
Autoridades y habitantes de 66 pueblos de la sierra de Guerrero, ubicados en los municipios de Heliodoro Castillo (Tlacotepec) y San Miguel Totolapan, acordaron impedir que el Ejército mexicano destruyera sus plantíos de amapola.
Esta decisión se tomó tras la cancelación del programa federal Sembrando Vida y la falta de respuesta a sus demandas sociales, lo que ha llevado a las comunidades a retomar el cultivo de amapola como única alternativa de subsistencia.
La determinación se formalizó el pasado miércoles 6 de diciembre de 2025, durante una asamblea celebrada en la comunidad de Lindavista, en San Miguel Totolapan.
Los motivos detrás de cultivar amapola en Guerrero

De acuerdo con Sur Acapulco, en ese encuentro, representantes de los 66 pueblos resolvieron no permitir la erradicación de sus cultivos hasta que las autoridades federales y estatales atiendan sus peticiones.
Los asistentes enviaron un documento a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, en el que exponen la situación y exigen soluciones concretas.
El regreso al cultivo de amapola responde, según los habitantes, a la eliminación del programa Sembrando Vida, que había motivado a la mayoría de las comunidades a dejar de sembrar esta planta.
Los pobladores explicaron al medio local que, al confiar en el proyecto gubernamental, apostaron por un cambio en el futuro de sus pueblos. Sin embargo, ante la falta de alternativas económicas y la persistencia de la pobreza, cientos de campesinos han retomado la siembra de amapola, al considerar que no existe otra opción para sobrevivir.
Entre las demandas sociales no atendidas, los habitantes de la sierra de Guerrero destacan la ausencia de maestros y doctores, así como el deterioro de los caminos que comunican a las comunidades.
De acuerdo con Sur Acapulco, pese a la urgencia de estas necesidades, las autoridades no han dado respuesta. Además, mencionan que existen deudas con los trabajadores encargados de abrir caminos, quienes han suspendido sus labores por falta de pago.
Acciones tomadas por las comunidades de Guerrero

El historial de acciones comunitarias incluye la retención de soldados del Ejército en administraciones anteriores como medida de presión para que las autoridades escucharan sus demandas.
Los pobladores también recordaron que, ante la inseguridad, se han armado para defenderse de la delincuencia, aunque insisten en que su objetivo es vivir en paz.
Durante la asamblea, los representantes de los pueblos advirtieron que, si no reciben atención a sus demandas, recurrirán a nuevas protestas y bloqueos de carreteras.
Consideraron que la movilización social ha sido el único mecanismo efectivo para obtener respuestas de las autoridades.
Las críticas de las comunidades se dirigen tanto a la presidenta Claudia Sheinbaum como a la gobernadora Evelyn Salgado y al delegado del Bienestar, Iván Hernández.
Los habitantes reprochan que, a un año del inicio de la actual administración federal y a siete años de la llamada Cuarta Transformación, la situación en la sierra permanece sin cambios, marcada por la pobreza, la falta de oportunidades y el abandono del campo.
Además, lamentan la cancelación de una reunión programada con la gobernadora el 3 de diciembre en Puerto del Gallo y denuncian la falta de atención del delegado del Bienestar, a quien acusan de desentenderse de la problemática local.
Ante este panorama, los pueblos de la sierra de Guerrero sostienen que, al no encontrar respuesta institucional, la protesta campesina y la toma de carreteras se perfilan como el único camino para hacer escuchar sus demandas.


