
La modernización tecnológica del Banco del Bienestar marcará un punto de inflexión en la banca social mexicana a partir del primer trimestre de 2026, cuando su aplicación móvil permitirá a los usuarios realizar transferencias interbancarias y pagos digitales mediante CoDi y DiMo. Así lo anunció Víctor Lamoyi Bocanegra, director general de la institución, durante la presentación de la Política Nacional de Inclusión Financiera 2025-2030.
Hasta ahora, la aplicación del Banco del Bienestar, que supera los 25 millones de descargas y recibe cerca de dos millones de consultas diarias, solo ofrecía la posibilidad de consultar saldos y movimientos.
La nueva actualización, prevista para marzo o abril de 2026, habilitará transferencias electrónicas, pagos móviles a través de códigos QR y envíos de dinero utilizando números telefónicos, lo que permitirá a los clientes efectuar operaciones con cuentas de otros bancos.

La expansión de funcionalidades responde a la necesidad de ampliar el acceso a servicios bancarios en todo el país, con especial énfasis en las zonas marginadas. El Banco del Bienestar, que opera la red de sucursales más extensa de México, ha instalado muchas de sus oficinas en comunidades donde antes no existía presencia bancaria formal.
Esta modernización busca no solo agilizar la entrega de recursos gubernamentales, sino también integrar a la población a un ecosistema financiero más robusto y accesible.
La institución, cuya misión principal es la dispersión de recursos de programas sociales como pensiones para adultos mayores, becas y apoyos sociales, ha comenzado a diversificar su alcance. Según Lamoyi, el objetivo es sumar hasta 10 millones de nuevos usuarios en los próximos años, fuera del universo de beneficiarios de programas gubernamentales, aprovechando tanto la ampliación de su red de sucursales como la mejora de sus servicios digitales.
La incorporación de herramientas como CoDi, la plataforma de pagos digitales del Banco de México, y DiMo, que permite transferencias utilizando solo el número telefónico del destinatario, representa un avance relevante en la inclusión financiera nacional.

Estas funciones facilitarán que los usuarios administren su dinero desde el celular, reduzcan tiempos de espera y accedan a métodos digitales de pago sin necesidad de tarjetas físicas, lo que resulta especialmente significativo para sectores históricamente excluidos del sistema bancario.
La actualización tecnológica que se implementará en 2026 responde a una demanda persistente de los usuarios, quienes buscaban la posibilidad de realizar transferencias y pagos digitales sin depender de otras entidades financieras.
Con esta transformación, el Banco del Bienestar aspira a consolidarse como una opción competitiva y funcional para todo tipo de clientes, manteniendo su compromiso de acercar servicios financieros a las comunidades más alejadas.


