
El Presupuesto de Egresos de la Federación 2026, aprobado por la Cámara de Diputados, contempla un recorte al financiamiento destinado a la investigación espacial y el desarrollo tecnológico en el país.
Según el documento oficial, el ramo de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación contará con 37 mil 360 millones de pesos, pero no registra ampliaciones específicas orientadas al desarrollo espacial ni a las actividades de la Agencia Espacial Mexicana.
Como lo establece el propio documento: “no se comprometerán proyectos de inversión en infraestructura a los que se refiere el artículo 74, fracción IV, párrafo primero, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, dejando sin garantías los programas de largo plazo en exploración y tecnología espacial.
La inversión en ciencia espacial

En los apartados referentes, el fondo para ciencia y tecnología aparece agrupado junto a otras áreas de innovación, invisibilizando la existencia de una partida propia dedicada a la investigación espacial o al fortalecimiento de capacidades nacionales en este sector.
Un extracto del presupuesto señala: “La planeación, el ejercicio, el control, el seguimiento y la evaluación del gasto público federal para el ejercicio fiscal de 2026, así como la contabilidad y la presentación de la información presupuestaria, financiera y de resultados sobre la ejecución del presupuesto, se deben realizar conforme a lo establecido en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, la Ley Federal de Austeridad Republicana”, aludiendo a la perspectiva de contención y eficiencia que permea en toda la asignación.
En el caso específico de la Agencia Espacial Mexicana (AEM), los recursos no figuran detallados en los anexos principales, alejando toda posibilidad de expansión para actividades como “desarrollo de satélites, investigación científica en el espacio y formación de ingenieros especialistas”.
De acuerdo con el PEF 2026, el propósito oficial apunta a concentrar el reparto hacia programas sociales y proyectos educativos, dejando en un plano secundario las inversiones en tecnología de frontera.
Así lo implica la distribución destacada para “Educación Media Superior”, “Becarios” y “Programas Universales”, en contraste con la ausencia de nuevos proyectos espaciales.
De acuerdo con el documento, el total de las erogaciones que, en su caso, se efectúen para realizar las diferentes etapas de las evaluaciones se debe registrar de manera específica para su "plena transparencia y rendición de cuentas”, pero especialistas cuestionan la falta de claridad sobre el destino exacto de los recursos asignados a la agenda espacial.
Sheinbaum sobre inversión en el sector espacial

Luego de la salida de Salvador Landeros Ayala como director general, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aclaró el futuro de la AEM tras la difusión de versiones sobre su supuesta desaparición.
En conferencia de prensa, la mandataria aseguró que la AEM no desaparecerá, sino que cambiará de nombre al integrarse con otra entidad gubernamental como parte de un proceso que busca fortalecer la política espacial nacional.
La decisión oficial, anunciada en enero de 2025, consiste en fusionar la Agencia Espacial Mexicana con el Sistema Satelital Mexicano (Mexsat) para crear el Programa Espacial Mexicano.
Sheinbaum compartió que “no desaparece, cambia de nombre, se integra, y si quiere seguir participando el doctor, bienvenido, ya sea coordinando o desde afuera con su asesoría”.
El director de la Agencia de Transformación Digital, José Antonio Peña Merino, explicó durante la misma rueda de prensa que la idea central es combinar la capacidad operativa de los satélites con las atribuciones de la AEM en la formulación de políticas.
“Se va a combinar la Agencia Espacial con Mexsat y se crea el Programa Espacial Mexicano”, detalló. Según el funcionario, el propósito es impulsar proyectos como el desarrollo y el lanzamiento de un satélite nacional hacia 2028-2029.
La renuncia de Salvador Landeros Ayala, provocada por la preocupación sobre la importancia que recibe el sector tanto en materia presupuestal como administrativa, generó inquietud en redes sociales, pues en su carta de dimisión, señaló que fue informado sobre la desaparición de la AEM y criticaba la falta de prioridad institucional hacia la investigación espacial.
Sin embargo, Merino destacó la trayectoria de Landeros y planteó la intención de mantener su colaboración en la nueva etapa. Además, enfatizó que el nuevo esquema buscará fortalecer los lazos con la academia y promover el crecimiento de componentes mexicanos en diseño y transferencia de tecnología.
“La finalidad es que, en esta política del Programa Espacial Mexicano, que nace de la combinación de estas dos cosas, haya crecimiento en términos de componentes mexicanos, diseño, transferencia de tecnología, etc.”, puntualizó.
Con esta reestructura, el gobierno espera que la agenda espacial mexicana continuará, pero bajo un modelo institucional renovado y con el objetivo de consolidar capacidades técnicas y científicas en el sector.


