En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener relevancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre traerá beneficios en todos los ámbitos.
En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que se poseen; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer más serio y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden, por el contrario, dar un pensamiento negativo que te haría parecer descuidado o poco preparado.
Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien escrito habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.
Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza del léxico.
En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, mediante la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.
La Fundación del Español Urgente (Fundéu), una institución sin ánimo de lucro que tiene como objetivo el impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación, se ha aliado con la RAE y emite a través de su página web y de manera constante diversos tips para que los ciudadanos puedan resolver sus dudas sobre cómo se escribe correctamente cierta palabra, cómo se usa una expresión o tips de temáticas varias.
Usos y ejemplos
Con motivo del 80.º aniversario de la liberación de los campos de concentración y exterminio de Auschwitz, se ofrecen algunas recomendaciones para la redacción de las noticias relacionadas con él.
Para aludir al número del aniversario que se cumple, lo apropiado es utilizar el ordinal 80.º (también en números romanos, LXXX ), que puede leerse como octogésimo y también como si se tratara de un número cardinal, ochenta.
El sustantivo holocausto se escribe en minúsculas con el significado general de ‘gran matanza de seres humanos’. Sin embargo, para referirse al llevado a cabo por el régimen nazi , también se puede optar por Holocausto , con mayúscula inicial , tal como indica el Diccionario de la lengua española .
En el caso del término hebreo con el que se alude a este acontecimiento, es posible utilizar su grafía con h final o sin h final y tilde en la a : Shoah o Shoá . En ambos casos, se escribe con mayúscula y en redonda por considerarse que se trata de la denominación de un acontecimiento histórico relevante.
Auschwitz , con ch antes de la w y terminada en z , es la grafía asentada en español de este topónimo. No son adecuadas otras formas, como Auswitch.
Mientras que con el sentido de ‘acción y efecto de sobrevivir’ es mucho más frecuente supervivencia que sobrevivencia (y no superviviencia ), para la persona que sobrevive hay alternancia entre sobreviviente y superviviente , como indica el Diccionario panhispánico de dudas.
Negacionismo y negacionista son términos válidos en alusión a las doctrinas que niegan algún hecho importante , en especial si es histórico o científico. A partir de estas voces, se han creado los neologismos neonegacionismo y neonegacionista , igualmente válidos , formados por el prefijo neo- (‘nuevo’) y los vocablos negacionismo y negacionista , respectivamente.
La frase que presidía la entrada a estos y otros campos de este tipo, «Arbeit macht frei» («El trabajo libera»), se escribe con mayúscula inicial en la primera palabra y entre comillas si se entiende que es la cita de un lema o consigna . En caso de reproducirse en alemán, al llevar ya comillas, no requeriría el uso de cursiva.
¿Para qué sirve la RAE?
Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.
Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.
Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.
Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.
Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.
Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.
La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.