Paraguay y Brasil inauguran un puente clave para la conectividad logística regional

La inauguración del Puente de la Integración suma un nuevo cruce estratégico sobre el río Paraná y apunta a descongestionar uno de los pasos más transitados del Mercosur, clave para el comercio bilateral

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La obra se inscribe en
La obra se inscribe en el fortalecimiento del llamado Corredor Metropolitano del Este, una zona que concentra actividades comerciales, industriales y logísticas (Foto: Shutterstock)

La inauguración del Puente de la Integración, que une a Paraguay y Brasil sobre el río Paraná, marca un hito relevante para la conectividad logística y el comercio internacional en el Cono Sur.

La nueva infraestructura conecta la ciudad paraguaya de Presidente Franco con la brasileña de Foz de Iguazú y se convierte en el segundo cruce vial entre ambos países en esta zona estratégica de la Triple Frontera, un nodo clave para los flujos comerciales regionales.

La habilitación del puente fue encabezada por el presidente de Paraguay, Santiago Peña, quien destacó que la obra “abre un capítulo nuevo” en la relación bilateral. Si bien la inauguración se realizó en actos separados, ambos gobiernos coincidieron en señalar el carácter estratégico del proyecto para la integración regional.

Con una extensión de 760 metros y una inversión conjunta de aproximadamente 1.900 millones de reales, el nuevo cruce se suma a una infraestructura histórica: el Puente de la Amistad, inaugurado hace seis décadas, por donde circulan diariamente cerca de 30.000 vehículos. La saturación de ese paso fue, durante años, uno de los principales cuellos de botella para la logística fronteriza entre Paraguay y Brasil.

Descongestión y ordenamiento del tránsito fronterizo

Desde una perspectiva logística, el principal aporte del Puente de la Integración es la redistribución de flujos en un punto crítico del comercio regional. La concentración de tránsito mixto —vehículos particulares, transporte de pasajeros y camiones— en un solo cruce generó históricamente demoras, sobrecostos y dificultades operativas, especialmente para el transporte de mercancías.

La habilitación inicial del nuevo puente se enmarca en un esquema de puesta en funcionamiento progresiva. En esta primera etapa, el cruce está destinado exclusivamente a camiones de gran porte sin carga (en lastre), con circulación en horarios nocturnos. El objetivo es evaluar el desempeño operativo del paso, ordenar los flujos y reducir la presión sobre el Puente de la Amistad sin alterar bruscamente la dinámica urbana de las ciudades involucradas.

El tránsito de camiones se realiza todos los días del año, entre las 19:00 y las 07:00 horas. No obstante, en el tramo urbano de la ciudad paraguaya de Presidente Franco la circulación está permitida únicamente entre las 22:00 y las 05:00, como medida para mitigar el impacto sobre la movilidad local y reforzar la seguridad vial en zonas residenciales. En una etapa posterior, prevista tras 30 días de operación, se contempla habilitar el paso de ómnibus de turismo bajo un esquema de circuito cerrado y horarios definidos.

Un nuevo eje para los flujos logísticos del Este

El esquema de itinerarios definido para el Puente de la Integración busca integrar el nuevo cruce a la red vial existente de manera ordenada. Del lado paraguayo, los camiones que ingresan desde Brasil se conectan con avenidas estructurantes hasta empalmar con la ruta PY07, uno de los corredores clave hacia Ciudad del Este y su área de influencia.

Este diseño no es menor: permite separar flujos logísticos del tránsito urbano, una condición esencial para mejorar la eficiencia operativa y reducir externalidades negativas en zonas densamente pobladas. En sentido inverso, los camiones que salen de Paraguay hacia Brasil recorren el circuito establecido hasta acceder directamente al puente, evitando cruces conflictivos.

En términos regionales, la obra se inscribe en el fortalecimiento del llamado Corredor Metropolitano del Este, una zona que concentra actividades comerciales, industriales y logísticas vinculadas tanto al mercado brasileño como al paraguayo, con proyección hacia otros países del Mercosur.

El nuevo cruce se suma
El nuevo cruce se suma a una infraestructura histórica: el Puente de la Amistad, inaugurado hace seis décadas, por donde circulan diariamente cerca de 30.000 vehículos (Foto: Shutterstock)

Impacto en el comercio internacional y la integración regional

Más allá de su operación inicial acotada, el Puente de la Integración tiene un potencial significativo para el comercio internacional. Paraguay y Brasil mantienen una relación comercial intensa, con flujos constantes de bienes industriales, productos agroindustriales e insumos intermedios. Mejorar la previsibilidad y la eficiencia en los cruces fronterizos es un factor clave para reducir tiempos, costos y riesgos logísticos.

La ministra paraguaya de Obras Públicas y Comunicaciones, Claudia Centurión, señaló durante el acto inaugural que el Puente de la Amistad fue una obra “fundacional” que integró territorios y mercados, mientras que el nuevo puente representa “la madurez” de esa relación. En términos logísticos, esa madurez se traduce en infraestructura pensada para acompañar volúmenes crecientes de intercambio y estándares más exigentes de operación.

En ese sentido, el propio presidente Peña adelantó que Paraguay solicitará formalmente a Brasil ampliar, durante el período de prueba, la circulación de vehículos livianos con pasajeros las 24 horas del día. De concretarse, este paso ampliaría aún más el impacto del puente, no solo en el transporte de cargas, sino también en la movilidad regional y el turismo.

Una obra estratégica con mirada de largo plazo

La inauguración del Puente de la Integración no resuelve por sí sola todos los desafíos logísticos de la Triple Frontera, pero constituye un salto cualitativo en materia de infraestructura. Su operación gradual, bajo monitoreo permanente, permitirá ajustar procedimientos, evaluar impactos y planificar futuras etapas de habilitación, incluyendo eventualmente el tránsito de camiones cargados.

En un contexto regional donde la competitividad del comercio internacional depende cada vez más de la calidad de la infraestructura y la eficiencia de los nodos logísticos, este nuevo cruce binacional se perfila como una pieza clave para fortalecer la integración entre Paraguay y Brasil y mejorar la fluidez de las cadenas de suministro en el corazón del Mercosur.