Cómo se escribe según la RAE: exploración espacial, claves de redacción

La forma en la que una persona escribe puede decir mucho de su personalidad y preparación

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Conoce las recomendaciones que hace
Conoce las recomendaciones que hace la Fundéu RAE para mejorar la escritura. (Infobae/Jovani Pérez)

En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener importancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre traerá beneficios en todos los ámbitos.

En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que se poseen; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer más serio y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden, por el contrario, dar un pensamiento negativo que te haría parecer descuidado o poco preparado.

Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien escrito habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.

Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza del léxico.

En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, a través de la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.

La Fundación del Español Urgente (Fundéu), una institución sin ánimo de lucro que tiene como objetivo el impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación, se ha aliado con la RAE y emite en su página web y de manera constante diversas recomendaciones para que los ciudadanos puedan resolver sus dudas sobre cómo se escribe correctamente cierta palabra, cómo se usa una expresión o tips de temáticas varias.

Usos y ejemplos

Con motivo del próximo lanzamiento hacia la Estación Espacial Internacional y del incremento de las noticias relacionadas con la investigación y la exploración espaciales, se ofrecen algunas claves de redacción.

Como recoge el Diccionario de la lengua española , una astronave es el ‘vehículo capaz de navegar más allá de la atmósfera terrestre’ ( al igual que una cosmonave y una nave espacial ), mientras que una aeronave puede hacerlo ‘por el aire’. En lo que respecta a cohete , se especifica que se trata de un ‘artefacto que se mueve en el espacio por propulsión a chorro y que se puede emplear como arma de guerra o como instrumento de investigación científica’.

Los tripulantes, si los hay, se instalan en la cápsula de una nave espacial. La sonda espacial , por su parte, se refiere al ‘vehículo o satélite artificial utilizado para explorar el sistema solar’ .

Las naves espaciales y cohetes se lanzan desde una base espacial cuyas instalaciones están preparadas para ello. El término cosmódromo puede servir de alternativa y se emplea especialmente para los países de la antigua Unión Soviética. El centro o conjunto de instalaciones espaciales destinado a ciertas actividades, frecuentemente de carácter científico, se denomina estación espacial , mejor que base .

Según indica la Ortografía de la lengua española , los nombres de objetos singularizados no requieren ninguna marca especial , ni cursivas ni comillas. Es el caso de las naves, sondas, etc.: «La misión, cuyo lanzamiento está programado para el 12 de marzo, transportará a una nueva tripulación a la EEI utilizando la nave Dragon». Además, lo habitual es conservar la grafía original del nombre.

En algunas ocasiones, cuando la denominación de un programa espacial incluye un nombre propio con forma tradicional en español, su uso en nuestra lengua está muy extendido y no se considera inadecuado (ocurre con el Programa Apolo , por ejemplo). Sin embargo, la tendencia actual es mantener la forma en la lengua original ( Apollo ).

Por otro lado, todas las palabras significativas de los títulos de planes, proyectos y programas se escriben con mayúscula inicial , como señala también la ortografía académica, sin necesidad de comillas: «Es la undécima misión de vuelo espacial humano de la NASA a la Estación Espacial Internacional apoyada por la nave Dragon desde 2020 como parte de su Programa de Tripulación Comercial» .

Lo adecuado es escribir las siglas del nombre de la agencia espacial estadounidense ( NASA ) y la europea ( ESA ) con todas sus letras en mayúsculas .

En el caso de la Estación Espacial Internacional, es preferible la sigla española, EEI , de uso habitual, a ISS , que corresponde a la denominación inglesa International Space Station . Como ocurre en general con las siglas, salvo con las que son reconocibles por la inmensa mayoría de los lectores, se recomienda acompañarla de su desarrollo la primera vez que se emplee.

En estas informaciones y otros escritos relacionados con contextos astronómicos, lo recomendable es dejar los nombres de nuestro planeta, estrella y satélite con mayúscula inicial al designar estos cuerpos celestes. Por el contrario, para sistema solar la Ortografía de la lengua española aconseja la minúscula.

Cuando se habla de la llegada de un vehículo espacial a la Luna o Marte, son adecuados los verbos alunizar y amartizar , respectivamente, pero también aterrizar , que entre sus acepciones cuenta con la de ‘posarse, tras una maniobra de descenso, sobre tierra firme o sobre cualquier pista o superficie que sirva a tal fin’. Por otro lado, para los posibles participantes en expediciones a Marte, puede verse en ocasiones el término martenautas .

Lo apropiado es que los nombres propios de los animales que se han utilizado en la carrera espacial , como las perras Laika y Belka o el chimpancé Ham, aparezcan en redonda y sin comillas , como recoge la Ortografía de la lengua española .

En este tipo de noticias se incluye a menudo la expresión, en cifras, de la hora exacta de un lanzamiento o aterrizaje. Cabe recordar que lo indicado es separar las horas y los minutos con dos puntos o punto : «6:30 p. m.» o «6.30 p. m.», pero no «6,30 p. m.». En el modelo de doce horas, como el del ejemplo, conviene añadir la abreviatura a. m. o p. m. , según corresponda, con espacio tras el primer punto.

Cabe recordar también que cuenta atrás , mayoritaria en España, y cuenta regresiva son las denominaciones que en astronáutica recibe el ‘cómputo en sentido contrario al de los minutos y segundos que preceden al lanzamiento de un cohete’, según recogen el Diccionario de la lengua española y el Diccionario de americanismos , respectivamente. Se escriben en dos palabras y sus plurales son cuentas atrás y cuentas regresivas .

¿Cuál es el papel de la RAE?

La RAE vela por el
La RAE vela por el idioma español. (RAE)

Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.

Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.

Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.

Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.

Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.

Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.

La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.