, el escenario no está exento de desafíos.

Este recorrido requiere no sólo una calma cambiaria, sino también una desaceleración en los precios de los servicios, que continúan evolucionando por encima de los bienes (4,4% promedio mensual el último trimestre vs. 1,9%) en un contexto en el que los precios relativos continúan ajustándose.

Las autoridades están balanceando la corrección de tarifas con el objetivo fiscal, aunque resta alinear los precios de los demás servicios a una expectativa de inflación menor. De hecho, el equipo económico ha comenzado a moderar los aumentos de los servicios públicos.

En el caso del agua, hasta noviembre se implementaron subas superiores al 4% mensual, en diciembre se habilitó una del 3,1% y en enero del 1%. Para la energía eléctrica, los incrementos fueron mayores al 4% hasta septiembre, para después acomodarse en el 2,7% en octubre noviembre y en torno al 1% en diciembre y enero. No obstante, los servicios de prepagas y telecomunicaciones continúan con subas por encima del 3,5% en el primer mes del año.

En definitiva, el equipo económico está apostando a un escenario que requiere mantener la calma cambiaria y la desinflación en el marco electoral. En nuestro escenario base (70% de probabilidad de ocurrencia hasta las elecciones legislativas) se estima una moderación adicional del ritmo inflacionario, finalizando el 2025 con un registro anual del 23% diciembre / diciembre en un año de continuación del esquema de política económica.

Las autoras son economistas Jefe de Fundación Capital

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