
La recta final del año trae consigo el cierre de ciclos y la expectativa del que comienza. Para quienes desean optimizar sus recursos, la planeación fiscal cobra relevancia ante la proximidad del periodo de declaraciones ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Aprovechar correctamente las deducciones personales permite a las personas físicas disminuir la carga de impuestos, siempre que cada requisito sea cumplido de forma precisa, particularmente en la emisión de facturas válidas.
Deducciones personales: oportunidad anual para el contribuyente
El SAT detalla que las personas físicas pueden deducir ciertos gastos. Entre los conceptos más frecuentes se encuentran:
- Gastos médicos y hospitalarios
- Primas de seguros de gastos médicos
- Colegiaturas y transporte escolar obligatorio
- Créditos hipotecarios (intereses reales)
- Aportaciones voluntarias para el retiro y depósitos en cuentas de ahorro
- Donativos y gastos funerarios
Quienes obtienen ingresos por sueldos, actividades profesionales, arrendamiento, intereses o dividendos, entre otros, pueden aprovechar estas deducciones al presentar declaración anual. El monto máximo deducible corresponde a cinco veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA) anual o el 15% del ingreso anual total, lo que resulte menor. Cabe mencionar, cada rubro tiene un monto máximo deducible.
¿Quiénes están excluidos?

No todos los contribuyentes acceden a este beneficio. Quienes tributan bajo el Régimen Simplificado de Confianza (RESICO) quedan fuera. También se excluye a quienes realizan actividades empresariales o de servicios a través de plataformas tecnológicas, salvo que presenten la declaración anual correspondiente.
En el caso de gastos en beneficio de cónyuge, concubino o familiares en línea recta, el SAT precisa que solo se consideran para ser deducibles si no obtienen ingresos iguales o superiores al salario mínimo anual de la localización del contribuyente.
Requisitos de la factura para hacer deducciones

Para transformar un gasto en una deducción efectiva, resulta imprescindible que la factura o Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) cumpla cabalmente lo solicitado por la autoridad. El SAT enumera los requisitos que todo contribuyente debe revisar antes de guardar una factura para efectos fiscales. Una factura válida debe cumplir con los siguientes puntos:
- El RFC del contribuyente debe figurar correctamente.
- El producto o servicio especificado y el “Uso de CFDI” (Comprobante Fiscal Digital por Internet) deben corresponder con el gasto realizado.
- El método de pago tiene que ser uno autorizado: transferencia electrónica, tarjeta de crédito, débito, de servicio o cheque nominativo. Además, el pago tiene que salir de una cuenta a nombre del beneficiario de la deducción.
El SAT insiste en que las deducciones personales son susceptibles de revisión y que los errores en la factura —como el RFC incompleto, concepto ambiguo o método de pago no autorizado— pueden impedir su deducción.
Preparar la documentación conforme lo exige el SAT y conocer los límites y exclusiones es el mejor camino para aprovechar plenamente las deducciones personales, evitando errores que puedan desvirtuar el esfuerzo de planear apropiadamente la declaración fiscal.


