
La Liga MX exige que cada club acumule al menos 1,170 minutos jugados por futbolistas nacidos en 2003 o posteriores durante la fase regular del torneo.
Esta medida busca impulsar el desarrollo de talento joven en el país. Aunque varios equipos ya superaron ese umbral, otros siguen sin cumplir la meta, lo que podría derivar en sanciones al cierre del Apertura 2025.
Hasta la jornada más reciente, diez equipos ya cumplieron con la regla:
- Chivas – 2,976 minutos
- Puebla – 2,371
- León – 2,161
- Atlético San Luis – 1,880
- Tijuana – 1,751
- Atlas – 1,741
- Juárez – 1,567
- Pachuca – 1,368
- Necaxa – 1,171
- Santos Laguna – 1,170
En contraste, ocho clubes siguen sin alcanzar el mínimo requerido:
- Pumas – 1,095 minutos
- Mazatlán – 1,050
- América – 1,045
- Querétaro – 997
- Cruz Azul – 993
- Monterrey – 979
- Toluca – 907
- Tigres – 833

Algunos están cerca de cumplir, como Pumas y Mazatlán, mientras que otros, como Tigres y Toluca, aún deben sumar más de 200 minutos en las últimas jornadas para evitar sanciones.
¿Qué pasa si los equipos no alcanzan los minutos requeridos?
El reglamento de la Liga MX establece que los clubes que no cumplan con los 1,170 minutos de menores serán penalizados con la pérdida de tres puntos al finalizar la fase regular. Esta sanción puede afectar directamente la clasificación a la Liguilla o al Play-In, además de modificar el posicionamiento en la tabla de cociente.

La pérdida de puntos no solo tiene implicaciones deportivas, sino también económicas y reputacionales. Los clubes que incumplen suelen enfrentar críticas por no fomentar el desarrollo juvenil, y pueden ver afectado su acceso a incentivos relacionados con formación de talento.
Historia de la regla y evolución en la Liga MX
La regla de minutos menores fue implementada en la Liga MX como parte de una estrategia para fortalecer las fuerzas básicas y garantizar oportunidades reales a los jóvenes futbolistas. En sus primeras versiones, el requisito era más flexible y permitía sumar minutos con jugadores de categorías cercanas. Con el tiempo, se estableció un mínimo obligatorio por equipo y un máximo de 225 minutos por partido.
La norma ha sido objeto de debate entre directivos y entrenadores. Algunos la consideran esencial para el crecimiento del fútbol mexicano, mientras que otros la ven como una imposición que limita decisiones tácticas. Sin embargo, los datos muestran que los equipos que cumplen suelen tener mayor profundidad en sus plantillas y mejor proyección a mediano plazo.


