Mario Alberto llevaba 13 años desaparecido y ahora gracias a una muestra de ADN enviada a la Argentina fue identificado

La búsqueda concluyó tras la colaboración con instituciones de otros países, quienes hallaron una coincidencia genética del 99.9% con Mario Alberto, quien tenía 24 años cuando no se le volvió a ver

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Tras años de análisis, las
Tras años de análisis, las autoridades identificaron el cadáver de Mario Alberto "N", joven de 24 años. (Cuartoscuro)

La perseverancia de Sandra Lorena Torres, madre buscadora de Monclova, Coahuila, encontró respuesta luego de poco más de 13 años de incertidumbre.

La identificación genética de su hijo Mario Alberto “N”, fue confirmada gracias a análisis realizados en el extranjero. El joven, que tenía 24 años de edad, desapareció desde el lunes 11 de junio de 2012, un día antes del cumpleaños de su madre.

Meses después, en noviembre de ese mismo año, las autoridades localizaron restos que podrían pertenecerle. Sin embargo, en ese momento México no contaba con laboratorios forenses especializados ni capaces de realizar una identificación concluyente.

La búsqueda incansable de Mario Alberto “N”

La madre comenzó su activismo
La madre comenzó su activismo tras la desaparición de su hijo. (FGJE Zacatecas)

Ante esta limitación, la familia optó por enviar las muestras a Argentina, donde finalmente se completó el análisis genético que arrojó una coincidencia del 99.9%, confirmando la identidad del joven.

De acuerdo con el medio local Monclova, la confirmación de la identidad fue posible gracias al resultado de la minuciosa y coordinada labor científica. En este proceso fue clave la colaboración de instituciones especializadas en la materia, como el Centro Regional de Identificación Humana (CRIH), el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y la Fiscalía de Personas Desaparecidas de Coahuila.

Durante más de una década, la familia de Mario Alberto enfrentó un proceso caracterizado por la espera y la ausencia de avances significativos. La falta de tecnología forense en el país obligó a recurrir a laboratorios extranjeros, lo que prolongó la incertidumbre y el dolor de quienes buscaban respuestas.

En este contexto, Sandra Lorena Torres comenzó a integrarse a un colectivo de búsqueda en Monclova, donde encontró apoyo y acompañamiento junto a otras familias que atravesaban situaciones similares.

La confirmación oficial de la identidad de los restos coincidió con el inicio de la participación de Sandra en el activismo de búsqueda. De acuerdo con fuentes locales, al recibir la notificación de los resultados, Sandra expresó que, aunque no halló a su hijo con vida, la identificación le permitió cumplir su meta y cerrar un ciclo que permanecía abierto desde 2012.

“No encontré a mi hijo como quería, con vida... pero estoy agradecida con Dios por permitirme cerrar este ciclo. Mi meta era encontrarlo, y ya la cumplí”, compartió según Quadratin.

En medio de este proceso, Sandra dirigió un mensaje a otras madres que siguen buscando a sus hijas e hijos, alentándolas a mantener la esperanza y a no abandonar la búsqueda. Para ella, la fe y la perseverancia pueden abrir caminos incluso cuando todo parece imposible.