La desregulación de kioscos abre un nuevo frente para la logística de cercanía

Con la posibilidad de entregar correspondencia, paquetería y documentación, los kioscos se perfilan como microhubs estratégicos que podrían transformar la logística en barrios y ciudades

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En Argentina existen ya redes
En Argentina existen ya redes que utilizan comercios de proximidad para distribuir paquetes y recaudar correspondencia, con beneficios en reducción de costes de entrega y comodidad para el consumidor (Foto: Shutterstock)

El reciente Decreto 629/2025, publicado hoy en el Boletín Oficial, elimina el régimen nacional que regulaba la venta de diarios y revistas desde el año 2000 y habilita a los kioscos a funcionar como operadores postales o asociarse con uno autorizado.

Lejos de quedar en una cuestión meramente editorial, esta medida puede transformar a los kioscos en nuevos microhubs logísticos dentro de la ciudad, modificando el mapa de la distribución urbana de e-commerce, correspondencia y documentación.

¿Cuántos kioscos hay en Argentina y cómo está su tendencia?

Un informe reciente de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) revela que la cantidad de kioscos activos en el país disminuyó de 112.000 a 96.000 en solo un año, lo que representa una caída del 14 %, con el cierre de 16.000 puestos.

En Buenos Aires, la situación es aún más pronunciada: los puestos de diarios pasaron de alrededor de 8.000 en los años ’90 a menos de 2.000 hoy, menos de una cuarta parte.

Este retrato apunta a un sector en retroceso, pero también disponible: una red existente, en retirada, que podría reconvertirse si se le da una nueva función y relevancia.

Kioscos como puntos de conveniencia: un modelo probado

En entornos urbanos europeos, el concepto de “punto de conveniencia” —comercios de cercanía que actuaban como puntos de retiro y entrega para operadores logísticos— ha crecido desde los años 80‑90. En Francia, por ejemplo, surgieron redes que dieron a quienes compraban online espacios convenientes para retirar sus compras. Este modelo se consolidó como una alternativa más eficiente y económica que la entrega domiciliaria directa.

En Argentina existen ya redes que utilizan comercios de proximidad para distribuir paquetes y recaudar correspondencia, con beneficios en reducción de costes de entrega y comodidad para el consumidor.

Un informe reciente de la
Un informe reciente de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) revela que la cantidad de kioscos activos en el país disminuyó de 112.000 a 96.000 en solo un año (Foto: Shutterstock)

¿Cómo cambia el tablero con el nuevo decreto?

El Decreto 629/2025 no solo deroga el marco restrictivo vigente, sino que:

  • Habilita a los kioscos para ofrecer servicios postales —desde entrega de correspondencia y documentación hasta recepción de e‑commerce— previa registración ante el ENACOM o alianza con un operador postal autorizado.
  • Disuelve el Registro Nacional de Vendedores y Distribuidores de Diarios y Revistas, eliminando los derechos de parada y zonas de influencia que limitaban la actividad.

Esto convierte a los kioscos en candidatos naturales para operar como nodos logísticos urbanos, aprovechando su ubicación estratégica en las calles y su proximidad al consumidor final.

Impacto logístico real y tangible

1. Capilaridad urbana: aunque en retroceso, la red de kioscos continúa presente en miles de barrios —una infraestructura existente que se podría reutilizar sin necesidad de construir nuevos centros de distribución.

2. Eficiencia en la última milla: concentrar entregas en kioscos puede liberar espacio vial, reducir congestión urbana y disminuir recorridos, lo que se traduce en menor costo logístico y tiempos más cortos.

3. Competencia postal y diversificación: la apertura legal permite que nuevos actores ingresen al mercado, lo que dinamiza un sector históricamente concentrado y genera opciones más flexibles para empresas y usuarios.

4. Reconfiguración del espacio público: al quedar sujetos a normativas locales, los municipios tendrán un rol clave para adaptar regulaciones urbanas, permisos de uso del espacio público, horarios de atención y seguridad operativa.

Una oportunidad con desafíos por delante

Para materializar este potencial, será fundamental:

  • Sensibilizar a los kiosqueros acerca de las ventajas de convertirse en puntos postales.
  • Facilitar la registración o el acceso a acuerdos con operadores logísticos.
  • Coordinar con los gobiernos locales para adaptar normativas de uso y evitar conflictos en el espacio público.
  • Asegurar que la reconversión sea económicamente viable y sostenible para los comerciantes.

En conclusión, lo que podría parecer una simple desregulación editorial tiene en realidad un valor estratégico: la transformación de los kioscos —de espacios de venta de prensa en decaída— a puntos logísticos de cercanía, con potencial para mejorar la eficiencia urbana, fomentar mayor competencia y consolidar una red distribuida para la entrega de paquetería, correspondencia y documentación en el país.