
Son costos espectrales. Nadie los ve, nadie los contempla. El Gobierno llama a un acuerdo de precios y salarios regulando precios, pero sin comprender la situación del factor trabajo en su totalidad en el sector pyme.
Supongamos que usted tiene un comercio y que de golpe, en una situación inesperada, como lo es una pandemia, no puede abrir su negocio y luego de 4 meses puede hacerlo, pero parte del personal deja de ir porque son personas con factores de riesgo. ¿Cómo realizaría la reapertura y como continuaría su relación laboral con aquel que no puede ir? En principio debe abrir su negocio, contratar una nueva persona y, mientras tanto, le debe pagar al personal que no está presentándose a trabajar.
La resolución 296/2020 del Ministerio de Trabajo, Empleo, Seguridad Social de la Nación no está incluida en ninguna mesa de negociación, no hay protocolos para el regreso al trabajo ni trabajo a distancia. Por la misma “los trabajadores y las trabajadoras mayores de 60 años de edad, embarazadas o incluidas en los grupos en riesgo según fueran definidos por el Ministerio de Salud de la Nación, y aquellas cuya presencia en el hogar resulte indispensable para el cuidado de niños, niñas o adolescentes, están dispensados del deber de asistencia al lugar de trabajo.
De acuerdo a un relevamiento de Fecoba (Federación de Comercio e Industria de la Ciudad de Buenos Aires), solo el 23,8% de las Pymes no ha tenido empleados exceptuados de ir a trabajar desde el comienzo de la pandemia ya sea por qué su personal tiene algún factor de riesgo o por que ha tenido que cumplir con la cuarentena por haber estado en contacto con persona contagiada de Covid 19 o grupo de personas cercano al contagiado. Por su parte, 2 de cada 10 Pymes que han tenido alguno de estos inconvenientes debió contratar personal adicional para reemplazar la ausencia incrementando su costo laboral.
Las Pymes que pudieron contar con su personal a lo largo de la pandemia incurrieron en dos costos adicionales: pago de movilidad –en taxi o remis– para que no se use transporte público e invertir en infraestructura de home office para que su personal pueda continuar con sus tareas desde el hogar.
Estas situaciones inesperadas implican una distorsión acumulada de los costos de producción que en muchos casos se mueven a la par de la comercialización de bienes en Precios Cuidados o Precios Máximos, que no permiten obtener una operación rentable. Por caso, una Pyme láctea de la provincia de Buenos Aires con 170 empleados que desde marzo de 2020 tiene 50 de ellos con factores de riesgo y tuvo que contratar 35 adicionales. Otro: un comercio del sector gastronomía con 35 empleados y 12 con factores de riesgo que no pudo contratar adicionales por la pésima situación del rubro.
En las mesas de negociación estos temas no se hablan. No hay protocolos pensados para el regreso ni contemplación de la situación en un contexto donde la pandemia continuará. En medio de una recesión con caída del PBI del 10% y en una situación donde el rebote técnico esperado para 2021 no llegará a todos los rubros, porque muchos aún no pueden trabajar con su capacidad instalada total (turismo, entretenimiento, cultura, etc.), el factor de producción del trabajo tiene mayor costo, con menor productividad, nivel de producción y ventas.
Las ventas minoristas cerraron en 2020 con una caída del 21,4% y comenzaron el 2021 con 5,8% a la baja de acuerdo a la CAME. Si tomamos la situación del sector industrial Pyme cayó 14,9% con mayor impacto en textil, calzado, maderas y muebles, papel, cartón, edición e impresión, entre otros.
La situación del consumo masivo, luego de un veranito en el medio del otoño en el comienzo de la pandemia, arrancó 2021 con una caída del 5,1 por ciento. Bebidas y Alimentos dinamizan la caídadel total canasta durante el último mes; Cuidado Personal y Limpieza mantienen tasas positivas.
No es fácil producir en pandemia. Ser rentable para continuar con un negocio, pero menos aun cuando como contrapartida se empuja a que los precios no aumenten cuando la emisión monetaria actúa con rezago en 2021, la presión tributaria es inflexible y los sobrecostos fantasmas no son contemplados en los diferentes rubros y sectores de la economía.
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