El euro se pagó al cierre a 1.039,75 pesos chilenos en promedio, de manera que implicó un cambio del 0,65% frente al dato de la jornada previa, cuando cerró con 1.033,04 pesos.
Si consideramos los datos de la última semana, el euro registra un ascenso del 0,54%; pese a ello en términos interanuales aún conserva una disminución del 1,67%.
Respecto de días previos, con este valor cortó la racha plana que llevaba en las dos jornadas anteriores. La volatilidad de los últimos siete días es inferior a la cifra lograda para el último año (10,66%), por lo que podemos decir que está pasando por un periodo de mayor estabilidad en fechas recientes.
Chile proyecta un crecimiento económico en 2025
Se espera que Chile experimente una recuperación económica en 2025, con un crecimiento del PIB real proyectado en 2.2%, de acuerdo con el Banco Central de Chile. Este repunte sigue a un período de bajo crecimiento en 2023 y 2024, afectado por el endurecimiento de las políticas monetarias y fiscales que fueron implementadas para controlar la inflación durante la pandemia de COVID-19.
Si bien se espera que la inflación disminuya, los precios de los combustibles y alimentos, que se mantienen por encima de su tendencia a largo plazo, sugieren que las reducciones en la tasa de referencia deben ser prudentes para este periodo.
Por otro lado, aunque a corto plazo la perspectiva es positiva, Chile podría enfrentar complicaciones a largo plazo. Debido al bajo nivel de acumulación de capital público y privado, así como un crecimiento de la productividad limitado, las perspectivas de crecimiento a futuro son limitadas.
A pesar del entusiasmo en torno al nearshoring, la Inversión Extranjera Directa (IED) se mantiene por debajo de los niveles registrados hace más de una década. El informe señala que para que Chile tenga éxito a largo plazo, deberá abordar desafíos estructurales como el costo del capital, la educación de la fuerza laboral, las políticas energéticas y de infraestructura, la inestabilidad social y las elevadas tasas de impuestos a las empresas.
La desigualdad es otro desafío persistente en el país, aunque se ha reducido levemente, se mantiene alta para los estándares del Banco Mundial. El país ha considerado la introducción de un impuesto a la riqueza en varias ocasiones, pero aún no se ha implementado. De tal modo, aún quedarán pendientes algunos aspectos para la evolución de la economía.