El dólar estadounidense se pagó al cierre a 5,90 reales brasileños en promedio, de modo que supuso un cambio del 0,48% con respecto a los 5,92 brasileños de la sesión previa.
Con respecto a la última semana, el dólar estadounidense anota un descenso del 2,88%; pese a ello en términos interanuales aún conserva un ascenso del 18,85%.
Si confrontamos el dato con días pasados, encadenó cinco fechas sucesivas en rojo. En referencia a la volatilidad de la última semana, fue de 8,09%, que es una cifra manifiestamente inferior al dato de volatilidad anual (11,68%), por lo tanto está teniendo un comportamiento más estable de lo normal en los últimos días.
Economía brasileña en 2025
El Fondo Monetario Internacional prevé que Brasil logre una tasa de crecimiento del 2.1 por ciento para 2025, considerando a las exportaciones de energía y de materias primas como principales impulsores de su economía.
La actividad agropecuaria también representará un avance importante para la economía del país sudamericano, pues el Banco Central prevé que este sector registrará un crecimiento superior al esperado. En su más reciente deporte, el organismo brasileño explicó que la mejora de las previsiones económicas se produce en un contexto de turbulencia relacionadas con su moneda local.
En las últimas semanas del 2024, el real brasileño se devaluó casi un 9% frente al dólar estadounidense y a pesar de que la Abogacía General del Estado solicitó una investigación sobre la difusión de noticias falsas que “supusieron una interferencia directa en la percepción de los mercados sobre la moneda nacional”, el Banco Central descartó que exista un ataque especulativo en contra de su divisa.
El Banco Central estima que el Producto Interno Bruto del 2025 sea menor al de 2024, debido a la expectativa de un menor impulso fiscal y la inflexión de política monetaria en curso.