
Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, celebró la declaratoria como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que realizó la Unesco a la Pasión de Cristo, que anualmente realiza la alcaldía Iztapalapa, de la capital del país.
La declaratoria por parte del organismo ocurrió este martes 9 de diciembre al viacrucis, el cual reúne a miles de personas cada año.
A través de sus redes sociales oficiales, Brugada felicitó a Iztapalapa tras esta declaratoria por parte de la Unesco:
“La Pasión de Cristo de Iztapalapa ya es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Un reconocimiento que honra la fe, la tradición y la identidad de un pueblo que año con año mueve el corazón de México. Felicidades, Iztapalapa. Este logro es de todas y todos”, expresó la mandataria capitalina.
Posteriormente, compartió un video donde habló sobre el tema.
Por la mañana de este miércoles 10 de diciembre, en la conferencia de prensa matutina, la presidenta de la República Mexicana, Claudia Sheinbaum, también se refirió a esta declaratoria y felicitó a Clara Brugada, como a la alcaldesa de Iztapalapa, Aleida Alavés.
También reconoció el trabajo que hace anualmente el comité de la demarcación capitalina para que la Pasión de Cristo en Iztapalapa se lleve a cabo.

Brugada también reconoció al Instituto Nacional de Antropología e Historia y al Gobierno de la Ciudad de México por hacer este evento posible para que miles de personas puedan disfrutarlo.
¿Qué es la Pasión de Cristo en Iztapalapa?
La Pasión de Cristo en Iztapalapa es una representación religiosa anual que se realiza en la alcaldía Iztapalapa, de la Ciudad de México.
Esta celebración conmemora la última semana de vida, muerte y resurrección de Jesucristo, en el marco de la Semana Santa.
El evento se ha consolidado como una de las tradiciones más importantes del país y congrega a miles de asistentes, tanto participantes como espectadores.
La escenificación tiene sus orígenes en el siglo XIX, cuando la comunidad organizó las primeras procesiones en agradecimiento por el fin de una epidemia.

Desde entonces, se lleva a cabo de manera ininterrumpida, a excepción de situaciones extraordinarias. El recorrido inicia con la entrada de Jesús a Jerusalén el Domingo de Ramos y culmina el Viernes Santo, con la crucifixión en el Cerro de la Estrella.
Cientos de habitantes de Iztapalapa asumen los papeles principales y secundarios, tras un proceso de selección supervisado por los organizadores.
Durante varios días, las calles se transforman en escenarios donde se representan los episodios más relevantes de la Pasión.
La celebración cuenta con seguridad y logística especial para garantizar la integridad de los asistentes y el desarrollo de los actos religiosos, bajo la coordinación de autoridades civiles y eclesiásticas.


