
Los cálculos renales, también llamados ‘piedras en el riñón’, se manifiestan a través de síntomas que varían según el tamaño y la ubicación de los cristales.
Estas formaciones sólidas se generan dentro del riñón cuando minerales y otras sustancias presentes en la orina se agrupan y pueden llegar a provocar episodios de dolor intenso o complicaciones en el sistema urinario.
Qué son los cálculos renales y cómo se forman
De acuerdo con información de Cleveland Clinic, un cálculo renal es una masa sólida compuesta de cristales que se forman en el riñón o las vías urinarias. El tamaño puede ir desde el de un grano de arena hasta, en casos atípicos, dimensiones superiores a una pelota de golf.
A pesar de su pequeño tamaño, incluso cálculos de pocos milímetros pueden ocasionar molestias agudas al desplazarse dentro de las vías urinarias o al obstruir parcialmente el paso de la orina.

La mayoría de los cálculos renales se eliminan espontáneamente en el transcurso de una a tres semanas, aunque cerca del 20% de los casos requieren intervención médica para disolver o extraer las piedras, sobre todo cuando superan los 4 mm de diámetro.
Síntomas más frecuentes de los cálculos renales
El síntoma predominante es el dolor lumbar, localizado en la parte baja de la espalda, el abdomen o los costados. Muchas personas lo describen como un dolor intenso que puede desplazarse hacia la ingle. Puede tratarse de un dolor intermitente o continuo; en ocasiones, este malestar empeora de forma súbita y se acompaña de náuseas o vómito.
Otros síntomas que pueden indicar la presencia de cálculos renales, según Cleveland Clinic, incluyen:
- Sangre en la orina (hematuria), que puede aumentar la sospecha de litiasis renal.
- Dolor durante la micción o necesidad urgente y frecuente de orinar.
- Orina turbia o con mal olor, debido a la acumulación de bacterias o restos de los mismos cristales.
- Sensación de no poder vaciar la vejiga por completo o incapacidad repentina para orinar.
- Fiebre y escalofríos, principalmente cuando existe una infección de las vías urinarias relacionada con el cálculo.
Los cálculos muy pequeños a veces no causan síntomas y pueden ser expulsados sin causar molestias.

Factores de riesgo y causas de los cálculos renales
Diversas condiciones aumentan la probabilidad de desarrollar cálculos renales. Entre los factores más relevantes se encuentran:
- Bajo consumo de líquidos, especialmente agua.
- Alimentación rica en proteínas animales, sodio o azúcares refinados.
- Antecedentes familiares de cálculos renales.
- Consumo de ciertos medicamentos como algunos diuréticos, antiácidos a base de calcio y anticonvulsivos.
- Enfermedades crónicas como diabetes, gota, obesidad, osteoporosis, enfermedad inflamatoria intestinal o hipertensión.
Determinadas condiciones hereditarias, como la cistinuria, incrementan el riesgo de padecer cálculos de cistina, mientras que infecciones urinarias recurrentes pueden conducir a la formación de cálculos de estruvita.

Diagnóstico y tratamiento para eliminar las piedras de los riñones
Ante la sospecha de un cálculo renal, es fundamental acudir a un profesional de la salud, quien podrá recomendar análisis de orina, pruebas de imagen como tomografía computarizada, ecografía o radiografías, y análisis de sangre. Estas pruebas ayudan a identificar el tamaño, la ubicación y el tipo de cálculo, así como a descartar complicaciones asociadas.
El tratamiento varía según la gravedad del caso. Cálculos pequeños suelen expulsarse de forma espontánea, acompañado de medicamentos para el manejo del dolor y medidas para facilitar su expulsión. Los cálculos de gran tamaño, o aquellos que provocan obstrucción o infección, podrían requerir procedimientos como litotricia extracorpórea por ondas de choque, ureteroscopia o nefrolitotomía percutánea.
Complicaciones y cuadro clínico de urgencia en un caso de cálculo renal
El riesgo principal es la obstrucción total o parcial de las vías urinarias, con posibilidad de desarrollar infecciones renales, daño agudo al riñón o infecciones recurrentes del tracto urinario. Ante fiebre alta, dolor intenso persistente e incapacidad para orinar, es indispensable buscar atención médica inmediata para prevenir complicaciones graves.

Alrededor de una de cada diez personas experimentará cálculos renales a lo largo de su vida, siendo más frecuente en hombres de 30 a 40 años, afirmó Cleveland Clinic. La detección temprana de los síntomas y la búsqueda oportuna de atención médica pueden reducir las complicaciones y promover una recuperación adecuada.


