
Quienes tienen a su cargo los Ejecutivos en Nación y Provincia de Buenos Aires, léase Javier Milei y Axel Kicillof, parecen haber reaccionado de algún modo frente a la realidad educativa.
La incorporación del punto referido a educación en el Pacto de Mayo y la reciente reforma de la educación secundaria en la provincia de Buenos Aires dan cuenta de eso.
El fin de la repitencia del año completo en el ámbito bonaerense desató un sinnúmero de repercusiones y especulaciones. La discusión pública sobre el nuevo esquema que regirá en el ciclo lectivo 2025, irrumpe con el deseo profundo de consolidar un proyecto pedagógico centrado en el conocimiento y que pueda generar un cambio real.
La propuesta provincial le permite al alumno, tempranamente, tomar decisiones sobre sus cursadas y abordar dificultades sin tener que repetir aprendizajes adquiridos.
Celebrando que las autoridades empiecen a mirar cuestiones relacionadas con este tema irrenunciable, resulta indispensable avanzar en acciones concretas enmarcadas en un enfoque integral donde, además de contemplar cambios estructurales, se jerarquice una pedagogía de la enseñanza acorde a los nuevos tiempos.
Las dificultades en la implementación de las reformas que se planteen pueden preocupar, ya que muchas veces lo que se piensa desde un escritorio no se acciona de modo automático en el territorio. Pero transitar decididamente hacia los retos educativos del siglo XXI es un imperativo y hay que comenzar.
En la actualidad existen contenidos curriculares que ameritan la instrumentación de estrategias innovadoras y creativas destinadas a potenciar habilidades en los alumnos. Desde la programación, robótica y educación digital, pasando por la educación emocional, resolución de conflictos, autonomía y comprensión de textos de dificultad.
La Inteligencia Artificial es otro emergente y pone al descubierto que la utilización de la tecnología al servicio del conocimiento es imprescindible. Ya no se trata de repetir contenido que se tiene al alcance de la mano, sino de saber qué hacer con eso.
Será un rasgo de estos tiempos problematizar su uso constructivo de manera tal que optimice la práctica educativa, dote a los alumnos de herramientas valiosas y contribuya a la capacitación y formación docente.
Hay un inédito abanico de oportunidades para la innovación de los procesos de enseñanza y aprendizaje: un desafío impostergable para estar a la vanguardia de un nuevo paradigma educativo.
Estas oportunidades requieren del fortalecimiento tanto de la comprensión lectora como de la resolución de problemáticas de todo tipo. Las herramientas que brinda la pedagogía moderna son indispensables para alcanzar las metas.
Las últimas mediciones internacionales han dejado a la Argentina en un lugar preocupante y es hora de tomar cartas en el asunto. Es la educación la mejor herramienta de transformación y progreso. Es la puerta hacia la libertad de elegir y buscar alternativas de futuro.
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