
Las cifras de organismos oficiales y estudios de plataformas internacionales muestran que el número de separaciones y divorcios registra un incremento importante en las semanas posteriores a las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Diversos especialistas señalan que lo anterior puede deberse a que las fiestas de Navidad y Año Nuevo incrementan la presión en diversos aspectos sobre las parejas.
Las reuniones familiares, la convivencia más intensa y la obligación de mantener una imagen festiva generan situaciones de estrés que exponen fisuras que antes quedaban relegadas dentro de la rutina cotidiana.

Estrés y presión social: factores que afectan la estabilidad de las parejas
Con respecto a lo anterior, un análisis publicado por El País de Colombia recoge que los profesionales de la salud mental consideran que las festividades funcionan como un detonante para crisis previas, dado que durante estos días aflora la convivencia prolongada y los conflictos irresueltos salen a la superficie.
El mismo reporte subraya que la presión económica incrementa el malestar. Los gastos propios de la temporada navideña, como regalos, celebraciones y vacaciones, generan tensiones adicionales en los vínculos afectivos.
Según testimonios recogidos, el periodo festivo lleva a las personas a reflexionar sobre la relación y a tomar decisiones postergadas, especialmente por el deseo de evitar el conflicto abierto durante los días festivos.
La psicóloga Laura Cano, consultada por Infobae, destaca que “las fiestas suelen significar una prueba importante para las parejas. Las expectativas de armonía chocan con la realidad cotidiana y muchos deciden separarse una vez terminadas las celebraciones”.

Infidelidad y nuevas oportunidades: el papel de las aplicaciones y el ciclo anual
Por otro lado, los registros de plataformas de citas como Second Love y Ashley Madison indican que el uso de estas aplicaciones incrementa durante el periodo que rodea a la Navidad y el Año Nuevo.
Second Love informó un alza del 40% en la actividad de sus usuarios en diciembre respecto de otros meses, mientras que Ashley Madison reportó un aumento de nuevos registros después de las fiestas, de acuerdo con un informe de la cadena australiana SBS Spanish.
Expertos en relaciones afirman, citados por medios como El País, que este comportamiento responde a un ciclo anual: muchas personas aprovechan la llegada de un nuevo año para reconsiderar su proyecto personal, lo que puede incluir el cierre de una etapa sentimental y la búsqueda de nuevas experiencias.
Las estadísticas muestran que enero es considerado el “mes del divorcio” en diferentes países y culturas, con registros consistentes en países como España, Reino Unido, Estados Unidos y Argentina.
Reuters destacan que, a pesar de que las celebraciones actúan como catalizador, la mayoría de las rupturas no son provocadas exclusivamente por un factor navideño, sino que suelen responder a problemas arrastrados a lo largo del año.

Las fuentes consultadas coinciden en que la convivencia intensificada durante las fiestas y el proceso reflexivo típico de los cierres de año propician que muchas parejas decidan iniciar el trámite de separación o divorcio en enero o semanas posteriores.


