El síndrome de dolor patelofemoral es el dolor en la parte delantera de la rodilla, alrededor de la rótula (patela). A veces denominado «rodilla del corredor», es más frecuente en las personas que participan en deportes que implican correr y saltar.
El dolor de rodilla a menudo aumenta cuando corres, subes o bajas las escaleras, te sientas por largos períodos o te pones en cuclillas. Los tratamientos simples, como el descanso y la aplicación de hielo, a menudo son de ayuda, pero a veces es necesario acudir a la fisioterapia para aliviar el dolor patelofemoral.
Síntomas
El síndrome de dolor patelofemoral suele provocar un dolor leve en la parte delantera de la rodilla. Este dolor se puede intensificar al hacer lo siguiente:
Subir o bajar escaleras
Arrodillarse o ponerse en cuclillas
Sentarse con una rodilla flexionada durante períodos prolongados
Cuándo consultar al médico
Si el dolor persiste por varios días, consulta con el médico.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar el riesgo son:
Edad. Comúnmente, el síndrome de dolor patelofemoral afecta a adolescentes y adultos jóvenes. Los problemas de rodilla en los grupos de más edad por lo general son provocados por la artritis.
Sexo. Las mujeres tienen el doble de posibilidades que los hombres de padecer dolor patelofemoral. Esto puede deberse a que la pelvis más ancha en las mujeres aumenta el ángulo en que se unen los huesos en la articulación de la rodilla.
Algunos deportes. Realizar deportes que impliquen correr y saltar puede exigir demasiado las rodillas, especialmente cuando subes el nivel de entrenamiento.
Diagnóstico
El médico te preguntará sobre los antecedentes de tus problemas de rodilla y presionará algunas zonas de la rodilla y colocará la pierna en varias posiciones para descartar otros trastornos que tengan signos y síntomas similares.
Para determinar la causa del dolor de rodilla, el médico puede recomendarte pruebas de diagnóstico por imágenes, tales como:
Radiografías. Una pequeña cantidad de radiación atraviesa tu cuerpo en el proceso de creación de imágenes radiográficas Esta técnica es buena para visualizar los huesos, pero es menos efectiva para ver los tejidos blandos
Tomografías computarizadas (TC). Estas pruebas combinan las imágenes radiográficas tomadas de diversos ángulos para generar imágenes transversales de las estructuras internas Las exploraciones por tomografía computarizada pueden mostrar tanto los huesos como los tejidos blandos, pero el procedimiento implica una dosis de radiación mucho más elevada que las radiografías comunes
Imágenes por resonancia magnética (RM). La resonancia magnética utiliza ondas de radio y un campo magnético fuerte para producir imágenes detalladas de los huesos y de los tejidos blandos, como los ligamentos y los cartílagos de las rodillas Pero las resonancias magnéticas son muchos más caras que las radiografías o las exploraciones por tomografía computarizada
Tratamiento
Por lo general, el tratamiento del dolor patelofemoral comienza con algunas medidas simples. Descansa la rodilla tanto como puedas. Evita o modifica las actividades que intensifican el dolor, como subir escaleras, arrodillarte o ponerte en cuclillas.
Medicamentos
Si es necesario, puedes tomar analgésicos de venta libre, como paracetamol (Tylenol u otros), ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) y naproxeno sódico (Aleve).
Terapia
Un fisioterapeuta podría sugerirte lo siguiente:
Ejercicios de rehabilitación. Existen ejercicios específicos para fortalecer los músculos que sostienen las rodillas y controlan la alineación de las extremidades, como los cuádriceps, los isquiotibiales y los músculos alrededor de la cadera, en especial los abductores de la cadera Uno de los objetivos principales es corregir el movimiento hacia adentro de las rodillas que se produce al ponerse uno en cuclillas
Dispositivos de inmovilización. Los dispositivos de inmovilización de las rodillas o los soportes para el arco pueden ayudar a aliviar el dolor
Tablillas. El fisioterapeuta te puede enseñar cómo colocarte una tablilla en la rodilla para reducir el dolor y mejorar tu capacidad de hacer ejercicio
Hielo. Colocarte hielo en la rodilla después de hacer ejercicio puede ayudar a aliviar el dolor
Deportes saludables para las rodillas. Durante la recuperación, debes limitarte a hacer actividades de bajo impacto que no afecten a las rodillas, como el ciclismo, la natación o correr en el agua
Cirugías y otros procedimientos
Si los tratamientos no quirúrgicos no son efectivos, el médico podría sugerirte lo siguiente:
Artroscopia. Durante este procedimiento, el médico te inserta en la rodilla, a través de una pequeña incisión, un dispositivo delgado como un lápiz y equipado con la lente de una cámara y una luz (artroscopio) Luego, pasa los instrumentos quirúrgicos a través del artroscopio para eliminar los fragmentos de cartílago dañado
Realineación. En los casos más graves, es posible que un cirujano deba operar la rodilla para realinear el ángulo de la rótula o aliviar la presión ejercida sobre el cartílago
Con información de Mayo Clinic
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