
Al referirse a su trabajo, Jonatan comenta: “me gusta pensar que tengo impacto en la experiencia del consumidor final”. En esta entrevista, recorre los desafíos del transporte, la presión competitiva y el rol creciente de la innovación en un mercado donde el cumplimiento es cada vez más determinante.
¿Qué funciones tiene un manager de transporte en el rubro de artículos deportivos?
Mi función básicamente es que los productos lleguen en el momento adecuado y al lugar correcto. Ese es mi objetivo y mi razón de ser dentro de la operación. Todo el trabajo está orientado a que los pedidos se cumplan de manera eficiente, con una logística que responda a las expectativas del cliente.
Todos los días hay desafíos. Hoy los que más aparecen están relacionados a costos y servicio, sobre todo por los cambios en las importaciones. La apertura del mercado nos obliga a ser más competitivos y a trabajar más a fondo en la estructura de costos. También hay una presión fuerte por parte de los usuarios, quienes exigen niveles de cumplimiento cada vez más altos.
Me gusta pensar que tengo impacto en la experiencia del consumidor final. Que todo el trabajo que hacemos termina en una persona que recibe sus zapatillas o su producto para algo que le importa. Eso me motiva mucho.
¿Qué observás sobre la actualidad de la logística en Argentina?
La actualidad argentina nunca es fácil. Hoy la liberación de importaciones y la llegada de nuevos jugadores internacionales hacen que la industria sea más competitiva. Eso genera más presión en los tiempos, en los volúmenes y en la capacidad de cumplir.
También hay un desafío de fondo que es cómo manejamos los picos estacionales, las promociones, los eventos y todos esos momentos donde la demanda crece muy fuerte.
Hay mucha competencia, no solo en indumentaria sino en todos los sectores. El consumidor espera cumplimiento y transparencia. Con tantas propuestas y tantas opciones en el mercado, uno mira más que nunca si se cumplen las promesas de entrega. Eso es lo que busca: seguridad en lo que compra y claridad en la experiencia.
¿El cliente de artículos deportivos tiene alguna particularidad?
Sí. Es un consumidor que muchas veces necesita el producto para una actividad física, una competencia o un entrenamiento. Sabe que el producto no va a llegar inmediatamente porque hay procesos detrás, pero valora muchísimo el cumplimiento de la promesa de entrega. Es un cliente exigente y muy atento a la experiencia.
Desde la logística tenemos un desafío muy lindo. Impactamos en los clientes, tanto en B2B como en B2C, no sólo con las entregas sino con toda la experiencia que hay detrás. Nos levantamos pensando en los consumidores y nos acostamos pensando en ellos. Ese es el motor del día a día y lo que hace que esta industria sea tan desafiante y tan interesante.
¿Identificás alguna tendencia reciente en el consumo?
Si lo miramos del lado del consumidor, la apertura del mercado y la competencia generan más oferta, más opciones y más exigencia. Los usuarios buscan precisión, buena experiencia, cuotas y costos razonables. Y todo eso influye directamente en la logística.
Del lado del e-commerce, el crecimiento fue muy fuerte en los últimos años y todavía sigue. En algún momento se va a estabilizar, pero hoy sigue marcando el ritmo.

¿Qué particularidades encontrás en la logística inversa en este sector?
La logística inversa es un proceso complejo en todos lados. Es una instancia que nadie quiere tener porque significa que la venta no se concretó. Implica costos: el envío, la devolución y el manejo del producto que vuelve.
En Argentina la tasa es baja comparada con mercados europeos, pero a medida que el e-commerce crezca y se haga más fácil devolver productos, ese porcentaje va a aumentar.
¿Cómo ves la convivencia entre logística, tecnología e inteligencia artificial?
La inteligencia artificial llegó y va a estar cada vez más presente. El desafío es entender qué es realmente, porque muchas veces se confunde con herramientas que ya existen. IA no es estadística ni bots, es algo que te da predicciones, que te ayuda a anticiparte.
Creo que lo más importante es que los profesionales se capaciten para aprovecharla de verdad. Hoy la mayoría la usa para revisar contratos, mails o análisis, pero hay muchísimo más para explorar. Para eso hay que entenderla y saber usarla.
¿Qué puntos te gustaría que mejoren en la logística argentina?
Creo que tenemos un camino grande por recorrer. Si comparamos con otros países, todavía falta avanzar en velocidad, eficiencia y formas más ecológicas de entrega, con menos emisiones. Hay mucho por explorar y mejorar, tanto en infraestructura como en uso de nuevas tecnologías.
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