
El tronco de Navidad es uno de los postres que llegan directo a la mesa para anunciar que la temporada festiva ha comenzado. La elaboración combina técnicas clásicas, ingredientes accesibles y un toque de frescura que convierte cada rebanada en un momento muy especial.
La estructura del postre inicia con un bizcocho ligero y flexible, pensado para lograr un enrollado perfecto sin romperse. A este se suma un relleno cremoso y elaborado con chocolate, mantequilla y queso crema, una mezcla que aporta cuerpo y equilibrio entre dulzor y textura.
Cada paso de esta preparación está pensado para obtener un tronco firme, aromático y decorativo, ideal para lucirse en cualquier mesa navideña. El uso de zarzamoras frescas aporta un contraste ácido que realza los sabores intensos del chocolate
Receta de tronco de navidad

Esta receta la puedes encontrar disponible dentro del portal digital de Larousse Cocina. En su elaboración tardarás aproximadamente dos horas incluyendo la preparación y tiempo de cocción, el rendimiento final será de 10 porciones.
Ingredientes
Bizcocho de vainilla
- 5 yemas
- 100 g de azúcar
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 100 g de harina de trigo
- 5 claras
Relleno de chocolate y queso crema
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 200 g de queso crema a temperatura ambiente
- 3 cucharadas de cocoa
- 1 taza de azúcar glass
- 30 g de chocolate amargo, picado
Ganache
- 250 g de chocolate amargo
- 250 ml de crema para batir
- 1 cucharada de mantequilla
Montaje
- 1/2 taza de zarzamoras, cortadas en cuartos + enteras al gusto
- hojas de menta, al gusto
- azúcar glass, al gusto
Preparación
Bizcocho
- Precalienta el horno a 180°C
- Blanquea las yemas con el azúcar y la vainilla e incorpora la harina en 2 partes. Reserva
- Bate las claras a punto de nieve
- Incorpora las claras batidas a mezcla de yemas, con movimientos envolventes y en tres partes
- Extiende la mezcla en una charola cubierta con un tapete siliconado, hasta obtener un grosor de 1 centímetro
- Hornea durante 10 minutos. Retira el bizcocho del horno, cúbrelo inmediatamente con papel siliconado y deja que se entibie. Cuando el bizcocho este tibio, retíralo de la charola y enróllalo con ayuda del papel y reserva
Relleno de chocolate y queso crema
- Acrema la mantequilla con el queso crema. Agrega la cocoa y el azúcar glass, mezcla hasta obtener una preparación homogénea
- Incorpora el chocolate picado y reserva.
Ganache
- Coloca sobre una cacerola a fuego bajo la crema para batir, caliéntala, procurando que no hierva, y viértela en el tazón con el chocolate
- Mezcla hasta obtener una ganache de consistencia homogénea y tersa, incorpora la mantequilla. Cubre la Ganache con plástico autoadherible al tacto y reserva
Montaje
- Desenrolla el Bizcocho, distribuye encima el Relleno de chocolate y queso crema, así como las zarzamoras picadas. Enrolla el Bizcocho nuevamente y refrigéralo durante 30 minutos
- Corta y retira los extremos del rollo; realiza un corte diagonal en uno de los extremos
- Coloca sobre un plato la porción más grande y une a uno de sus lados, con ayuda de un poco de Ganache, la porción más pequeña
- Cubre el tronco con la Ganache y dale textura con ayuda de una palita
- Decora con hojas de menta y zarzamoras. Espolvorea encima azúcar glass
¿Qué son las zarzamoras?

Las zarzamoras son frutos de un color oscuro con un intenso sabor, se caracterizan por su toque ácido y dulzor natural. Dentro de este postre aporta un matiz fresco que evita un endulzamiento excesivo.
De acuerdo con El Poder del Consumidor, la zarzamora “destaca por su alto contenido de fibra, además de ser rica en vitaminas A, B1, B2, C y K, así como en minerales como calcio, hierro, magnesio, fósforo y potasio, entre otros. Gracias a su composición, su consumo mejora la digestión y fortalece el sistema inmunológico y óseo”.
Además el portal recalca que “es una fuente importante de antioxidantes, lo que contribuye a mejorar la salud cardiovascular. Además, tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas”.
Sus propiedades y beneficios las hacen perfectas dentro de la repostería, ya que elevan el sabor del plato y aportan equilibrio. Su jugosidad natural humedece ligeramente el interior del bizcocho, ayudando a mantenerlo suave sin alterar su firmeza.


