Santoral del 1 de abril: San Hugo de Grenoble, quién fue y por qué se celebra hoy

Cada una de las personas reconocidas como santos o beatos tienen asignada una fecha en el calendario para ser conmemorados

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El santoral es diferente cada
El santoral es diferente cada día y recuerda a quienes se caracterizaron por sus buenas acciones. (Imagen ilustrativa Infobae)

Buenas acciones, sacrificios mortales e incluso sucesos inexplicables surgidos por una aparente divinidad, son las razones por las que diferentes individuos fueron beatificados y canonizados por el Vaticano para llevar consigo el nombre de santo.

Todos los días, como se indica en el calendario santoral, se conmemora la vida y muerte de estos seres, hombres y mujeres, que dedicaron su existencia a la iglesia católica misma que les valió el nombramiento.

Este es el santoral del martes 1 de abril.

Festejo del día: San Hugo de Grenoble

A los 27 años, cuando Hugo de Grenoble fue nombrado obispo, su negativa inicial fue atribuida a una humildad excesiva. Sin embargo, ya consagrado por el papa Gregorio VII en 1080, y con los gastos cubiertos por la condesa Matilde, no hubo opción de retroceder en su nuevo ministerio. Aunque nunca se consideró apto para el episcopado, su labor se extendió por más de medio siglo, enfrentándose a múltiples desafíos en una diócesis sumida en el desorden.

El estado de la diócesis de Grenoble era crítico cuando Hugo asumió el cargo. Los problemas incluían usura generalizada, simonía (la compra y venta de bienes eclesiásticos), clérigos que vivían en concubinato y una moral en decadencia entre los feligreses. A esta situación se sumaban las finanzas en crisis y un obispado mal administrado. Enfrentado a estos retos, Hugo intentó implementar reformas mediante penitencias y exhortaciones a un pueblo difícil. Sin embargo, sus esfuerzos no rindieron frutos en los primeros dos años, llevándolo a retirarse temporalmente a la abadía de Maison-Dieu, en Clermont, donde adoptó el hábito benedictino. Pese a ello, el pontífice le ordenó regresar a su puesto episcopal, una decisión que acató a regañadientes.

A lo largo de su episcopado, Hugo llevó una vida austera mientras cumplía fielmente sus deberes. Con problemas de salud y tentaciones internas que le atormentaban, continuó insistiendo en su renuncia, la cual sucesivos papas se negaron a aceptar. Se dedicó a visitar su diócesis a pie, vendió sus mulas para ayudar a los pobres, participó en concilios y llegó a excomulgar al antipapa Anacleto II. Además, tuvo un papel activo al recibir al papa Inocencio II durante su huida del cismático Pedro de Lyon, contribuyendo a resolver el cisma en Francia. Asimismo, apoyó a San Bruno y a sus compañeros en la fundación de la Cartuja, un lugar que consideraba un refugio espiritual y al que regresaba con frecuencia.

Con el tiempo, la obra de Hugo transformó Grenoble. Las reformas dieron lugar a la moralización del clero, cambios en las costumbres sociales, y mejoras para los nobles y los pobres, quienes tuvieron acceso a hospitales y atención espiritual. No obstante, al final de sus días, Hugo enfrentó tentaciones que le generaron dudas sobre la Divina Providencia y perdió la memoria, aunque siempre mantuvo claridad para discernir acciones relacionadas con el bienestar de las almas.

Fallecido el 1 de abril de 1132, Hugo fue canonizado solo dos años después, durante un concilio en Pisa presidido por el papa Inocencio II. Su ejemplo de humildad, sacrificio y dedicación lo convirtió en un modelo para los obispos eclesiásticos. Como documenta Catholic.net, Hugo nunca deseó ser obispo, pero su obediencia y firmeza en el trabajo lo llevaron a ser reconocido como uno de los más destacados santos de su tiempo.

Junto a este personaje hay otros santos y mártires a los que también se les celebra este martes 1 de abril como los siguientes:

San Celso (s. XII)

San Gilberto de Caihness (s. XIII)

San Valerio de Lauconay (s. VII)

Beato Luis Pavoni (s. XIX)

San Venancio y compañeros (s. IV)

Beato Nuno Álvarez Pereira (s. XV)

Santa Agape (s. IV)

Santa Quionia (s. IV)

San Pedro Calungsod (s. XVII)

Cuántos santos hay en la Iglesia Católica

El Papa Francisco asiste a
El Papa Francisco asiste a una misa por la beatificación del Papa Juan Pablo I en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el 4 de septiembre de 2022. (REUTERS/Remo Casilli/Vatican Media)

El santoral es el conjunto de personas (mujeres y hombres) que son veneradas por la Iglesia al ser proclamados como santos o beatos en una fecha determinada en el calendario.

En el trayecto hacia la canonización hay cuatro pasos: el primero es ser nombrado como siervo de Dios, el segundo es ser venerable; el tercer paso es ser beato y, finalmente, el cuarto paso es ser santo.

La beatificación sólo la pueden lograr los fieles que hayan fallecido con fama de ser santos en diversos sitios y este proceso se puede llevar a cabo de dos formas: a través de una causa de virtudes heroicas y la segunda es el martirio, es decir, si la persona murió a causa de su fe.

Por otro lado, el proceso para convertirse en santo implica sumar el nombre de la persona santificada en el canon (lista de santos reconocidos) y con ello se permite que la comunidad creyente le rinda culto público y universal, en tanto, se le asigna una fiesta litúrgica, se le dedican altares, capillas y se reconoce su poder para interceder ante Dios.

Aunque la Iglesia no ha dado una cifra exacta, se cree que actualmente habría hasta nueve mil santos reconocidos. De acuerdo con el Martirologio Romano, actualizado en el 2005, la Iglesia Católica cuenta con al menos siete mil santos, aunque no se cuenta a los mártires, por lo que muchos piensan que incluso la cifra podría llegar a las 20 mil personas.

En la historia reciente, el Papa Juan Pablo II logró canonizar a 388 santos, mientras que el papa Francisco ha batido todos los récords luego de que al día de hoy ha canonizado a 898 santos, 800 de ellos al mismo tiempo.