
México hizo historia luego de que Fátima Bosch fuera coronada como Miss Universo 2025, logrando la cuarta corona para el país en una noche inolvidable en el Impact Arena de Pak Kret, Tailandia.
Tras semanas de competencia internacional, el certamen alcanzó su punto culminante con solo dos finalistas sobre el escenario: Veena Praveenar Singh, representante local, y Fátima Bosch, la mexicana que unió a todo un país en expectativa y emoción.
El anuncio final, transmitido en vivo para millones de espectadores, desató una ola de euforia nacional y provocó reacciones inmediatas tanto en México, como en la comunidad latina e internacional.
Cara a cara: Tailandia y México ante la decisión final
El momento de máxima tensión llegó cuando las representantes de Tailandia y México, ambas vestidas de gala, quedaron como las dos finalistas.
Ambas representantes se tomaron de las manos frente a las cámaras. El escenario, en ese instante, se resumió al encuentro visual y físico entre Fátima Bosch y Veena Praveenar Singh. La tensión era palpable; los presentadores recordaron al público el momento histórico: “Y ahora llegamos a las dos finalistas, Miss México y Miss Tailandia. Pasan al frente. Mucha suerte a las dos”.
Ambas aspirantes mantuvieron el contacto de sus manos como símbolo de respeto, intercambiando miradas serenas mientras la multitud contenía el aliento. Las cámaras captaron el dramatismo del instante: luces bajas, rostros expectantes, emoción a flor de piel. El anuncio final llegó: “La Miss Universo número 74 es… México”.
El grito de alegría desató la celebración entre los seguidores mexicanos reunidos en el recinto. Fátima Bosch se llevó las manos al rostro, incrédula, y rompió en llanto al comprender que se convertía en la cuarta mexicana en conseguir la corona. Luego se dio un abrazo con Veena Praveenar Singh.
Instantes después, la reina saliente, Victoria Kjær Theilvig, le colocó la corona sobre la cabeza. Emocionada, Fátima Bosch se persignó entre lágrimas.
Permaneció unos segundos en el centro del escenario, portando la banda, la corona y el ramo, mientras recibía los aplausos de las demás concursantes y las ovaciones del público. La imagen de la mexicana rodeada de luces y emoción marcó el final de una jornada que quedará grabada en la historia de los certámenes internacionales.
La presencia de Bosch en la competencia estuvo marcada por su historia de resiliencia y su papel como referente de empoderamiento femenino.
El episodio previo con Nawat Itsaragrisil, director de Miss Universo Tailandia, quien la insultó y desató una ola de solidaridad feminista, le otorgó notoriedad y la convirtió en portavoz de lucha y dignidad.
Al mismo tiempo, las reacciones internacionales fueron amplificadas por el ambiente festivo, la coincidencia histórica de la corona lograda con vestido rojo —al igual que Lupita Jones, Ximena Navarrete y Andrea Meza— y la expectativa cumplida de toda una nación.
... También hubo abucheos
Aunque el triunfo de Fátima Bosch situó a México en el centro de los reflectores, no estuvo exento de polémica dentro y fuera del recinto.
Durante el anuncio del resultado final, una parte del público local abucheó la decisión. La reacción viralizada en varios videos que se han compartido en redes muestran a la audiencia tailandesa inconforme al no ver coronada a su representante.
Las manifestaciones de descontento también se trasladaron a las plataformas digitales, donde seguidores de Miss Costa de Marfil y Venezuela expresaron su inconformidad, señalando que la mexicana no era lo suficientemente buena para ser coronada.
Algunos usuarios alegaron que la corona “fue comprada” y señalaron a Raúl Rocha, uno de los dueños del concurso, por su nacionalidad mexicana.
El certamen además estuvo envuelto en controversia tras bastidores: la renuncia de dos jueces fue acompañada por denuncias de un proceso de votación “secreto e ilegítimo”, versión que la Organización Miss Universo negó enfáticamente.


