La isquemia intestinal describe una serie de afecciones que ocurren cuando el flujo sanguíneo que llega a los intestinos disminuye. La isquemia puede deberse a una obstrucción total o parcial de un vaso sanguíneo, generalmente en una arteria, o a una presión arterial baja que provoca una reducción general del flujo sanguíneo. La isquemia intestinal puede afectar el intestino delgado, el intestino grueso (colon) o ambos.
La disminución del flujo sanguíneo no proporciona suficiente oxígeno a las células del sistema digestivo. La isquemia intestinal es una afección grave que causa dolor y hace que los intestinos tengan dificultad para funcionar correctamente. En los casos graves, la pérdida de flujo sanguíneo hacia los intestinos daña el tejido intestinal y puede ocasionar la muerte.
Existen tratamientos para la isquemia intestinal. Para aumentar las probabilidades de recuperación, es fundamental detectar los síntomas de forma temprana y obtener ayuda médica inmediatamente.
Síntomas
Los signos y síntomas de la isquemia intestinal se pueden manifestar de repente (aguda) o de manera gradual (crónica). Los signos y los síntomas pueden ser diferentes de una persona a otra, pero hay algunos patrones generalmente reconocidos que sugieren isquemia intestinal.
Síntomas de la isquemia intestinal aguda repentina
Normalmente, los signos y síntomas de la isquemia intestinal aguda incluyen los siguientes:
Dolor abdominal repentino que puede ser leve, moderado o intenso
La necesidad imperiosa de defecar
Evacuaciones intestinales frecuentes y con fuerza
Sensibilidad o distensión abdominales
Sangre en las heces
Náuseas y vómitos
Confusión mental en adultos mayores
Síntomas de isquemia intestinal de evolución progresiva (crónica)
Algunos de los signos y síntomas de isquemia intestinal crónica son los siguientes:
Calambres abdominales o sensación de estar satisfecho, en general dentro de los 30 minutos después de comer, que puede durar de 1 a 3 horas
Dolor abdominal que empeora progresivamente en el curso de semanas o meses
Miedo a comer debido al dolor posterior
Pérdida de peso involuntaria
Diarrea
Náuseas y vómitos
Hinchazón abdominal
Cuándo debes consultar con un médico
Busca atención médica inmediata si tienes dolor abdominal repentino e intenso. Un dolor que te hace sentir tan mal que no puedes sentarte en posición derecha o encontrar una posición cómoda es una emergencia médica.
Pide una cita con tu proveedor de atención médica si tienes otros signos o síntomas que te preocupan.
Factores de riesgo
Algunos factores que pueden aumentar los riesgos de sufrir isquemia intestinal son los siguientes:
Acumulación de depósitos de grasa en las arterias (ateroesclerosis). Si has tenido otras afecciones causadas por ateroesclerosis, tienes un riesgo mayor de padecer isquemia intestinal. Entre ellas pueden incluirse la disminución del flujo sanguíneo al corazón (enfermedad de las arterias coronarias), a las piernas (enfermedad vascular periférica) o a las arterias que van hacia el cerebro (enfermedad de las arterias carótidas).
Edad. Las personas mayores de 50 años tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad.
Fumar. Los cigarrillos y otras formas de fumar tabaco aumentan los riesgos de sufrir isquemia intestinal.
Problemas del corazón y de los vasos sanguíneos. El riesgo de sufrir isquemia intestinal aumenta en el caso de que sufras insuficiencia cardíaca congestiva o tengas latidos cardíacos irregulares como fibrilación auricular. Las afecciones de la circulación sanguínea que causan irritación e inflamación de las venas y las arterias (vasculitis) también pueden ser un riesgo.
Medicamentos. Algunos medicamentos pueden aumentar los riesgos de sufrir isquemia intestinal. Entre ellos pueden incluirse las píldoras anticonceptivas y los medicamentos que provocan que los vasos sanguíneos se dilaten o contraigan, como determinados medicamentos para las alergias o para la migraña.
Problemas de coagulación sanguínea. Las enfermedades y las afecciones que aumentan el riesgo de que se formen coágulos sanguíneos pueden aumentar el riesgo de padecer isquemia intestinal. Algunos ejemplos son anemia de células falciformes y la mutación del Factor V de Leiden.
Otras afecciones médicas. Por ejemplo, tener hipertensión arterial, diabetes o colesterol alto también aumenta el riesgo de isquemia intestinal.
Consumo de drogas recreativas. El consumo de cocaína y metanfetamina se ha asociado a la isquemia intestinal.
Diagnóstico
Si después de una exploración física el proveedor de atención médica sospecha que tienes isquemia intestinal, es posible que te haga varias pruebas de diagnóstico. La elección de las pruebas se basa en los signos y síntomas y pueden incluir lo siguiente:
Análisis de sangre. Aunque no hay análisis de sangre específicos para detectar la isquemia intestinal, algunos resultados de análisis de sangre generales podrían indicar la presencia de esta afección. Un ejemplo de estos resultados es un aumento en el recuento de glóbulos blancos.
Pruebas por imágenes. Las pruebas por imágenes pueden ayudar al proveedor de atención médica a ver los órganos internos y descartar otras causas de los signos y síntomas. Pueden incluir radiografías, ecografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas . Para observar el flujo sanguíneo en las venas y arterias, se puede hacer una angiografía con un tipo específico de tomografía computarizada o resonancia magnética , o bien una angiografía dirigida por catéter a cargo de un radiólogo intervencionista.
Uso de un endoscopio para observar el interior del tracto digestivo. Esta técnica implica introducir en el recto un tubo flexible iluminado que tiene una cámara en el extremo, a fin de visualizar el interior del tracto digestivo. Esto es útil cuando se sospecha de isquemia del intestino grueso. Al insertar el endoscopio en el recto, el proveedor puede examinar los últimos 2 pies (60 centímetros) del colon (sigmoidoscopia) o el colon completo (colonoscopia).
Uso de una sustancia de contraste que rastrea el torrente sanguíneo a través de las arterias. Durante esta prueba (angiografía), se inserta un tubo largo y delgado (catéter) en una arteria de la ingle o del brazo. Luego, se pasa el catéter hasta la arteria más grande del cuerpo (aorta) y se inyecta una sustancia de contraste que fluye directamente a las arterias intestinales. A medida que la sustancia de contraste se desplaza por las arterias, las áreas estrechas o las obstrucciones se hacen visibles en las imágenes por rayos X. La angiografía también le permite al proveedor de atención médica tratar una obstrucción en una arteria mediante la extirpación de un coágulo, la inyección de medicamentos o el uso de instrumentos especiales para ensanchar la arteria.
Cirugía. En algunos casos, es posible que se requiera cirugía para localizar y extirpar el tejido dañado. La apertura del abdomen permite diagnosticar y tratar la afección durante un mismo procedimiento.
Tratamiento
El tratamiento para la isquemia intestinal consiste en el restablecimiento del suministro de sangre en el sistema digestivo. Las opciones varían según la causa y la gravedad de tu enfermedad.
Isquemia de colon
Si hay evidencia de isquemia grave de colon, el proveedor de atención médica puede recomendar antibióticos para tratar o prevenir infecciones. También es importante tratar cualquier afección médica subyacente, como insuficiencia cardíaca congestiva o latidos cardíacos irregulares.
Es probable que debas suspender los medicamentos que provocan la constricción de los vasos sanguíneos, tales como medicamentos para las migrañas, medicamentos hormonales y algunos medicamentos para el corazón. En la mayoría de los casos, la isquemia de colon se cura sola.
Si el colon está muy dañado, es posible que necesites una cirugía para extraer el tejido muerto. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para derivar una obstrucción en una de las arterias intestinales. Si se hace una angiografía para diagnosticar el problema, se puede abrir una arteria estrechada con la angioplastia.
La angioplastia consiste en usar un globo inflado en el extremo de un catéter para comprimir los depósitos de grasa y estirar la arteria, de manera que se forme un trayecto más amplio para que fluya la sangre. También puede colocarse un tubo metálico parecido a un resorte (estent) en la arteria para mantenerla abierta. Un coágulo de sangre puede extraerse o tratarse con medicamentos para disolverlo.
Isquemia arterial mesentérica aguda
La cirugía puede ser necesaria para eliminar un coágulo de sangre, derivar la obstrucción de una arteria o reparar o extraer una sección dañada del intestino. El tratamiento también puede incluir antibióticos y medicamentos para prevenir la formación de coágulos, disolver coágulos o dilatar los vasos sanguíneos.
Si se hace una angiografía para diagnosticar el problema, puede ser posible extraer a la vez un coágulo de sangre o abrir una arteria estrechada con la angioplastia. También se puede colocar una endoprótesis en la arteria para mantenerla abierta.
Isquemia arterial mesentérica crónica
El tratamiento implica restablecer el flujo sanguíneo al intestino. El cirujano puede desviar las arterias bloqueadas o ensanchar las arterias estrechadas mediante angioplastia o a través de la colocación de un estent en la arteria.
Isquemia debido a trombosis venosa mesentérica
Si el intestino no muestra signos de daño, es probable que debas tomar medicamentos anticoagulantes durante unos 3 a 6 meses. Los anticoagulantes ayudan a prevenir la formación de coágulos.
Es posible que necesites un procedimiento para extraer el coágulo. Si hay porciones del intestino que muestran signos de daño, es posible que necesites una cirugía para extraer la sección dañada. Si las pruebas muestran que tienes un trastorno de coagulación de la sangre, es probable que debas tomar anticoagulantes de por vida.
Con información de Mayo Clinic
SEGUIR LEYENDO