
La Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR) advirtió que la posible reanudación de bloqueos carreteros por parte de campesinos y transportistas, al inicio del periodo vacacional de fin de año, podría generar afectaciones graves a la población y a la cadena de suministro.
El organismo señaló que estas acciones impactarían directamente a la economía nacional y vulnerarían el derecho constitucional al libre tránsito, en una temporada clave por el incremento en la movilidad de personas y mercancías.
CANACAR alertó que quienes promuevan y ejecuten los bloqueos deberán asumir la responsabilidad por las consecuencias económicas, sociales y de seguridad que se deriven, como retrasos logísticos, pérdidas millonarias y desabasto de bienes esenciales, incluidos alimentos, medicinas y combustibles.

Los problemas que advierte el sector transporte sobre los bloqueos
El organismo empresarial subrayó que la paralización de carreteras durante las fiestas decembrinas podría provocar un escenario de caos generalizado, con afectaciones al turismo, al comercio y a los servicios.
Además, millones de familias podrían verse impedidas de llegar a sus destinos.
El autotransporte de carga, recordó CANACAR, es un eslabón estratégico para el funcionamiento del país, ya que por esta vía se mueve la mayor parte de los insumos básicos.

Cualquier interrupción deliberada compromete de manera inmediata la estabilidad de la cadena de suministro, sobre todo en un periodo de alta demanda.
¿Qué exigen campesinos y transportistas?
Las protestas anunciadas tienen su origen en una serie de demandas acumuladas por ambos sectores.
Campesinos y transportistas aseguran que el Gobierno no ha cumplido acuerdos previos y que sus condiciones económicas y de seguridad se han deteriorado.
Entre sus principales exigencias se encuentran:
- Precios justos y precios de garantía para los productos del campo, que les permitan cubrir los altos costos de producción como fertilizantes, semillas y diésel.
- Mayor seguridad en carreteras y zonas rurales, ante el aumento de robos, extorsiones y secuestros que afectan la actividad agrícola y del transporte.
- Respeto a acuerdos firmados y creación de mesas de diálogo reales con autoridades y legisladores.
- Inclusión del sector rural en las decisiones legislativas que impactan directamente su actividad.
Rechazo a la nueva Ley de Aguas
Uno de los ejes centrales de las movilizaciones es el rechazo a la nueva Ley de Aguas.

Los campesinos advierten que esta iniciativa pone en riesgo el acceso y control del agua para uso agrícola, afecta la producción nacional y amenaza su patrimonio y la defensa de la tierra y los recursos naturales.
Los productores acusan que la propuesta se ha impulsado sin una consulta amplia al sector rural y temen que priorice intereses industriales o privados sobre el uso agrícola, lo que agravaría la desigualdad en el campo y la migración forzada.
Por ello, exigen ser tomados en cuenta en la discusión y modificación de la ley.
Postura del Gobierno y carreteras que podrían verse afectadas
Ante las amenazas de bloqueos, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) llamó a productores y transportistas a evitar cierres en carreteras, autopistas y puentes fronterizos, y reiteró que el diálogo es la vía principal para atender las demandas del campo.

La dependencia destacó que el Gobierno federal ha beneficiado a 2.8 millones de productores con apoyos directos y programas como Fertilizantes para el Bienestar y Precios de Garantía.
De concretarse las movilizaciones, los bloqueos podrían registrarse en carreteras estratégicas como la México–Querétaro, México–Puebla, vías federales del norte y occidente del país, así como accesos a aduanas y puentes internacionales, lo que incrementaría el impacto a la población durante el periodo vacacional.


