
En vísperas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres (25N) y durante el inicio de los 16 días de activismo impulsados a nivel mundial, la organización Ola Violeta lanzó un llamado urgente para visibilizar todas las formas de violencia que enfrentan las mujeres, incluidas aquellas que pasan desapercibidas por no dejar marcas físicas.
Su reciente reporte mensual, “25N del año 25: Visibilizar la continua vulnerabilidad”, subraya que, pese a los avances legislativos y al incremento del debate público, la violencia persiste y se transforma en diferentes geografías y contextos socioeconómicos.
El documento presenta un diagnóstico global que evidencia la magnitud del problema. Según cifras recopiladas por la organización, una de cada tres mujeres que ha tenido pareja ha experimentado violencia física o sexual.
Además, el 34 por ciento de los asesinatos de mujeres en el mundo ocurren dentro de una relación, lo que refuerza la urgencia de atender los entornos íntimos como espacios donde se reproducen dinámicas de poder, control y agresión.

En América Latina y el Caribe, incluido México, la prevalencia de la violencia en pareja alcanza el 29.8 por ciento, lo que confirma que la región sigue siendo una de las más peligrosas para las mujeres.
El feminicidio emocional: la violencia invisible que corroe la vida cotidiana
Para la Dra. María Elena Esparza Guevara, fundadora de Ola Violeta, el 25N representa un recordatorio contundente: “nos interpela a no callar ante la magnitud del problema”.
Su análisis destaca un punto clave que la organización ha trabajado de manera constante: el “feminicidio emocional”, concepto que engloba daños psicoafectivos, manipulaciones y dinámicas de control que no siempre son reconocidas socialmente, pero que tienen consecuencias profundas en la salud mental y la autonomía de las mujeres.
Este tipo de violencia, explicó Esparza, no siempre deja huellas visibles, pero sí impacta en la autoestima, la movilidad emocional, las decisiones personales y las relaciones interpersonales.
Desde el acoso laboral en regiones de África hasta la penalización social del éxito femenino en países como Suecia, el informe muestra cómo la violencia adopta nuevas formas según el contexto cultural, económico y laboral.

Un llamado a la acción integral durante los 16 días de activismo
Ola Violeta subrayó que los 16 días de activismo deben convertirse en una oportunidad para repensar estrategias de prevención, atención y justicia con un enfoque integral. La organización insiste en que es necesario reconocer todas las capas de violencia —física, sexual, económica, digital, emocional y simbólica— para construir políticas públicas efectivas y acciones comunitarias sostenidas.
La fundadora invita a ampliar la conversación y promover espacios de diálogo y formación que permitan identificar signos tempranos de violencia emocional, así como fortalecer redes de apoyo para las víctimas. Además, mantiene abierta la posibilidad de entrevistas para profundizar en los hallazgos del reporte y las propuestas de la organización.
En un contexto global donde la violencia se adapta y se sofisticia, Ola Violeta recuerda que el 25N no es solo una fecha conmemorativa, sino un llamado urgente a visibilizar, nombrar y transformar las realidades que aún ponen en riesgo la vida y la libertad de las mujeres.


