
El incremento en la prevalencia de úlceras gástricas y las múltiples consultas médicas asociadas han puesto un foco sobre la necesidad de encontrar formas efectivas de aliviar los síntomas más dolorosos.
Entre estos, la acidez estomacal, la hinchazón y el dolor abdominal figuran como las quejas más frecuentes en las consultas de gastroenterología.
Qué son las úlceras gástricas y por qué se producen
Las úlceras pépticas representan llagas abiertas que afectan el revestimiento interno del estómago, conocidas como úlceras gástricas, o la parte superior del intestino delgado, definidas como úlceras duodenales.
La información divulgada por la Mayo Clinic y consultada para esta nota revela que la principal causa radica en la infección por el microbio Helicobacter pylori (H. pylori) y el uso continuo de antiinflamatorios no esteroides (AINE) como ibuprofeno y naproxeno.
“El estrés y las comidas picantes no originan las úlceras, aunque pueden potenciar la molestia”, cita la reconocida institución médica estadounidense.

Síntomas más frecuentes y señales de alarma de padecer úlceras gástricas
Aunque una proporción considerable de personas afectadas no presenta síntomas notorios, quienes los experimentan refieren:
- Sensación dolorosa de ardor en el estómago, con picos de dolor entre comidas o por la noche.
- Distensión y sensación de hinchazón estomacal.
- Acidez gástrica, eructos frecuentes y náuseas.
Datos de la Mayo Clinic señalan que, en episodios más graves, es posible observar sangrado gastrointestinal, manifestado por vómitos con sangre que puede verse roja o negra, sangre oscura en las heces, o heces de color negro y textura alquitranada. Ante estos síntomas, recomiendan no postergar la consulta médica y buscar atención inmediata si se detecta mareo o sensación de desmayo.
Factores y productos que pueden agravar las molestias de las úlceras gástricas
De acuerdo con información difundida por el Manual MSD, los profesionales médicos insisten en evitar una serie de agentes irritantes, entre los que destacan:
- Aspirina y otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE).
- Consumo de bebidas alcohólicas.
- Tabaquismo.
- Alimentos reconocidos por empeorar el dolor o incrementar la hinchazón abdominal.
El Manual MSD también precisa que la automedicación con analgésicos sin prescripción puede repercutir negativamente ante la presencia de una úlcera.

En casos de úlceras que presentan sangrado activo, los especialistas realizan una endoscopia destinada a detener el sangrado y, si existe perforación, recurre a intervención quirúrgica.
Cambios en el estilo de vida para mitigar los síntomas de las úlceras gaástricas
La clave para manejar las molestias reside en modificaciones específicas de la dieta y el estilo de vida, según la Mayo Clinic y el Manual MSD. Entre las estrategias recomendadas para reducir la acidez, hinchazón y dolor, se encuentran:
- Evitar irritantes comunes: Limitar o suprimir el consumo de café, té, comidas condimentadas o muy picantes.
- Adoptar hábitos alimenticios saludables:
- Elegir porciones moderadas y masticar con lentitud los alimentos.
- Evitar cenas copiosas, especialmente antes de acostarse.
- Favorecer el consumo de alimentos ricos en fibra como manzanas y avena.
- No automedicarse: Solo emplear medicamentos prescritos y consultar siempre ante la necesidad de analgésicos.
La atención temprana de los síntomas y la vigilancia profesional resultan determinantes en la evolución de las úlceras gástricas. Entre las recomendaciones más reiteradas por especialistas figura la importancia de acudir a consulta si el dolor reaparece pese al uso de antiácidos o bloqueadores de ácido disponibles en farmacias.

Cuándo buscar atención médica urgente tras fuertes síntomas por úlceras gástricas
Las instituciones médicas recalcan que ciertos síntomas requieren valoración de urgencia:
- Vómitos con sangre roja o negra.
- Heces de color negro y aspecto alquitranado.
- Dolor abdominal intenso y repentino.
La identificación a tiempo de estos signos puede evitar complicaciones superiores, permitiendo tratamientos dirigidos a detener el sangrado y evitar daños mayores en el aparato digestivo.


