
Con la llegada de la temporada de frío, el atole se convierte en una de las bebidas más buscadas en los hogares mexicanos, ya sea para acompañar tamales, pan dulce o simplemente para entrar en calor durante la mañana o la noche.
Entre las múltiples variaciones de esta bebida tradicional, el atole de galleta ha ganado popularidad en los últimos años gracias a su sabor reconfortante y a la facilidad con la que puede prepararse en casa.
Este atole combina la textura cremosa de la fécula de maíz con el toque dulce y familiar de las galletas, que pueden ser tipo María, de canela o incluso integrales, según la preferencia de cada familia. Su preparación es sencilla, accesible y requiere ingredientes comunes que suelen estar disponibles en cualquier cocina.

Ingredientes básicos para cuatro porciones
Para preparar un litro aproximado de atole de galleta, se necesitan:
- 10 a 12 galletas tipo María o de canela
- 4 tazas de leche (entera, deslactosada o vegetal)
- 2 tazas de agua
- 3 cucharadas de fécula de maíz (maicena)
- ¼ taza de azúcar, o al gusto
- 1 raja de canela
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Estas cantidades pueden ajustarse dependiendo de la consistencia deseada: más galletas para un sabor intenso o mayor cantidad de leche para una textura más ligera.
Preparación paso a paso
- Moler las galletas: Colocar las galletas en una licuadora y procesarlas hasta obtener un polvo fino. Este paso asegura que se incorporen correctamente al atole sin dejar grumos.
- Hacer la mezcla base: En un recipiente aparte, disolver la fécula de maíz en una taza de agua fría. Esto permite evitar grumos al momento de agregarla a la mezcla caliente.
- Hervir los ingredientes líquidos: En una olla grande, calentar las cuatro tazas de leche junto con la taza restante de agua, la raja de canela y el azúcar. Mantener a fuego medio hasta que comience a hervir suavemente.
- Agregar las galletas molidas: Incorporar las galletas poco a poco, mezclando constantemente para evitar que se formen grumos o se sedimente en el fondo de la olla.
- Integrar la fécula disuelta: Verter la mezcla de fécula de maíz y agua en la olla. Mover de manera continua hasta que el atole comience a espesar, proceso que toma entre cinco y siete minutos. En este punto se puede añadir la esencia de vainilla para potenciar el sabor.
- Rectificar la consistencia: Si el atole queda demasiado espeso, se puede agregar un poco más de leche o agua. Si, por el contrario, queda muy líquido, se puede añadir media cucharadita más de fécula disuelta en agua fría y calentar por unos minutos adicionales.

El atole de galleta es una bebida sumamente versátil que puede adaptarse a diferentes gustos. Algunas familias optan por usar galletas de chocolate o integrales, mientras que otras añaden un toque de cacao, leche condensada o canela extra.
Su sabor dulce y su consistencia espesa lo hacen ideal para acompañar el desayuno o compartir en reuniones y posadas.
Además de ser económico y sencillo de preparar, ofrece una opción distinta al atole tradicional, conservando al mismo tiempo la esencia cálida y hogareña que caracteriza a esta bebida mexicana.

