
La llamada “Bajada del Diablo”, ubicada en la calle Paso Florentino, en la colonia La Mexicana de la alcaldía Álvaro Obregón, es considerada por vecinos y automovilistas como una de las pendientes más peligrosas de la Ciudad de México.
Conocida también como “la montaña rusa”, esta pronunciada inclinación se ha convertido en escenario recurrente de accidentes que involucran vehículos particulares, taxis, motocicletas e incluso patrullas, sin importar si el pavimento está seco o mojado.
Su peligrosidad volvió a evidenciarse recientemente, cuando un camión de transporte de refrescos se deslizó sin control por la pendiente y terminó impactándose en repetidas ocasiones contra las fachadas de varias viviendas.

De acuerdo con información del C2 Poniente, el percance ocurrió en la esquina de Paso Florentino y Paso Viejo. Policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) acudieron al punto y solicitaron apoyo médico.
Paramédicos atendieron a dos adultos mayores, de 86 y 78 años, quienes presentaron crisis nerviosa pero no requirieron traslado hospitalario. La zona fue acordonada en tanto una aseguradora inició los trámites de reparación por los daños.
Este incidente no es aislado. Vecinos aseguran que los accidentes en la Bajada del Diablo son constantes y que su inclinación extrema vuelve casi imposible frenar en caso de perder el control.
Afirman que la vía mantiene el mismo nivel de riesgo desde hace años, pese a peticiones reiteradas para implementar medidas de seguridad como reductores, barandales más resistentes o incluso una intervención integral del trazo.

En redes sociales, especialmente en TikTok, abundan videos que muestran vehículos derrapando, girando sobre su propio eje o chocando directamente contra muros y postes. La pendiente se vuelve aún más peligrosa en días lluviosos, cuando la superficie se torna resbaladiza y los frenos responden con menor eficacia.
Uno de los casos más viralizados ocurrió el pasado 16 de abril, cuando un motociclista perdió el control en plena bajada y fue captado tratando de detener su motocicleta mientras esta seguía deslizándose cuesta abajo. Aunque el incidente no dejó heridos, evidenció nuevamente que incluso vehículos ligeros presentan dificultades para maniobrar en este punto.
Los residentes de La Mexicana han optado por colocar barandales frente a las banquetas para protegerse de los impactos, un recurso improvisado ante la falta de acciones más profundas por parte de las autoridades.

Además, el tránsito peatonal también es complicado: las aceras, de apenas 80 centímetros de ancho y acompañadas por escalinatas, obligan a los habitantes a caminar con extrema precaución.
Para la comunidad, la combinación de inclinación pronunciada, mantenimiento insuficiente y falta de infraestructura de contención convierte la Bajada del Diablo en un riesgo permanente.
Aunque el reciente incidente con el camión renovó el llamado a intervenir la zona, hasta ahora el tramo continúa en las mismas condiciones, manteniendo su reputación como una de las vías más peligrosas de la alcaldía Álvaro Obregón.


