
El tráfico mundial de carga aérea mantiene su tendencia positiva. Según datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la demanda aumentó un 2,9% interanual en septiembre de 2025, alcanzando así siete meses consecutivos de crecimiento. El resultado refleja una fuerte adaptación del sector frente a los cambios en los patrones comerciales impulsados por nuevas políticas arancelarias y la reconfiguración de las rutas globales.
La capacidad total, medida en toneladas-kilómetro disponibles (ACTK), también subió un 3,0% interanual, mientras que el factor de carga promedio se mantuvo estable en 45,7%.
Este crecimiento se da en un contexto de tensión geoeconómica: las recientes políticas arancelarias de Estados Unidos, entre ellas la eliminación de exenciones de minimis, están modificando la dinámica del comercio internacional, reduciendo los flujos entre Norteamérica y Asia, pero impulsando con fuerza las rutas intraasiáticas y las conexiones de Asia con Europa, África y Oriente Medio.
“Si bien muchos temían una desaceleración del comercio mundial, estamos viendo cómo la carga aérea se adapta con éxito para satisfacer las cambiantes demandas del mercado”, señaló Willie Walsh, director general de la IATA.
Factores macroeconómicos que impulsan el desempeño
El entorno operativo acompañó este repunte. El comercio mundial de mercancías creció un 7% interanual en agosto, impulsado por la recuperación del consumo y la reactivación industrial en Asia. A su vez, el índice de gerentes de compras (PMI) manufacturero global se fortaleció por segundo mes consecutivo, alcanzando 51,3 puntos, indicador de expansión. No obstante, los nuevos pedidos de exportación se mantuvieron en 49,6 puntos, por debajo del umbral de crecimiento, lo que muestra una cautela persistente ante la incertidumbre arancelaria.
En paralelo, los precios del combustible de aviación subieron un 5,4% durante septiembre, pese a la baja del petróleo crudo, debido a un mercado del diésel más ajustado que duplicó el diferencial de precios interanual.
Asia lidera el crecimiento, América Latina retrocede
El análisis regional muestra una marcada divergencia de desempeño entre mercados.
Las aerolíneas de Asia-Pacífico lideraron la expansión con un crecimiento interanual del 6,8%, sostenido por la fortaleza de las rutas dentro del continente y las conexiones con Europa. La capacidad en la región aumentó un 4,8%, reflejando la recuperación del tráfico exportador asiático y el dinamismo de los centros logísticos del Sudeste Asiático.
En contraste, las aerolíneas norteamericanas registraron una caída del 1,2% en la demanda, en línea con la contracción del comercio Asia–EE.UU., mientras que su capacidad descendió un 1,5%.
Las aerolíneas europeas mostraron un incremento del 2,5%, con una expansión del 4,4% en capacidad, impulsadas por la reactivación de los corredores intercontinentales con Asia y África.
Por su parte, Oriente Medio creció apenas 0,6%, afectado por una desaceleración en las rutas hacia Europa, aunque su capacidad aumentó un 5,5%, lo que indica mayor oferta ante una demanda más moderada.
En América Latina y el Caribe, el tráfico de carga aérea retrocedió un 2,2%, siendo el peor desempeño regional, pese al incremento del 3,1% en capacidad. La región enfrenta menor dinamismo exportador y desafíos estructurales en infraestructura y conectividad.
Finalmente, África volvió a destacarse con un crecimiento del 14,7%, el más alto a nivel global, impulsado por el fortalecimiento de los flujos con Asia y la consolidación de nuevos corredores logísticos intercontinentales.

Nuevas rutas y oportunidades de optimización
Los principales corredores comerciales aéreos mostraron comportamientos dispares. Las rutas Europa–Asia y dentro de Asia registraron crecimientos de dos dígitos, reflejo de la fuerte demanda regional y la consolidación de hubs estratégicos en Singapur, Hong Kong y Corea.
También se observó una mejora en los flujos Oriente Medio–Asia, Norteamérica–Europa y África–Asia. En cambio, los tráficos Asia–Norteamérica, Oriente Medio–Europa y dentro de Europa cayeron, evidenciando una reconfiguración en la red global de carga aérea.
Un cierre de año con señales mixtas
Con siete meses consecutivos de crecimiento, la industria mantiene una tendencia positiva, aunque enfrenta un escenario de volatilidad comercial, costos elevados y ajustes regulatorios.
La IATA estima que la resiliencia del transporte aéreo de carga seguirá siendo clave para sostener el comercio internacional en un contexto donde la rapidez, la trazabilidad y la flexibilidad son más decisivas que nunca.
“La cadena logística global está cambiando, y la carga aérea está demostrando su capacidad de adaptación”, concluyó Walsh.
Con la temporada alta de fin de año por delante, el sector se prepara para una demanda sostenida pero más selectiva, marcada por la digitalización, la eficiencia operativa y el reposicionamiento de las rutas más rentables.
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