
“En Red Bull, ni Hamilton ni Leclerc resistirían como compañeros de Verstappen”. Así de tajante fue Checo Pérez al analizar la exigencia de compartir equipo con el tricampeón mundial neerlandés de la escudería más importante de los últimos años.
El piloto mexicano, con la experiencia de haber disputado 90 Grandes Premios junto a Max Verstappen entre 2021 y 2024, afirmó que la presión y las dificultades de ese puesto superan incluso lo que podrían soportar figuras como Lewis Hamilton o Charles Leclerc, ambos en Ferrari actualmente.
“No hay ningún piloto que pueda sobrevivir allí. Da igual que Hamilton o Leclerc estén al volante, todos estarían condenados”, sostuvo Pérez en declaraciones para la cadena Sky Sports F1 que han reavivado el debate sobre el segundo asiento más temido de la Fórmula 1.

Un desfile de conductores para RB
La historia reciente de Red Bull respalda la percepción de Pérez. Desde la llegada de Verstappen al equipo principal, varios pilotos han intentado igualar su rendimiento sin éxito. Carlos Sainz, quien compartió garaje con Verstappen en Toro Rosso (actual Racing Bulls) durante el año de debut de ambos, protagonizó una competencia reñida, pero el neerlandés terminó imponiéndose.
Posteriormente, Daniel Ricciardo, Pierre Gasly, Alex Albon, Sergio Pérez, Liam Lawson y, más recientemente, Yuki Tsunoda, han ocupado el asiento junto a Verstappen. El caso de Tsunoda ilustra la dificultad: en 18 carreras con Red Bull, solo logró superar a su compañero en una ocasión, y fue en el Gran Premio de Austria, cuando Verstappen abandonó tras un incidente con Kimi Antonelli.
Pérez, quien ha sido el piloto que más tiempo ha compartido equipo con Verstappen, solo consiguió imponerse en 10 sesiones de clasificación y 11 carreras a lo largo de sus 90 participaciones juntos. Esta estadística, según el propio mexicano, evidencia la magnitud del reto. “Es un lugar muy complicado. Obviamente, estar al lado de Max ya es muy difícil, pero estar con él en Red Bull es una cosa que la gente no entiende”, explicó.

La raíz de las fallas en los compañeros de Max
El piloto mexicano atribuyó gran parte de la dificultad a la configuración técnica del monoplaza. Según su análisis, el coche de Red Bull está ajustado de manera muy específica para maximizar el estilo de conducción de Verstappen.
“Como piloto, es realmente difícil tener que pensar constantemente en cómo conducir. Tienes que adaptarte al estilo de conducción de Max. No es que el coche sea malo, pero su equilibrio es muy específico, y si no lo conduces como él, estás completamente perdido”, detalló Pérez, subrayando que la adaptación resulta especialmente exigente para cualquier piloto que no comparta las mismas preferencias técnicas que el neerlandés.
Más allá de los aspectos técnicos, Pérez también reflexionó sobre la presión psicológica que implica ocupar ese asiento. El mexicano mostró empatía hacia quienes han pasado o pasarán por esa situación, recordando su propia experiencia y evitando emitir juicios sobre el desempeño de otros pilotos. Desde su perspectiva, solo quienes han estado en ese lugar comprenden realmente el desafío que representa competir al lado de Verstappen en Red Bull.


