
Luis Ángel Malagón vivirá una nueva oportunidad de hacer historia con el América. El arquero nacido en Zamora, Michoacán, se prepara para disputar su cuarta final como portero azulcrema, un escenario que años atrás parecía lejano, pero que hoy asume con plenitud, madurez y una motivación desbordante.
En conferencia de prensa previa a la Final del Clausura 2025 ante Toluca, Malagón compartió su sentir y el significado que tiene este momento en su carrera. “Será un lindo partido. Las finales hay que vivirlas y disfrutarlas. Tenemos un gran técnico que se encarga de hacernos ver las cosas más simples”, expresó el guardameta, quien no dudó en elogiar el trabajo del entrenador brasileño André Jardine.
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Malagón subrayó cómo el estratega ha influido en la solidez defensiva del equipo a lo largo del torneo. “Es alguien que te da confianza, que sabe cómo transmitir el mensaje y que ha hecho que nos entendamos muy bien entre línea por línea”, explicó al resaltar el crecimiento colectivo del plantel.
Sin embargo, más allá de lo futbolístico, el arquero se tomó un momento para reflexionar sobre su trayectoria, los sacrificios hechos y lo que representa vestir la camiseta azulcrema. “Me siento contento, agradecido con la vida y con Dios por seguir en América… Va más allá de lo futbolístico, es orgullo, deseo y éxito”, dijo con emoción, dejando ver la huella que quiere dejar en la institución.
Consciente de la presión que implica jugar en el club más ganador del fútbol mexicano, Malagón afirmó que esa exigencia es también su mayor motivación. “Aquí no puedes relajarte. Cada partido, cada torneo, cada final es una oportunidad para crecer, para demostrar y para ganar”, sentenció.

El arquero también hizo énfasis en la unión del grupo, y en cómo la armonía entre afición, cuerpo técnico y jugadores ha sido clave para llegar hasta esta instancia. “Es un equipo que sabe a lo que juega y que está comprometido en todos los sentidos. Esa conexión con la grada nos hace más fuertes”, añadió.
América se enfrentará a Toluca con la misión de conquistar el Tetracampeonato, un logro que marcaría época y consolidaría el legado de esta generación. Para Malagón, ese objetivo no es una presión, sino una oportunidad irrepetible. “Tenemos hambre de gloria. Queremos levantar esa copa y celebrar con nuestra gente”, concluyó.


