
La Arena México fue escenario de una de las entradas más emotivas en la historia reciente de la lucha libre durante la tercera lucha de AEW Grand Slam 2025, cuando Místico hizo su aparición al ritmo de “Me Muero” de La Quinta Estación, tema que de inmediato provocó una ovación ensordecedora en el recinto.
Vestido con su clásica indumentaria blanca y dorada, el Rey de Plata y Oro caminó hacia el cuadrilátero con serenidad, mientras la letra de la canción resonaba en las gradas y muchos fanáticos coreaban el tema entre lágrimas, celulares encendidos y gritos de apoyo. La conexión entre Místico y su gente fue total desde el primer segundo.

Su oponente, el polémico Maxwell Jacob Friedman (MJF), no tardó en recibir abucheos por parte del público mexicano, sobre todo tras la entrada tan simbólica del ídolo local. Pero ni siquiera con la ayuda del poderoso Hurt Syndicate —integrado por MVP, Shelton Benjamin y Bobby Lashley— logró robarse la noche.

Místico dominó la mayor parte del combate, haciendo gala de su agilidad y conocimiento del ring. Pese a múltiples interferencias, el mexicano mantuvo el control. MJF recurrió a sus artimañas, llevándose al réferi al ring para buscar la victoria por conteo fuera del cuadrilátero. Sin embargo, Místico regresó a tiempo, conectó un Spanish Fly desde la tercera cuerda y aplicó La Mística, su llave clásica, a Friedman, quien se rindió justo cuando el árbitro era distraído por los miembros del Hurt Syndicate.

El combate terminó con un golpe bajo de MJF, lo que enardeció al público, pero aun así la victoria fue declarada para Místico. El momento se tornó oscuro cuando el Hurt Syndicate intentó quitarle la máscara y comenzaron a golpearlo brutalmente. Fue entonces que Templario, Bandido y Titán entraron al rescate para limpiar el ring y defender al ídolo nacional.

Con la máscara rasgada, la respiración agitada y el rostro bañado en sudor, Místico tomó una bandera de México, la colocó en el centro del ring y le dio un beso, desatando el grito unísono de toda la Arena México: “¡MÉ-XI-CO, MÉ-XI-CO!”.

AEW Grand Slam 2025 no solo marcó una histórica alianza con el CMLL, también dejó una huella emocional imborrable gracias a un luchador que, al ritmo de una balada romántica, le recordó al mundo el poder simbólico del ídolo enmascarado mexicano.

