
Ofrecer una salsa fresca de arándanos en la mesa de Acción de Gracias se ha vuelto una costumbre que algunos hogares en México han incorporado, ya sea para mantener tradiciones familiares o simplemente para aprovechar la oportunidad de cocinar algo distinto y especial. Alejándose de las versiones envasadas, la receta casera proporciona claridad en los sabores y permite ajustar el nivel de dulzor o acidez según las preferencias de quien la prepare.
Preparar esta salsa requiere pocos ingredientes y resulta práctica en tiempo y costo. Al combinar arándanos frescos o congelados, azúcar, agua y naranja, la mezcla adquiere una textura espesa y un color rojo intenso que destaca en cualquier celebración. A esto se le puede añadir una pizca de sal y, de manera opcional, una raja de canela para profundizar en los matices del sabor.
Ingredientes:
- 350 gramos de arándanos frescos o congelados
- 200 gramos de azúcar
- 120 ml de agua
- Ralladura de 1 naranja (opcional)
- Zumo de 1 naranja (opcional)
- Una pizca de sal
- Raja de canela
Preparación:

- Lava los arándanos y retira los que estén dañados.
- En una cacerola, coloca el agua y el azúcar. Calienta a fuego medio hasta que el azúcar se disuelva.
- Coloca en una olla a fuego medio el agua, el azúcar, la ralladura y el jugo de naranja. Permite que la mezcla se caliente hasta que el azúcar se disuelva por completo. Esta sustancia será el jarabe aromático que otorgará sabor y brillo a la salsa.
- Incorpora los arándanos y la pizca de sal en la olla. Si elegiste usar canela, agrégala en este momento.
- Mantén la preparación a fuego medio y observa cómo los arándanos comienzan a reventar de forma natural; esto sucede un poco después de que alcancen temperatura. En este proceso, la salsa espesa gracias a la pectina de la fruta.
- Cuando la consistencia sea espesa pero aún fluida, retira la raja de canela si la utilizaste. Luego, apaga el fuego.
- Permite que la salsa se enfríe a temperatura ambiente. Notarás que, pasado un tiempo, la mezcla ganará más densidad. Por ello, se recomienda preparar la salsa algunas horas antes de servirla para obtener una textura óptima.

Se puede servir fría o a temperatura ambiente, ideal para acompañar pavo o carnes en la cena de Acción de Gracias.
Esta salsa no solo acompaña al tradicional pavo, sino que también puede realzar platillos como jamón, cerdo o incluso servir de contrapunto para botanas saladas.

